🎮 XIX: Gemelas

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[1 de Enero]

[Residencia Yagami]

El timbre sonó. Sayu se dirigió a la puerta y, al abrir, esbozó una enorme sonrisa.

– ¡Hermana! –gritó.

Se abalanzó sobre su gemela y la abrazó con fuerza. Tn rió y correspondió.

– Hola, hermana –rió.

Se separaron, y la primera miró al chico detrás de su gemela.

– Hola, Matt –sonrió.

– Hola –sonrió.

– Pasen, adelante. Mamá estará feliz de verlos.

La pareja entró a la casa, mientras la chica cerraba la puerta; se quitaron los zapatos, se quitaron los abrigos y se dirigieron al salón. Sachiko, al ver a su otra hija y el novio de esta, sonrió.

– Tn, Matt, bienvenidos. Siéntense, prepararé té.

– Gracias, mamá.

– Gracias, suegra –rió.

Ambos se sentaron en el sofá. La chica se sentó junto a su gemela.

– Me gusta tu vestido, ¿Es terciopelo? –preguntó.

Tn llevaba un vestido negro de de terciopelo, de tirantes y corto a la mitad de sus muslos, con una blusa blanca ajustada y algo traslucida debajo, de mangas largas y cuello tortuga.

– Sí. Es lindo, ¿Verdad?

– Mucho. Te queda genial, hermana. A veces dudo de que seamos gemelas...

– Bueno, tú sacaste la amabilidad y lo angelical, yo saqué la inteligencia y la belleza –bromeó y echó su cabello hacia atrás, de forma algo dramática.

Ambas comenzaron a reír.

– De verdad, somos gemelas, así que tenemos el mismo cuerpo, pero...ver la ropa que usas, me encanta, pero siento que no me quedaría bien.

– Sayu, por dios. Somos gemelas, mi ropa te quedaría tan bien como a mí me quedaría la tuya.

– Supongo. Pero tú, con ropa así de casual...sería raro. Ni siquiera cuando íbamos a secundaria vestías casual. La señorita porrista siempre lleva ropa ajustada.

– ¿Qué? –rió.– Bueno, tienes razón.

– ¿Recuerdas cuando éramos niñas? Siempre usabas vestidos y tiaras.

– Era la princesa Yagami. Siempre fui de la realeza.

– Sí, claro –rió.– Aunque admito que eras de la élite en la escuela.

– Obvio, era de las más populares. Pero ya ves, terminé con un friki –señaló a su novio.– El cliché.

– ¡Oye! –rió Matt.

La gemelas rieron divertidas. Tn giró para ver a su novio, tomó su rostro con ambas manos y le dio un rápido beso.

– Tranquilo, bae. Sabes que eres el mejor y te amo. Me vuelves loca –dijo en inglés y lo besó de nuevo.

– H-Hey, babe...Tranquila, estamos en casa de tus padres. Tu madre va a matarme –rió, algo nervioso.

– No entiende inglés –guiñó un ojo.

– Pero yo sí –intervino Sayu.– Así que compórtense.

– Lo siento –rió.

Sachiko se acercó con la bandeja con las tazas de té y las sirvió, para luego tomar asiento en el sofá.

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