Capítulo 5.

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Según el chico, el equipo verde se encontraba escondido detrás del auditorio. Para llegar ahí teníamos que atravesar el jardín sin ser vistos, misión prácticamente suicida. Por lo que optamos por el camino más lento rodeando los edificios de las residencias y el comedor. Nos dividimos en dos grupos, uno iría por el lado izquierdo del comedor, pasando entre el mismo y el auditorio, mientras que el otro iría por el derecho. Los grupos se quedaron de la siguiente manera: Harry a la cabeza del grupo de la derecha, junto a otros tres, el resto, bajo las órdenes de Dylan por el otro camino. A mi me tocó con mi hermano. Avanzamos lentamente para no ser escuchados hasta que llegamos al final del edificio. Harry hizo una seña a Dylan y ambos equipos aumentamos la velocidad en dirección al grupo que descansaba en el suelo. Alertados por nuestros gritos de guerra, se levantaron y empezaron a correr, pero muchos de nuestro equipo eran más rápidos, por lo que acabamos consiguiendo dos novatos más teniendo un total de cinco.

Alegres por nuestra victoria, decidimos ir a celebrarlo a la habitación de Jones mientras vigilábamos a los raptados. Por el sendero hacia la residencia de chicos, divisamos a varias personas corriendo huyendo de otros. Nosotros, al ir todos juntos, nadie se atrevía a intentar acercarse. Jones, cuando vio que traíamos a otros dos, sacó del fondo de su armario una botella de vodka y levantándola gritó.

- ¡Victoria para el equipo amarillo!- dio el primer trago y empezó a pasar la botella.

Cuando llegó a mí y le di un sorbo, la garganta me empezó a arder. Con cara de asco se la pasé a mi hermano recibiendo una risa de su parte. Harry, con una leve sonrisa que intentaba esconder, se dio la vuelta para hablar con Jones.

Alguien aporreó la puerta haciendo que nos calláramos todos. Un profesor que no conocía entró en la habitación cuando un chico le dejó pasar.

- No podéis estar a estas horas haciendo fiestas, debéis respetar a los compañeros de las habitaciones de al lado. Además, las chicas no pueden estar aquí tan tarde. Por favor, disiparos cada uno a su dormitorio. No me gustaría tener que dar parte de esto- dijo con tono suave.

- No se preocupe, señor Fisher, ya nos vamos- Harry empezó a levantarse. Me puso la mano en la espalda mientras se agachaba para decirme al oído- te acompaño a tu habitación, no quiero que vuelvan a intentar capturarte.

Al principio, se hizo un silencio incómodo, pero luego él inició una conversación.

- ¿Por qué viniste al internado?- preguntó inocentemente.

- Prefiero no hablar de ello- respondí cortante recordando lo ocurrido aquel 23 de agosto.

- No creo que sea para tanto- se interesó aún más a lo que yo decidí no contestar finalizando así el diálogo.

- Gracias por acompañarme. Buenas noches- añadí entrando a la residencia y dejándole ahí parado.

Saludé a la recepcionista y subí a la segunda planta. Todavía no había llegado Olive cuando entré en la habitación. Me quité la ropa y me puse el pijama. Terminé lavándome los dientes y dejando en la mesilla el móvil cargando. Recordé ponerme la alarma aunque al hacerlo me vine un poco abajo al ver que solo dormiría cuatro horas.

Me desperté por unos gritos. Olive estaba hablando con alguien por teléfono.

- No estoy de acuerdo- le reprochaba a la persona. Al ver que me había levantado, colgó rápidamente- buenos días- me dedicó una sonrisa.

- Buenos días, ¿pasaba algo malo?- dije levantándome de la cama y empezando a vestirme para empezar el día.

- Nada, diferencia de opinión- cambió de tema- ¿cuántos novatos cogisteis ayer?

El (estúpido) internadoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin