Sirvienta de los Uchiha's [+18]

Esta noche será

-Ehh.. De que.. _decía a una velocidad lenta ya que no se me ocurría que decirle a Tsunade sama_ eh.... Que me dormí hasta tarde leyendo los expedientes _dije velozmente mientras sonreía nerviosa. Tsunade sama no es fácil de engañar_

La rubia se puso las manos en las caderas a modo de enojo mientras me miraba con los ojos entrecerrados para luego girarse hacia Hinata.

-Dime, ¿Eso es cierto, Hinata Chan? _le miró con una mirada penetrante_

Joder, Hinata no suele resistir a esa mirada, ya que la intimida demasiado y acaba por contar toda la verdad.

-Ehhh si _dijo la peliazul firme y un poco ruborizada_

Me sorprendí por lo bajo, mientras Lady Tsunade se ponía en buena posición.

-Bien _dijo mientras miraba el pasillo a nuestras espaldas_ ¿Qué demonios están esperando? ¡Entren ya! _dijo a lo que Hinata y yo pegamos carrera_

-Joder, de la que te he salvado eh, y todo por andar de enamorada _Hinata me miró mientras yo la veía con una mirada pícara y una sonrisa_

-Por dios Sakura, deja de molestar _dijo ruborizada mientras se sentaba en una de las bancas, imité su acción_

-Si, si, está bien. Oye, esta noche pienso darme una escapadita _dije por lo bajo y sonriendo_

-¿De qué estás hablando? Sabes que no se nos está permitido salir a menos de que sea con las Madres _dijo advirtiendome_

-Oh vamos, ¿no estás cansada de estar aquí? Digo, solo serán unos quince minutos, ni lo notarán. Tal vez puedas ver a ya sabes quien _choqué suavemente mi hombro contra el suyo_

-Etto..... No lo sé Sakura chan, es peligroso y más de noche _dijo jugando con sus dedos_ Además ¿Qué harás? No conoces a nadie fuera del refugio, afuera en las noches solo andan las damas de compañía.

-Hinata, solo quiero dar unas vueltas y comprar plantas medicinales, aún tengo un poco de dinero guardado de la última vez. Quiero experimentar otro tipo de remedios y tratamientos. Acompañame ¿si? _hice puchero_

-No iré Sakura. Sabes que la Abuela Chiyo pasa todas las noches revisando que estemos todas. ¿Qué haré si no me encuentra? Sabes que le encanta ponerse a hablar todo tipo de cosas y como todas la ignoran y yo no tengo el corazón para hacerlo, pues se queda conmigo. Pero aún más importante ¿Qué harás si no te encuentra?

Hinata tenía razón, no me había detenido a pensarlo. La última vez no me descubrió de milagro.

-Tengo que pensar en un plan.

Lady Tsunade se nos acercó rápidamente. ¿Acaso no se cansa?

-Niñas cierren la boca o les juro que se quedarán sin la película de la noche _dijo molesta para luego retirarse a regañar a unas niñas de adelante_

-¡ESO ES! _dije gritando sin percatarme de hacerlo, todas me miraron y bajé la cabeza apenada mientras que Hinata reía por lo bajo_ Eso es Hinata, la película de hoy es la excusa perfecta _susurré_

-Sakura, no puedes usarlo como excusa, sabes que todas las madres junto con todas las niñas nos reunimos en la gran sala. Es cuando más atención ponen en todas. Y recuerda que nos cuentan antes de entrar_susurró_

-Dejame atar cabos y luego te cuento mi plan completo _dije para callar mientras escuchabamos la misa_

POV ....

Me encontraba en la sala de reuniones, sentado en una enorme mesa, junto con otros cuatro integrantes de la familia.

-¿No pueden hacer esto sin mi?_pregunté hastiado de tener que estar con todos_

- Oh, hermanito, cuando cumplas los veintiuno te encargarás también de esto, presta atención _me dijo con una sonrisa hipócrita_

Como si me interesara un poquito, lo único que quería hacer era salir de ahí. Estoy harto de estas "negociaciones"

-¿Está todo listo para esta noche? _preguntaba un señor de unos 50 años, muy bien conservado, un poco bronceado y pelicafé_

-Todo está listo, padre _decía uno de mis hermanos confirmando_

-Sería mejor repasar todo, por cualquier idiotez que pase _dije con un codo apoyado en el reposabrazos y con la barbilla resposando en mi mano_

-Bien hijo, ¿lo ves? No es tan complicado.

- Como sea, no me interesa.

-Si no te interesa no hables, me molesta tu voz _dijo mi hermano mayor_

-¡Comportense ya! Por dios, ya no son unos bebés, maduren joder _dijo padre levantándose disgustado y yéndose de la reunión_

- ¿Ya vieron lo que hicieron? _dijo un pelinegro con el cabello alborotado_

- Si nisiquiera eres capaz de ordenar tu cabello mejor cierra la boca, como sea, pronto le va a pasar el enojo. Esta noche será.