CAPÍTULO 15.

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Estoy en el piso de Mangel y Cheeto. Cheeto y yo estamos haciendo un pastel porque es el cumpleaños de Rubén y le harán una fiesta sorpresa en mi piso.

-¡¿______ que coño estas haciendo?! -gritó desesperado Cheeto.

-¡Tú me dijiste que le echará leche! -dije con el cartón de leche vacío en la mano.

-¡3 tazas _____! ¡3 tazas! -dijo acercándose a ver la mezcla.

-¡Cheeto deja de gritarle! No todos somos expertos como tú. -dijo Mangel desde el marco de la puerta de la cocina.

-Vale, perdón ______. -bajó la mirada.

-No te preocupes, no soy buena en la cocina. -le sonreí.

-______ ¿Quién esta en tu piso ahora? -preguntó Mangel.

-Charlotte, Eva, Alex, Luke, Samuel y Willy. Están decorando, creo.

-Madre mía, madre mía, madre mía. Ahora ¿que voy a hacer con esto? -dijo Cheeto con el tazón de la mezcla en las  manos y caminando de un lado a otro.

-Tranquilízate de una buena puta vez, joder Cheeto que no es una boda.

-Pudiera ser una boda. -dijo Mangel con una sonrisa picarona, lo mire confundida. -Ya sabes tú y Rubén.

-En serio hartan con eso. El y yo solo somos mejor amigos, solo unos jodidos amigos.

-¿Cuándo admitirán lo que sienten el uno por el otro? -dijo Cheeto.

-Cuándo alguno de los dos sienta algo. Tu vete a salvar el jodido pastel o compra uno y ya.

-¿Porque hablas por los dos? Si no le gustaras no te trataría de esa forma.

-¿Como? Digo a parte de sentir enojo porque me destrozo el proyecto ayer. No siento absolutamente nada más que eso.

-Oye pero al menos te ayudó a terminarlo. Y él no fue el que lo destrozó, fue tu computadora quien se apagó sola. 

-Si, lose pero... espera ¿Como sabes que el me ayudó? -fruncí el ceño.

-¡Vamos a comprar el pastel! -comencé a reírme.

-¿Y a ti que cojones te pasa? -preguntó Mangel y me miró asustado.

-Es que Cheeto, parece nuestra madre. Siempre dándonos de comer y todo.

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Estábamos en mi piso esperando a que Rubén llegara. Decidimos hacerla a las 9:00 p.m. Habían llegado 3 personas más, sus nombres eran Luzu, Lana y Frank. Escuché unas risas por el pasillo.

-¡Escóndanse mierda es él! -les grité desde la puerta.

-¿No, nos puedes decir una oración sin ser maleducada? -dijo Alex que estaba en el sillón del salón mientras buscaba un lugar donde esconderse.

-Cállate y vete a esconder con los demás. -Me puse detrás de la puerta. La puerta se estaba abriendo, pero parecía que lo hacía en cámara lenta, hasta que me harté, salí de mi escondite y abrí la puerta jalándola. Mi sorpresa fue encontrarme con Rubén besándose con una pelirroja y con su mano en la perilla de la puerta. Sentí una punzada en el corazón era de rabia y dolor.

-¡Feliz Cumpleaños! -gritaron todos. Mientras yo me apartaba de la puerta y me sentaba en el sillón del salón.

-Gracias. -dijo Rubén entrando sonriente por la puerta, zafándose del agarré de la pelirroja. Me volteó a ver y me sonrió, aparte la mirada. Todos me voltearon a ver.

-¿Que me miran? coño no tengo mierda en la cara. -todos se quedaron callados y Frank fue el único que se río.

-Bueno, pues vamos a empezar con esto. -dijo Scot para no hacer esto más incómodo. Se comenzó a escuchar música. Todos los demás fueron con Rubén  para felicitarlo. Yo me quedé sentada, saqué una cerveza de la hielera que estaba arriba de la mesita del salón. Frank se sentó a mi lado.

Soy diferente [En edición]Where stories live. Discover now