Soy diferente [En edición]

CAPÍTULO 9.

Camine por el pasillo y me pare al lado de Eva, con la mirada baja. No quería ver su expresión de cómo me vería se que se reiría de mi.

-_____ te ves…tan…diferente. Te ves tan hermosa. –dijo Rubén

-Gra…gracias. –Sentí ese calor en mis manos.

-Bueno pues nos veremos más al rato. Aquí nos de quedaremos hasta que venga Luke. –dijo Charlotte.

-¿No…no  irán?

-Vaya que eres inocente. –dijo Eva y me pellizco las mejillas.

-Em… ¿nos vamos? –dijo Roben.

-Eh…claro.

Salimos de mi piso, yo  iba en silencio. Subimos al ascensor.

-¿Por qué estas así? –dijo Rubén mirando al frente y con una voz un poco asqueada.

-Tu… -suspire y baje la vista - Me dijiste que me viniera así.

-No me refiero a tu apariencia –lo mire – Tu apariencia te ves bastante hermosa, no se porque no te gusta lucir así.

-Entonces si no es eso ¿Qué es?

-Vas a cambiar tú manera de vestir, según lo que me han dicho, no cambiaras tu manera de ser. Y la _____ que conozco no es callada. –sentí de nuevo ese calor en mis manos ¿Por qué me esta pasando esto del calor en las manos?

-reí – Es cierto bueno y ¿A dónde me llevas?

-sonrió –Eso es una sorpresa.

-¿No me dirás? –negó con la cabeza. Mire a Rubén y vi que el no iba arreglado como yo lo iba. –Oye y a ti ¿que cojones te pasa? –lo mire mal.

-¿De que me hablas ____? –me miro asustado.

-Que me haz obligado a vestirme así y que tu solo vienes con ropa normal. –Su ropa era formal/informal como unos dicen. Llevaba puesto unos jeans, una camisa negra y unas zapatillas.

-Bueno esto es lo más formal que conseguí. Nunca dije algo sobre que tenías que comprar. -Llegamos a la planta baja y caminamos hacía la banqueta mientras esperabamos el taxi.

-No dijiste sobre comprar pero si dijiste que debía ser vestido.

-Ah eso -se rascó la nuca. -Era broma -llego el taxi.- ¡Justo a tiempo! -subimos le dijo la dirección.

-Eres un hijo de puta.

-Perdón pensé que aunque te dijera no lo harías. -me miraba pero yo solo miraba por la ventana.

-Pues pensaste mal.

-Oh vamos no te enfades conmigo, mira no te ves mal.

-¿Enfadarme? -lo miré a los ojos y el lo hizo. Sentí de nuevo ese calor en mis manos. -Yo no...me enfadó...por cosas tan...estúpidas. -No dejaba de verlo. Aparte la mirada cuando sentí el calor en mis manos pero esta vez era mas fuerte.

-Y ¿como te puedo hacer enfadar? -se recargo.

-Insultando cosas que amó. En ese caso no me enfadaría, te mataría.

-¿Así? -levantó una ceja. -Entonces insultare algo que amas. Rubius eres un tonto.

-¿Que? -solté una carcajada. -Yo no te amó.

-Si claro... -el taxi paró. Rubén pagó y bajamos.

Me encontraba frente a un restaurante. No cualquier restaurante. Era el restaurante en el que había tenido un sueño. Pero papá estaba allí. Era yo de pequeña. Solo el y yo. Pero el me trataba de esconder de alguien. Me escondía de 3 hombres grandes. Después papá se le incendiaron las manos. Y desperté. Fue un sueño raro, pero estaba mi papá.