Capítulo 2.

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Un fuerte golpe me despertó. Me había quedado dormida después de tumbarme en la cama. Miré el móvil para ver la hora, eran las 23:30h. Eché un vistazo y no vi a Olive por ningún lado. Volví a oír el sonido, provenía del otro lado de la puerta. Me puse los zapatos y fui a abrir algo molesta. En el momento en el que giré el picaporte, alguien me tapó la cabeza con una especie de saco y me ató las manos. Me asusté e intenté forcejear con quien fuera, pero todo fue en vano. Notaba que el saco era muy áspero. No podía identificar nada porque todo estaba muy oscuro. Resultaron ser dos personas, una agarrándome las piernas y otra el abdomen. Sentía una respiración profunda y tranquila en mi cuello. Por el contrario, la mía estaba agitada. No entendía nada de lo que estaba pasando.

- ¡Cómo se mueve!- dijo una voz desconocida.

- A este paso la tiro al suelo- respondió otra persona que no reconocía.

Reprimí mis ganas de gritar pensando que a lo mejor no me harían nada. No sabía dónde me estaban llevando. Llevaban ya un rato cargando conmigo. El camino se me estaba haciendo eterno hasta que, de repente, me tiraron a un suelo blando. Me desataron las manos y al apoyarlas en el suelo palpé que era hierba. Me quitaron el saco de la cabeza y pude ver que la persona que me había llevado todo este tiempo era Asher y que estábamos en el campo de fútbol. Asher mantenía una sonrisa triunfal mientras tendía la mano para ayudarme.

- ¿Estás bien?- me preguntó.

- ¿Tú estás bien de la cabeza?- respondí enfadada- ¿cómo se te ocurre sacarme así de la habitación?

Ignoró mi pregunta y tiró de mí colocándome en una fila. Busqué con la mirada a mis hermanos o a alguien que me fuera familiar, pero no conseguí reconocer a nadie.

- Buenas a todos- comenzó a hablar Harry con un micrófono desde las gradas- algunos os estaréis preguntando qué está pasando, otros tal vez no. Para todos aquellos que no lo sepan, en este internado es tradición hacer tres días de novatadas. ¿En qué consisten? Pensareis. Pues bien, haremos un juego. Durante estos tres días que dure la partida, todos los novatos podréis ser atrapados por los equipos rivales. Habrá cuatro grupos asignándose a cada uno de ellos un color. Cada fila será un equipo- empezaron a repartir pulseras, cada fila era un color, y me tocó la amarilla- el equipo vencedor será aquel que tenga más novatos secuestrados y que conserve más miembros de su equipo. Cada color tendrá un lugar asignado donde se encontrarán las personas raptadas, estas no podrán salir de ese lugar hasta que acabe el juego. Los capitanes de los equipos de fútbol, baloncesto y natación serán los lideres de cada grupo. ¡Bienvenidos al internado Obrilet!- terminó gritando y riéndose.

Todos nos miramos sin entender nada. Asher y dos personas más subieron para colocarse al lado de Harry.

- Asher, ¿cómo lo ves?- dijo Harry mirándole.

- Tentador, sobre todo la fiesta del final- contestó alegre- habrá que sortear los colores, ¿no?

Observé cómo empezaron a repartirse los colores quedando al final el amarillo para Harry. Él estaría liderando mi equipo.

Todos los equipos menos el nuestro se dispersaron. Harry hizo que nos agrupáramos en un semicírculo quedando él en frente. En el otro extremo, divisé a uno de mis hermanos gemelos, Dylan. Cuando vi que se percató de mi presencia le saludé.

- Quiero que todos estéis atentos a lo que voy a decir- dijo el líder mientras ponía su mirada fija en mí- la estrategia que seguiremos es la siguiente- se aclaró la garganta- somos cinco novatos y cinco veteranos, por lo que los veteranos nos encargaremos de proteger a los otros. Debemos evitar que los novatos deambulen solos por el internado, y más si es de noche. Tened en cuenta que pueden raptaros a cualquier hora del día, por lo que deberéis estar alerta en todo momento.

- Callaros- susurró Dylan de forma que todos pudiéramos oírle- he escuchado algo.

Todos echamos un vistazo hacia donde señalaba mi hermano y pudimos percibir una silueta masculina que parecía estar confusa. Harry nos hizo callar con un gesto e indicó que le siguiéramos.

El chico no se daba cuenta de que nos acercábamos poco a poco. Por esta razón, nos resultó fácil capturarle. Aunque advirtió nuestra cercanía, ya era demasiado tarde. Ya teníamos nuestro primer novato.

- ¿Ahora qué hacemos con él?- pregunté a Harry tocándole el brazo para llamar su atención. Paró en seco y se giró provocando que casi me chocara con él y me quedara muy cerca de su torso. Él se dio cuenta y retrocedió varios pasos.

- Los novatos secuestrados se quedarán en la habitación de Jones- levantó la voz para que todo el equipo le escuchara- residencia de los chicos, segunda planta, número 28.

Jones guió al grupo hasta su habitación. Por el camino, íbamos escondiéndonos en sitios oscuros para evitar ser vistos. Esquivamos al vigilante de la puerta de la residencia y llegamos a la habitación. Harry y Jones se encargaron de encerrar al pobre chico. Como alguien tenía que quedarse vigilando, el elegido fue Jones por ser su habitación.

El grupo se disolvió y las chicas del grupo nos fuimos a nuestra residencia siguiendo el atajo que Harry nos había recomendado. En total éramos cuatro. Caminamos con sigilo y, por suerte, no nos topamos con nadie.

Ya en mi habitación, me encontré a Olive. Al mirar su muñeca descubrí que era del equipo verde.

- Podías haberme avisado de las novatadas- le reproché.

- Lo siento, pero no estaba permitido- puso cara de pena.

- No te preocupes- me sentía molesta, aunque lo pasé por alto porque podía llegar a entender su situación- pero me hubiera gustado saberlo.

Me quité la ropa y fui directa al baño a darme una pequeña ducha. Esta noche había sudado mucho. Al salir, Olive ya estaba dormida. Dejé las cosas del aseo en una balda del armario y me puse el pijama. Estaba tan cansada que me tiré a la cama y no tardé mucho en imitar a Olive. 

El (estúpido) internadoWhere stories live. Discover now