Sirvienta de los Uchiha's [+18]

Señor

Dirige mi mirada hacia la puerta y luego hacia Itachi, pero ya no estaba arrinconándome, de hecho, estaba en el baño. ¿Qué demonios?

-Sakura, ven aquí _salió nuevamente_

Caminé hacia la puerta poniendo mi mano en el picaporte, pero alguien puso su mano en la puerta interrumpiendo que la abriera.

-Ni una palabra de esto a mi hermano, ¿Entendido, Cerezos? _dijo en mi oído_

-S..si, Señor Itachi _tragué saliva y abrí la puerta_

Avancé por aquel largo pasillo, la habitación del Señor Sasuke se encontraba al otro extremo de la del Señor Itachi, toqué la puerta.

-¿Puedo pasar?

-Ujum _escuché dentro, abrí la puerta y la cerré_

-¿Qué se le ofrece, Señor?

El pelinegro se encontraba sentado en su ventana, sostenía un libro entre sus manos.

-¿Qué hacías en la habitación de mi hermano? _dijo sin apartar la vista de su libro_

-Esta..ba arreglando ropa _le miré_

-¿Segura? _me miró de reojo_

-Si, señor.

-Está bien, tú eres mi sirvienta y ¿Se supone que yo tengo que andarte buscando a ti? Nono, tienes que pasar a mi habitación cada 30 minutos _se levantó y colocó su libro junto a su cama_

-Si, señor. Mil disculpas _hice una pequeña reverencia_

-Hmp, no comeré con los demás, me traerás la comida aquí.

-Hai _me di la vuelta_

-Aún no.

-¿Uh? _me giré_

Dió unos cuantos pasos y se puso frente a mi.

-La próxima vez yo mismo te cortaré el cabello _me miró fijamente_

La mirada del Señor Sasuke era penetrante, no podías ver ninguna expresión en su rostro; sin embargo, podía sentirlas, es como si su mirada hablase.

-Si, señor.

-Retírate.

-Gracias, señor _salí de su habitación para dirigirme a la cocina_

-Sakura _dijo una rubia colocándo su mano en mi hombro_ ¿Aún tomarás las clases?

-¿Uh? _le miré confundida_

-De equilibrio.

-Ah si, disculpa Temari lo había olvidado _sonreí a manera de disculpa_

-No te preocupes, hoy no me toca hacer la cena, si gustas empezamos ahorita. En tan solo 30 minutos lo harás como la realeza _sonrió_

-Vale, muchas gracias.

Fuimos al jardín, ya que no habría nadie y no podríamos estorbar. Temari comenzó poniendo sus manos en mi espalda y estómago, comprimiéndolos y haciéndo que tubiera una posición correcta. Ino trajo algunos libros y los colocó en mi cabeza y manos. Me hicieron caminar con ellos. Por un momento creí que lo estaba logrando, pero tropecé y caí.

-Oh, Sakura _rió Ino_

-¿Qué están haciendo? _salió un chico de entre los árboles_

-Alu _saludó Temari_ estamos ayudando a Sakura con su equilibrio.

-Oh, por favor, que crueles que son con la niña. ¿Estás bien? _me ofreció su mano_

Coloqué mi mano en la suya e inmediatamente le miré a los ojos, él imitó mi acción. Esta acción duró mucho tiempo, pero es que no podía salir de sus ojos, era como si estuviera atrapada en ellos.