Press Start 🎮 Mail "Matt" Jeevas

🎮 VII: Cólera

[Tokyo, Japón]

[Residencia Yagami]

Soichiro entró a la sala, soltando un suspiro. Había despertado hacía poco, así que estaba en pijama, y había decidido bajar tras recibir una llamada de Mello, el secuestrador de su hija, que lo alteró un poco. El suspiro que dejó salir, llamó la atención de su esposa.

– ¿Cariño?

– ¿Y Sayu?

– Sigue encerrada en su cuarto –le entregó un vaso de agua.

– Ya veo... –lo tomó.– Perdóname, Sachiko –bebió.

La mujer frunció el ceño preocupada, pensando en cómo decirle a su esposo lo que había pensado.

– ...Cariño...he estado pensando mucho últimamente...

El hombre la miró con sorpresa, sintiendo cierto temor ante lo que ella fuese a decir.

– ¿Qué...Qué quieres decir?

– Sé que la casa está siempre bajo la protección de la policía...pero aun así...podríamos irnos de aquí...donde nadie nos conozca...Si no, no sé si Sayu será capaz...

– Así que es eso... –dijo aliviado.– Tienes razón. Light parece apañárselas muy bien solo. Gracias, Sachiko.

– ¿Por qué me das las gracias...?

Él la miró, sonriendo.

– Por un momento pensé que ibas a decir que me dejabas o algo así.

– ... ¿Por qué dices eso? Estaremos juntos toda la vida. Decidas el camino que decidas, yo te seguiré.

– Sachiko...

El timbre de la casa sonó, llamando la atención de ambos.

– Iré a ver quién es.

Sachiko se dirigió a la puerta de entrada y, algo temerosa, la abrió; sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a la persona al otro lado.

– Tn... –murmuró.

– Hola, mamá –sonrió.

– Bienvenida –sonrió.– Pasa.

Tn entró, cerró la puerta tras de sí y se quitó los zapatos.

– ¿Tn? –llamó sorprendido.

– Hola, papá –sonrió.

– ¿Qué haces aquí?

– Light me llamó para avisarme que habían rescatado a Sayu, así que vine a verla...necesito verla...

– ...Gracias, Tn –sonrió.– Ella estará feliz de verte.

– Eso espero –rió.

– Pero...Tn, ¿No tienes universidad?

– Sí, por eso traje este bolso pequeño –enseñó su bolso.– Tengo que volverme rápido, viajaré el lunes por la madrugada.

– Llegarás cansada.

– Sí, de hecho...apenas llegue a Los Ángeles, tendré que buscar mis cosas e irme a clases –rió.– Pero no importa, necesitaba venir.

– Está bien –sonrió.– Sayu está en su cuarto, no ha querido salir.

– Iré a verla –sonrió.

Tn subió las escaleras rápidamente, dirigiéndose al cuarto de su hermana; se detuvo delante de la puerta, dejó su bolso en el suelo y llamó a esta.