Press Start 🎮 Mail "Matt" Jeevas

🎮 III: Esa chica

[17 de Enero]

– ¡Light, date prisa! –llamó Sachiko.

Light bajó de su cuarto ya alistado, aquella mañana tenía su examen de ingreso en la universidad de To-Oh; se colocó sus zapatos y salió de casa. Tn y Sayu seguían en pijama, y salieron tras él, con su madre yendo detrás.

– ¡Haz lo mejor que puedas! –animó la mujer.

– ¡Ánimo, hermanito!

– ¡Tú puedes, Tsuki-onii!

– Es sólo un examen...se están pasando un poco. En fin...me voy.

[Días después]

Light había entrado en To-Oh University, había quedado primero en los exámenes de admisión así que aquel día le tocó dar el discurso en la ceremonia de ingreso, junto a un chico que le resultó extraño.

Entró a casa, molesto después del "enfrentamiento" con L. Sayu sonrió al verlo llegar.

– ¡Bienvenido, señor estudiante de To-Oh!

El chico la ignoró y subió las escaleras, sin decir nada.

– ¿Uhm?

[Cuarto de Tn & Sayu]

Tn estaba con la laptop sobre la cama, conversando con Matt.

– Mira lo que me compré –enseñó un nuevo videojuego.

– ¡¿AH?! ¡Pero ese juego salió a la venta hace no más de 14 horas!

– Sí...pero soy amiga del dueño de la tienda de videojuegos, así que le pedí que me guardase uno apenas llegara. Me lo trajo esta mañana –sonrió.

– Ayer dijiste que no tenías dinero.

– Matty, tontito, sabes que soy la pequeña consentida en esta casa. Nunca me dicen que no.

– "Malcriada" querrás decir.

– ¡Matt! –se quejó. Él rió.

– ¿Ya lo jugaste?

– Aún no, estuve un rato con mi hermana y después me puse a hablar contigo.

– Eso es pecado. ¿Cómo te compras un juego y no lo juegas a la primera? Encima uno que acaba de salir.

– Qué tonto eres –rió.

– Ponlo, te veré jugar.

– ¿Seguro?

– Yep.

– ...Okay. Si es lo que quieres.

Tn se levantó, encendió la consola y colocó el videojuego nuevo.

[Winchester, Inglaterra]

[Wammy's House]

Matt observaba a aquella chica con cierta atención, captando cada detalle de ella, de su físico y sus movimientos. Se sentía algo extraño cuando hablaba con ella, solía ponerse nervioso a veces o sentir que sus mejillas ardían. Llevaban un año de conocerse a través de aquel videojuego online, y se veían por videollamada hace un mes.

– Ya –lo miró.– ¿Seguro que sólo quieres verme jugar?

– Sí, quiero ver cómo es el juego.