CAPÍTULO 24.

1K 56 5
                                    

-¡Más rápido ______! -dijo Charlotte. Les había contado a Eva y Charlotte de la cena con los padres de Rubén o con su madre y padrastro. Aunque es lo mismo ¿No? ¿Por qué tengo que hablar sola cuando me pongo nerviosa?
Íbamos a por un vestido y unas zapatillas, la cena sería en el mismo restaurante al que me llevó Rubén. Los mismos gots podrían estar allí, creo que de eso se encargaría Luke. Pero joder, ¿Por qué no me avisó antes? Hoy mismo es la cena y tengo que buscar todo, en parte si tengo la culpa. Joder, que podía haber enviado un mensaje. Teníamos que buscar el vestido, como la primera vez a la que me llevó, las zapatillas no me importaban mucho.
Rubén no era así, no le gustaba vestirse con traje o "elegante", por así decirlo. Él no era así, no entiendo porqué lo hacía. Probablemente su familia le dijo que querían algo elegante.
-________ por favor ya vámonos. -Charlotte chasqueaba los dedos en frente de mí.
-Perdón, si vámonos. -Salimos del piso y fuimos a el centro comercial.
-----
Buscamos de tienda en tienda. Me importaba muy poco como era el vestido, pero Eva y Charlotte querían que me viera bien. Estuvimos en tiendas de ropa y de zapatos, me parecían lindos todos los vestidos y zapatos que había, no entendía porqué ese no. Simplemente todos eran lindos.
-¡Encontré el indicado! -escuché chillar a Charlotte de la emoción, después la vi corriendo hacia mí con un vestido en las manos. El vestido era bonito, color crema y corto, probablemente me llegaría a las rodillas.
-Yo encontré unas zapatillas. -Eva se acercaba con unos zapatos de tacón color crema, también, solo que de un color más claro, el tacón no era tan grande probablemente unos cuatro centímetros.
-Tienes que medirtelos, y si no te quedan. Nos damos por vencidas. -Se dejó caer en uno de los sillones que había en la tienda. Y yo también me daría por vencida, llevábamos toda la mañana de tienda en tienda, en serio era muy cansado. Y solo era para un vestido y unos zapatos, no entendía porqué teníamos que perder tanto tiempo en esto. Fui a los probadores, me puse el vestido y los zapatos, me miré en el espejo, me gustaba como me veía, me puse mi ropa y salí del probador.
-¿Y el vestido? ¿No te gustó? ¿No te quedó? -La estampida de preguntas de Charlotte nunca pueden faltar en una conversación.
-Me gusta. -Es todo lo que respondí. Charlotte y Eva esperaban otra respuesta pero me quedé callada.
-Entonces paguemos y vámonos. -dijo Eva un poco incómoda.
-----
Hoy no era mi día y no me refiero a que me estuvieran pasando cosas malas si no a que simplemente no tenía ánimos para nada. No sabía porqué razón, era uno de esos días de bajón que no sabes porqué te sientes mal, simplemente te sientes así. Estaba acostada en mi cama mirando hacía el techo, mi celular comenzó a timbrar y respondí.
-¿Quieres que pase por ti? -Por alguna razón me alegraba que Rubén se preocupara a veces por mi, cuando yo no hacía nada a cambio por él. Era un simple estorbo en su vida.
-No, no te preocupes yo iré. -Traté de hablar igual que siempre, no quería que supiera que me sentía mal.
-¿______ te sientes bien? -Luke entró a mi cuarto. Tal vez se preocupó de que llevara una hora acostada sin hacer nada.
-¿Te pasó algo? -Lo que menos quería, no quiero que Rubén se preocupe, suficiente tiene conmigo a diario para cargar con esto por el simple hecho de ser cortés.
-No, no tengo nada. Estoy bien, gracias Luke. No te preocupes. -Luke no pareció convencerle porqué al instante que se lo dije hizo una mueca y salió de mi cuarto.
-¿Segura que no tienes nada? Tú voz suena un poco apagada. -Necesitaba cambiar de tema si no Rubén no pararía hasta que le dijera la verdad.
-Estoy bien Rubén, solo es por el momento, pero para la cena voy a estar bien. No te preocupes.
-No, no quiero que finjas ser feliz. Podemos programar la cena para otro día, otro día que te sientas mejor. -No quiero que haga eso, no quiero que posponga esto para otro día por un simple capricho mío.
-No Rubén, nos vemos más tarde. En serio no te preocupes, adiós.
-Espera iré con mi madre, no cuelgues. -Escuché a Rubén corriendo, ya era suficiente molestia para Rubén, no quería serlo también para su madre. Esperé unos segundos más hasta que Rubén volvió a hablar. -Iré yo a por tí, nos vemos más tarde. Adiós. -Después de eso solo escuché como colgaba, algo planeaba. Lo único que hice fue susurrar "Adiós" a pesar de que él ya hubiera terminado con la llamada. Me quedé unos minutos más recostada en la cama, me paré y me dirigí al baño para ducharme, quedaba menos de una hora y yo aún no hacía nada.
Tomé la ducha y me tomé mi tiempo. Necesitaba estar sola para poder pensar, tardaría más tiempo en salir pero, hay tantas cosas que han pasado, son buenas pero no entiendo porqué todo lo malo que me ha pasado vino a mi mente. Lo único que quería era estar todo el día en mi cuarto, o lo que restaba del día. Pero tenía que ir a con Rubén, me prometí a mi misma que no ls faltaría. Tengo que dejar de pensar en eso, si no me pondré peor. Decidí salir de ducharme para dejar de pensar en eso.
Me puse la ropa y fui a mi tocador, que según mi madre todas las mujeres debían de tenerlo, yo no lo usaba mucho por lo cual pensaba que mi madre no tenía la razón. Me quedé observando mi reflejo en el espejo, no me sentía igual que siempre, sentía que todo había cambiado, que todo iba a cambiar, que nada de lo que estaba pasando era real, que vivía en una mentira.
-¡______ llegó Rubén! -Gritó Luke. Me miré por última vez en el espejo, me iba a hacer un peinado de los que me enseñó Eva pero no sentía que fuera yo, decidí que me iría con el pelo suelto. Salí de mi cuarto y vi a Rubén sentado, moviendo el pie de un lado a otro, estaba preocupado, me acerqué y al estar mas cerca alzó la cabeza.
-Vaya. -Soltó en un susurro. Y como la primera vez, el no se había arreglado. Lo único que hice fue sonreirle y dirigirme a la puerta.
-¿No te vas a despedir? -Giré y estaba Luke recargado en el marco de la puerta de la cocina con una media sonrisa. Comenzó a acercarse.
-Te ves muy hermosa, has cambiado mucho. -Sonrió y me abrazó. ¿Por qué tenía que ponerse así de sentimental? Me refiero a que es mi hermano y se preocupa porqué no me sienta bien, pero joder que hay personas que quisieran un hermano como Luke. Me separé de él y me sonrió.
-¿Nos vamos? Si te quieres quedar está bien, en serio yo me puedo que... -Rubén en verdad estaba preocupado, pero negué con la cabeza y le sonreí. Me despedí de Luke y bajamos Rubén y yo por el ascensor. Caminábamos por la acera, el restaurante estaba al otro lado de la ciudad, tardaríamos mucho en llegar.
-¿Algo que decir? -Me miró y sonrió, yo simplemente negué. -Oh vamos ¿No piensas nada de que vayamos caminando? -Negué de nuevo. -¿No hablarás? -Lo miré y le sonreí. -Entonces... -Volvió a hacer lo que siempre hacía cargarme y dar vueltas, sabía que con esto gritaría. Y lo obtuvo.
-¡Rubén no!
-Al menos ya dijiste algo. -Me bajó y me sonrió. -Por favor dime que es lo que tienes. -Me miró con tristeza, como si me tuviera lástima, o probablemente yo era la que pensaba que así me veía, tal vez no era así. No podía dejar de pensar que solo era una carga para él y siempre le arruinaba todo.
-¿Me creerías que no se que es lo que tengo? -le sonreí. ¿Por qué mentirle cuando solo trataba de ayudar? Ni yo entendía porqué hice eso.
-¿Segura que no lo sabes? -Le asentí y sonreí. -Tal vez solo necesitas una aventura, una persona, a mí. -Me miró con una ceja alzada. Me causaban gracia estos tipos de comentarios que hacía, me recordaban a los primeros días cuando lo conocí.
-¿Recuerdas cuando me abrazabas por la cintura y decías "Es mía" cada que alguien intentaba ligar conmigo? -Al parecer si lo recordó, porqué sonrió al instante.
-¿Cómo no recordarlo? No entiendo porqué dejé de hacerlo.
-Porqué no me gustaba que lo hicieras y por qué me quieres lo dejaste de hacer. -reí.
-¿Cómo no querer a esa carita? -Me agarró una mejilla.
-No hagas eso. -Aparté su mano.
Seguimos caminando hasta su departamento en silencio. No era incómodo, para mi no lo era, cada uno pensaba en sus problemas, u otro tipo de cosas. No me sentía incómoda con él, tal vez algunos meses antes sí, pero ahora no. En tan poco tiempo habíamos logrado tanto.
Llegamos a su departamento y abrió el portal, subimos por el ascensor, nuevamente en silencio. Estábamos en frente de su departamento pero el se detuvo antes de abrir la puerta.
-¿Segura que te sientes bien? ¿No estás nerviosa? Pudiéramos regresar y posponer la cena, a mis padres no les importará. -Nuevamente el estaba preocupado, y todo era solo porqué yo no tenía ánimos. Aunque debería de ser yo quien estuviera nerviosa, no él.
-Rubén estoy bien. No tienes porqué preocuparte -Soltó un suspiro y abrió la puerta. Su piso estaba en silencio, pensaba que no habría nadie. Rubén cerró la puerta y de la cocina salió una niña corriendo probablemente tenía 6 o 7 años.
-¡Hermano! -La pequeña saltó a los brazos de Rubén y el comenzó a darle vueltar mientras ella reía a carcajadas. Cuando dejó de dar vueltas, pero aún la tenía en sus brazos me miró confundida.
-¿Quién eres? ¿Me alejaras de mi hermano? -Su cara de confundida cambió a una de preocupación.
-Me llamo _______. -Le sonreí. -Y no te quitare a tu hermano, nunca lo haría.
-¿En serio? -abrazó por el cuello a Rubén.
-Si, de hecho iremos a comprar un juguete para ti, cuando terminemos de cenar. Claro si quieres ir. -Rubén me miró con cara confundida y la pequeña con emoción. Rubén la bajó y la pequeña regresó corriendo a la cocina.
-¿Qué haces? -Rubén me susurró mientras íbamos a la cocina.
-Simplemente le digo los planes que tenemos para después. -Le sonreí y el me devolvió la sonrisa. Me hizo esperar en la sala de estar, ví como llegaba Rubén con su madre, el padrino y su hermana cargandola. Era una escena tierna, como para una foto familiar de esas que envías en navidad. Su madre se acercó a mí.
-¿Tú eres la novia de Rubén? -Había olvidado que tenía que fingir ser su novia. Miré a Rubén y él me miraba preocupado.
-Si, si lo soy. -Le dije con una gran sonrisa.
-Un gusto poder conocerte. -Me abrazó y yo le correspondí. Me soltó y se acercó el padrino.
-Yo soy el padrastro de Rubén o como el me dice, el padrino. -Me tendió la mano.
-Si, él habla de usted. -Le sonreí.
-Ella me va a llevar después de cenar a comprar un juguete. -La niña lo dijo con emoción.
-¿No creen que es demasiado tarde? ¿No podrían ir mañana? -Su madre nos miraba preocupada.
-No, es solo que _______ no puede. -Respondió Rubén, lo miré confundida. En verdad yo no tenía planes. -Bueno ella no lo sabe, es una sorpresa. -No debió decir eso, no dejaría de pensar en esa sorpresa y dejarlo de molestar intentando sacarle un poco de información.
-Bueno, vayamos a cenar. Estás muy guapa y muy arreglada ¿Rubén no te dijo que cenaríamos aquí? -Rubén trataba de decirme algo con la mirada pero no lo entendía.
-No me lo dijo. Lo hace porqué sabe que odio usar vestidos. -Lo fulmine con la mirada y el hizo lo mismo.
-Bueno vayamos a cenar. -dijo el padrino. Fuimos a la cocina, ayudé a poner algunos platos, mientras que Rubén jugaba con su hermana y el padrino también nos ayudaba.
-¿Hace cuánto sois novios? -dijo el padrino, comencé a toser y después miré a Rubén.
-Hace un mes, no es tanto pero es como si fuera mucho. -Rubén respondió en seguida, en serio yo no podía mentirle a sus padres, dejaría que él hablara.
-¿Y a que te dedicas? -preguntó su madre.
-¿Esa pregunta no la hace el padre de la novia? -dijo el padrino y después me miró. -¿Tú padre le hara esa pregunta a Rubén? -Vaya, había olvidado lo mal que me sentía pero con esa pregunta, todo volvió a mi. Todos los malos recuerdos llegaron a mi de golpe. Mi padre no estaba muerto, pero era como si en verdad lo estuviera. Rubén me miró preocupado.
-¿Me disculpan? Tengo... tengo que ir al baño. -Me paré y caminé hasta al baño, cerré con seguro y me miré de nuevo en el espejo. No podía llorar, no ahora, no aquí. Y es que era algo tan tonto llorar por algo así, él estaba vivo, pero no podía evitar llorar. Solo he soñado con él.
-¿_______? ¿Estás bien? -Tocaron la puerta. -¿Puedo pasar? -Me miré en el espejo y estaba por llorar. Estaba al borde de las lágrimas, y solo por pensar. Las personas no ganan nada pensando, solo se deprimen más. Decidí abrir la puerta y Rubén entró con una sonrisa. -¿Estás bien? -Yo lo abracé, no sabía si lo había hecho alguna vez, pero fue por impulso. Necesitaba esto, necesitaba saber que estaría conmigo, que no me dejaría sola, como lo han hecho todos. -Tranquila, estoy aquí. -La puerta se abrió poco a poco y se asomó la hermanita de Rubén.
-¿Por qué lloras? -Su voz era tan tierna, no podía sentirme mal con ella aquí, era tan tierna, todo de ella lo era. La pequeña corrió hacía mi e hizo que la cargara.
-Oh no estoy llorando, bueno si pero es porqué me acabó de golpear con el espejo. -La sonrisa no se me borraría si ella estaba aquí.
-Mamá quiere que vuelvan. -Miré a Rubén, con la pequeña aún en los brazos, fuimos a la mesa de nuevo, sus padres estaban serios. Probablemente se habían enojado de que me haya ido así de la mesa, nos sentamos.
-_______ queremos disculparnos, no sabemos que pasó con tú padre, pero sea lo que haya pasado discúlpanos, no lo sabíamos. -dijo su madre.
-No se preocupe, no lo sabían, si me hace sentir un poco mal, pero esta pequeña sabe como alegrarme. -Comencé a hacerle cosquillas y ella reía a carcajadas.
-Bueno entonces ¿Queréis ver una película? -preguntó el padrino.
-Tiene que ser una que pueda ver Isabel, algo infantil.
-Mamá no tengo ese tipo de películas.
-No soy tan pequeña. -Hizo un puchero y reí. No podía con ella, en serio era tan tierna. -Aunque ya tengo sueño. -Se talló un ojo.
-Ven vamos a dormirte. -Se paró su madre y agarró a la pequeña de la mano, se soltó y se dirigió a mi.
-Adiós, espero que ya no te duela el golpe. -Me dio un beso en la mejilla y se regresó.
-Entonces vayamos al salón. -Se paró el padrino y ambos lo seguimos.
-¿Entonces que harán mañana? -Preguntó con una ceja alzada el padrino.
-Tío, que es una sorpresa ¿Quieres arruinarla?
-No creo ser el único que quiera saber que es. -Me miró y le sonreí. -¿O me dirás que tampoco quieres saber que es?
-No me gustan mucho las sorpresas, pero tener a Rubén como... novio es tener una sorpresa cada día.
-¿Y Rubén es romántico? Nunca lo he visto serlo.
-Me molesta más, me hace algunas bromas pero sabe estar allí para mi. No es lo que me esperaba de un novio, pero siempre son buenas las sorpresas, algo que nunca has esperado es bueno, o mucho más que eso.
-No sabía que opinarás así de mi. -Rubén me miro con una sonrisa.
-Nunca lo preguntaste, opino más cosas sobre ti. -dije sin mucha importancia
-Por fin la pude dormir ¿Entonces no pueden mañana? -Dijo su madre entrando.
-Creo que podemos ir por la mañana.
-Pero Rubén ellos vienen por ti desde Noruega ¿Y desperdicias el tiempo conmigo?
-Oh no te preocupes querida, nos quedaremos una semana y después nos mudaremos a una casa cerca de aquí.
-¿En serio? -Rubén se veía muy feliz y emocionado con esa idea. Me refiero a ¿Por qué no lo estaría? Por fin tendría más cerca a su familia, podría ser el hermano que quería ser para su hermanita. También me parecía genial, podría estar más cerca de la pequeña.
-Creo que me tengo que ir. Si quiero ir a comprar el juguete por la mañana, tengo que dormir bien. Si no tengo mal humor. -Me parecía increíble que les haya tenido tan rápido confianza a ellos.
-Así que es por eso que a veces eres así. -Dijo Rubén y yo le asentí. -Gracias por la cena, estuvo grandiosa. -Me acerqué a su madre y me despedí con dos besos.
-Algún día te diré los puntos débiles de Rubén para que los utilices cada que te moleste. -dijo el padrino mientras se despedía con dos besos.
-Eso me serviría mucho. -le sonreí. Me despedí de ambos, Rubén me acompañó hasta el portal.
-¿Y que más piensas de mi? -Rubén me miraba con los brazos cruzados y una sonrisa.
-No te lo diré.
-¿Quieres que te acompañe?
-No te preocupes, iré caminando. Quiero pensar un poco, tengo que irme Luke estará preocupado.
-No pienses demasiado, te puedes deprimir. -Me golpeó delicadamente el hombro. -Por cierto gracias por fingir ser mi novia.
-Sabes que estoy para ayudarte, ahora en serio tengo que irme ¿Nos veremos mañana? -Asintió. Me agarró de la mano y me estiró hacía él y me dio un beso en la frente.
-Lo siento, pero ya tenía tiempo sin hacerlo. -Me miró feliz, no era incómodo el momento, probablemente antes si pero ahora era diferente, como si los dos quisieramos esto.
-Adiós. -Le sonreí y me dispuse a seguir con mi camino.
*****
Hola (͡° ͜ʖ ͡°) Saben que subo capítulo cada milenio, así que no diré nada :v
POR CIERTO gracias por las +5K leídas ^^ es grandioso que la novela esté creciendo de poco a poco, gracias a todas esas personas que me han apoyado siempre y comparten la historia, se les quiere mucho<3 y para las nuevas personas saben que son siempre ¡Bienvenidos! :D
Tengo tantas ganas de escribir el capítulo 25 AH D:< así que lo comenzaré a escribir para que lo puedan tener esta semana o la siguiente (No digo que lo vayan a tener PROBABLEMENTE) Si los profesores no encargan tarea
Eso es todo, los quiero mucho. CHAU!
Twitter: @amorparatubody

Soy diferente [En edición]Where stories live. Discover now