El (estúpido) internado

Capítulo 9.

- Bien- dudó antes de continuar- Max te metió algo en la bebida. Por eso, en la fiesta estabas tan ida. Cuando me enteré me enfadé mucho y no pude evitar pegarle.

Mis mejillas se encendieron de rabia. ¿Cómo podía haberme hecho eso?

- ¿Por qué hizo eso?

- No lo sé, solo escuché que Adelaide andaba detrás de todo.

El resto del camino me lo pasé admirando el paisaje por la ventana pensando en todo lo que me acababa de contar.

Cuando llegamos a su casa, no le ayudé ni a bajar la compra, me fui directa a buscar un baño. La que suponía que sería Margot, me explicó cómo llegar a él. Allí, me derrumbé. Perdí la noción del tiempo hasta que alguien llamó a la puerta.

- Beth, ¿estás bien?- una voz aguda me atravesó. Patty se mantuvo al otro lado de la puerta. La abrió y entró, encontrándome en el suelo desconsolada. No podría con más emociones hoy.

- Oh cielo- se puso a mi altura y me abrazó- ya me ha contado Harry. Max es un capullo. No merece la pena.

- Me siento fatal- lloré en su hombro.

- Tranquila, se te pasará. Cuando volvamos, tendremos unas palabras con Adelaide- me animó.

- No solo es por lo de Max- comenté- también es por lo de Leo- las lágrimas corrían por mis mejillas.

- Olvídate de tu ex, ya arreglaremos ese tema. Límpiate y vamos a comer que nos están esperando- dijo poniéndome un mechón de pelo detrás de la oreja y dejándome sola.

Al final, salí del baño directa a la mesa donde ya estaban todos sentados. Harry me miró pero no dijo nada. A mi lado estaba Patty. Me dio un pequeño apretón en la pierna y me dedicó una sonrisa.

- Elisabeth- levanté la vista para centrarla en Mery- ¿cómo es que fuiste al internado?

- Es una historia muy larga- me metí un poco de comida en la boca- básicamente tuve un problema grave con una persona de mi entorno y mis padres decidieron que lo mejor era alejarme de allí.

- Oh, entiendo- lo dejó pasar- Harry está allí por ser todo un bromista- dijo Mery cambiando de tema, lo que me alegró.

- Soy el mejor- presumió.

- Eso habrá que verlo- le reté.

- ¿Y que quieres estudiar, Elisabeth?- habló ahora el padre- tu amiga ya me ha comentado que quiere hacer derecho.

- Yo...- lo pensé antes de intervenir- aún no lo tengo claro.

- Igual que mi hijo- le dio un golpe en la espalda.

La velada transcurrió sin nada más que destacar. Ayudamos a Margot a recoger la mesa y charlamos un poco con ella. Era una mujer muy simpática y alegre que se había dedicado toda su vida a trabajar para mantener a su hija, algo menor que yo.

- Chicas- nos interrumpió la madre de Harry- si os apetece, podéis bañaros en la piscina.

- No hemos traído bikini- comentó Patty.

- Ha sido todo improvisado- aclaré.

Un sonriente Harry desapareció y volvió a los pocos minutos con algo en su mano.

- Tomad- nos entregó unos bañadores, uno totalmente negro y otro de dos piezas rosa y azul pastel- son de mi ex.

- ¿Adelaide?- se interesó Patty.

Harry apartó la mirada y se dirigió con su padre hacia el sofá. Encendieron la televisión y empezaron a ver un partido de fútbol. Mery nos señaló la puerta tras la cual se encontraba el baño y la salida a la piscina. No tardamos mucho en estar listas.