-Esto no fue tu culpa, no fue culpa de nadie. -le sonreí.

-Solo fue culpa de Catalina. -dijo Frank. Mire a Frank con cara de "cállate".

-¿Catalina te hizo esto? -se acercó Eva.

-No, no, no, no y no. -Sonreí.

-______ te conozco mejor que nadie. Sé que cuando estas nerviosa y mintiendo dices muchas palabras. -dijo Eva.

-Chicas es hora de cortar el pastel. -Se acercó Lana.

-¡Si! ¡A comer pastel! -Tome a Frank por el brazo y arrastrarlo. -Gracias. -susurre mientras pasaba al lado de Lana. Me lleve a Frank al salón porque todos se habían ido a la cocina.

-¿Por qué huyes de sus preguntas? ¡Cuéntales la verdad! -gritó Frank. Todos los que estaban alrededor del pastel nos voltearon a ver yo solo les sonreí.

-No les puedo decir la verdad, ni siquiera te la debí de haberte dicho a ti. Me pueden llevar con papá, así que mejor juarda silencio. -le dije susurrando.

-¡Pero eso es injusto! ¡Que Catalina te haya echo eso en el brazo y tú tengas que quedarte callada! -volvió a gritar.

-¡¿Qué Catalina hizo que?! -grito Rubén. Todos se acercaron a Frank y a mí. Rubén se puso en frente de nosotros dos con Catalina abrazándola por la cintura. -Catalina no hizo nada, fuiste tu quien la aventó. -Me miro a los ojos con enojo, yo también lo hice.

-No te voy a decir nada a ti. -Lo mire fijamente a los ojos. -Como ya te había dicho si me vas a creer esta bien. Tampoco no somos nada y jamás lo seremos. -Me di media vuelta agarrando a Frank comencé a caminar hacia mi cuarto con Frank.

-¡Perra! -gritó Rubén.

-Tampoco fuimos, somos ni seremos amigos. -Me voltee a verlo. Su cara de estar enfurecido cambio a una de tristeza.

-¡No le digas así a mi hermana! -gritó Luke. Acercándose peligrosamente a Rubén con el puño cerrado.

-¡Luke no lo golpees! -grité. Rubén me miro feliz. -Después de todo el no merece nada. Siempre será un bastardo. Y lo siento por arruinar tu fiesta, disfrútenla sin mí. Así no habrá momentos incómodos como este. -Su cara cambio de nuevo a tristeza. Caminé hasta mi cuarto con Frank y cerré la puerta de un portazo.

-¿Qué mierda fue eso? -me miro Frank sorprendido.

-¿Qué? No iba a dejar que me llamara perra. -le sonreí.

-Vaya. A pesar de todo tratas de ser feliz y fuerte. -Me miro triste.

-¡No me mires así! ¡Odio que tengan lástima por mí! ¡Odio todo lo que me ha pasado! ¡Odio mi vida! Me odio. -Dije sollozando y me tumbé en el piso a llorar.

-______ por favor no te pongas así. -Frank me ayudo a pararme y me sentó en mi cama. Se hincó en frente de mí. Y me miró apartándome el pelo de la cara. -Tienes a muchas mas personas apoyándote y tienes razón vas a poder olvidarlo. -Me sonrió.

-Gracias Frank. -Lo abrace y el también lo hizo. Abrieron la puerta.

-¿Interrumpimos? -dijo la dulce voz de Charlotte. Nos separamos y vi a Charlotte con una gran sonrisa tierna y detrás de ella Eva y Lana. Sonreí al verlas, después de todo tenía razón Frank, tenía tantas personas conmigo y no me había dado cuenta.

-Claro que no. Saben que todas son bienvenidas aquí. -Les dije con una gran sonrisa. Charlotte corrió y se lanzo arriba de mí dándome un abrazo grande. -¿Qué te pasa a ti? -dije entre risas.

-Nada, solo que te quiero mucho y no he estado contigo mucho en estos días. -Me soltó y nos sentamos.

-Esperare afuera. -dijo Frank y salió de mi cuarto. Eva cerró la puerta y se acerco junto con Lana y se sentaron en mi cama.

Soy diferente [En edición]Where stories live. Discover now