🎮 Epílogo

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[3 años después]

[Los Ángeles, California, USA]

Tn corrió por aquella calle, en medio de la noche y la lluvia; se desvió hacia un callejón y se ocultó detrás de un bote de basura. Con la respiración agitada, abrió su mochila, sacó un cargador y cambió el de su arma que ya estaba vacío. Unos pasos se oyeron acercarse, y detenerse en la entrada del callejón. Ella sacó un espejo de mano y lo usó para observar a aquellas personas, eran cuatro hombres de traje cargando armas y uno que iba a la cabeza y llevaba una larga gabardina negra, con una tarjeta colgando de su cuello que lo identificaba como agente del FBI.

– Mierda... –murmuró, frunciendo el ceño.

– Hasta aquí llegas, Cypher –dijo aquel agente.– O debería decir...Ashling Matsushita.

La joven exclamó sorpresa.

– Si cooperas con nosotros, podemos...reducir tu condena. De lo contrario, me temo que irás a una supremax, directamente a una celda aislada. Tú eliges.

– Hm –sonrió.– ¡Agente Abney!

– ¿Uhm?

– ¡Lo siento! Pero... –sacó dos cilindros de su mochila.– ...no volveré a prisión.

La chica lanzó aquellos cilindros, los cuales rodaron hacia los agentes y soltaron una enorme nube de humo; aprovechando la distracción, se levantó y comenzó a correr.

– ¡Corte! –gritó el Director.

Tn se detuvo y suspiró, agotada. El personal del staff se acercó a ella, uno tomó la mochila y otro le entregó una botella de agua.

– ¡Preparen a la doble de acción!

La asiática se dirigió a su silla, se sentó y tomó su bolso, para sacar su teléfono.

– Oh, Sayu... –murmuró al ver las llamadas perdidas de su hermana. La llamó de nuevo.– Sayu, hola.

– ¿Estabas grabando?

– Sí –rió.– Aún me queda un poco. ¿Sucede algo?

– Bueno, me dijiste que te avisara cuando llegara a Los Ángeles. Gracias por contestar.

– ¡Ah! Lo siento mucho, de verdad.

La gemela rió al otro lado de la línea.

– No te preocupes. Llamé a Matt, así que vino a buscarme.

– ¿Ya estás en casa?

– De hecho...le pedí que me trajera al set.

– ¿Set?

La joven giró, viendo a su esposo junto a su hermana. Sayu levantó una mano, saludando con una sonrisa.

– ¡Hermana!

Cortó la llamada, saltó de la silla y corrió hacia su gemela, para abrazarla. La contraria rió y correspondió.

– ¡Tonta! ¿Cómo vienes sin avisarme?

Press Start 🎮 Mail "Matt" JeevasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora