Gruñidos

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-T..Tobías sama _le miré y limpié mis lágrimas_ ¿Q..qué está haciéndo aquí? ¿Qué necesita?

-Sakura, ¿Qué ocurrió? _me extendió su mano_

-N..nada _la tomé y me levantó_ S..solo se me resbaló, lo lamento tanto _mantenía mi cabeza baja_

El pelinegro colocó su índice en el mentón de la pelirosa levantándo su mirada.

-¿Qué ocurrió? _me miró fijamente_

Comprendí que no preguntaba por los platos rotos.

Me centré en sus cálidos ojos provocándo que estallara en lágrimas, rápidamente me recostó a su pecho en un confortador abrazo.

Coloqué mis brazos alrededor de su cuello para sellar el abrazo, lo estuve necesitando desde la mañana, solo un simple abrazo, cuando sentí que no podían salir más lágrimas de mis ojos me separé con mi cabeza baja y un leve sonrojo.

-L..lo lamento.

Tomó mi rostro entre sus manos y con sus pulgares limpió mis lágrimas.

-¿P..por qué su cabello es negro otra vez? _dije fijando mi mirada en éste_

-Es algo que me pasa muy seguido, pero no tiene importancia en este momento _me miró fijamente por unos segundos y se acercó a mis labios para depositar un tierno beso en ellos_

Sus labios eran suaves y carnosos, nunca me habían dado un beso tan paciente y dulce, trataba mis labios como si fuésen porcelana.

El beso poco a poco subió de intensidad pero sin dejar de ser dulce, me acorraló contra el pantry e implementó besos suaves en mi cuello mientras mi respiración agitada se transformaba en pequeños gemidos. Regresó a mis labios y colocó una mano en mi muslo dando pie a que enrolláse mis piernas en su cadera, me sentó con suavidad sobre el pantry sin dejar de besarme. Desabroché algunos botones de su camisa tímidamente lo cual provocó que una sonrisa se dibujáse en su rostro, metí mis manos por el lugar que había desabrochado, bajo su camisa, acaricié su pecho y abdomen bien marcados pero comencé a sentir unas manos que traspasaban mis bragas.

El pelinegro metió su dedos más allá de las bragas de la chica, sintió lo mojada que estaba lo cual provocó que su miembro se erectára rápidamente, los gemidos de la pelirosa subían de tono mientras que el pelinegro cubría su boca con su mano desocupada, profundizaba sus dedos aún más mientras la pelirosa se deleitaba, pronto sintió como aquel líquido se intensificó, la pelirosa se había corrido en su mano.

La chica arrecostó su cabeza en el hombro del pelinegro, colocó sus manos nuevamente en sus muslos y la cargó subiéndo por las escaleras y entrando a su habitación, le ayudó a desvestirse y le colocó una camisa suya, se la abrochó y pronto la pelirosa se quedó dormida.

Despertó a eso de las tres de la madrugada, prendió la lámpara de la mesita de noche y miró una figura sentada en la silla del escritorio, se acercó y colocó su mano en el hombro de ésta, el pelinegro no volteó, su mirada estaba completamente apagada, levantó su rostro suavemente y le dedicó una sonrisa, la tomó por la cintura ordenándole que se sentáse en sus piernas, la chica colocó ambos brazos rodeando el cuello del chico, le miró mientras acarició sus negros cabellos. Levantó ligeramente a la pelirosa y desabrochó su pantalón sacándo su miembro, hizo a un lado las bragas de la chica e introdujo la punta de su miembro en su entrada, posicionó sus manos en la cintura de la chica aplicando fuerza para que ésta se sentáse otra vez introduciéndo su miembro por completo provocándo un fuerte gemido de la pelirosa.

La chica empezó a dar pequeños y lentos sentones mientras trataba de adaptarse al tamaño, pronto lo hizo más rápido gimiendo en el oído del pelinegro lo cual provocó una mayor excitación por parte del chico, se levantó y la sentó sobre el escritorio para penetrarla nuevamente, la pelirosa enrolló sus brazos al cuello del chico mientras éste la embestía con brusquedad.

- S..señor _decía entre gemidos_ T..tob..tobías sama _cada vez que le mencionaba aumentaba su velocidad_

Se podían escuchar los pequeños gruñidos que emitía el pelinegro, junto con los gemidos de la pelirosa, el sudor en ambas frentes y el calor de sus cuerpos cada vez que chocaban, sus respiraciones agitadas y el placer de ambos acabaron por provocar que ambos se corrieran entre gemidos.

-Sakura _decía un pelinegro restregándo sus ojos_

-B..buenos días _se colocaba sus zapatos_

-¿Cómo amaneciste? _preguntaba con una atontada sonrisa a lo que Sakura imitó_

-Bien, ¿Y usted, señor? _se puso en pie_

Suspiró al escuchar la palabra señor salir de entre sus labios.

-Bien _se sentó_

Me acerqué a la mesita de noche para tomar mi aro pero tobías me cogió de la mano jalándome hacia él.

-T..tobías sama, debo irme _miré el reloj el cual marcaba las 8am_

-Vale, vale _me soltó y me dirige hacia la puerta_

-Nos vemos luego, preciosa _me guiñó un ojo y salí colocándome el aro_

-Sakura _dirige mi mirada hacia aquel rostro conocido_

-S..Sasuke sama.

Sirvienta de los Uchiha's    [+18]Where stories live. Discover now