𝟎𝟐𝟗

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Ruby golpeó con fuerza la puerta del auto de Steve al cerrarla.

-¡Eres un idiota! ¿No puedes ser tan ciego?-Le chilló al chico- Quiero decir, no has visto a Nancy desde ayer y tampoco hemos visto a Jonathan Byers, es simplemente conectar los hechos, Steve.

-¿Me estás diciendo que me engaña con Jonathan Byers?- Steve la observaba incrédulo.

El chico abrió la puerta de su casa y dejó a Ruby pasar primero.

-Te lo repito, no puedes ser tan tonto.

Ruby lo observó. Odiaba a Nancy Wheeler. Estaba de acuerdo que anteriormente Steve había sido un completo idiota en varias ocasiones, pero había cambiado para bien. Pero el tonto estaba tan enamorado de Nancy, que no podía ver que la chica en realidad no sentía nada por él. Incluso Steve le había contado lo que había ocurrido la noche en la fiesta de Halloween y aún así, Steve seguía insistiendo en que Nancy lo amaba.

Pero Ruby se equivocaba. A Steve le gustaba Nancy, pero no amaba a Nancy.

Steve se sentía mas atraído por Ruby. En el fondo sabía que ella siempre estaba allí para él, que sería la que le extendería una mano cuando nadie más lo haría.

-Mereces alguien mejor que ella- Declaró Ruby, mientras subian las escaleras y entraban a la habitación de Steve- No mereces tan poco amor y aprecio, Steve. Hay personas que de verdad te valoran.

Steve se quedó parado en la puerta,viendo como Ruby se arrojaba en la cama de Steve y miraba el techo. Soltó un bufido.

-¿No vas a decirme nada?- Preguntó ella, sin mirarlo- Bien, no hables. Pero cuando ella te destroce el corazón, no vengas llorando a mi, ¿Bien?

Steve sentía que si seguía escuchando a Ruby, sus palabras podrían cobrar vida. Ya anteriormente había desconfiado de Nancy pensando que la chica lo engañaba con Jonathan y no era verdad. Pero ahora Nancy comenzaba a mostrarse distante y la noche de la fiesta de Halloween, ella había dicho cosas que Steve no pensaba que fueran solo por el hecho de que Nancy estaba ebria.

Y Ruby siempre se había mostrado sincera. Steve sabía que a ella le gustaba, pero Ruby pensaba que lo único que podía hacer era cuidar de Steve como una buena amiga. Pero si de verdad lo intentaban,podrían romper esas barreras.

-Iré a buscar algo de comer- Fue lo único que Steve dijo, para luego abandonar la habitación y bajar las escaleras para ir a la cocina.

"Romper esas barreras" 

Esas palabras resonaban en su cabeza mientras ponía dos vasos sobre la mesa y los llenaba de jugo de naranja. Pero al mismo tiempo no dejaba de pensar que tal vez y solo tal vez, Ruby podía tener razón,que Ruby podría ser el escape. No dejaba de pensar en el millón de veces que su corazón se había acelerado por el simple hecho de tener a la chica cerca. Tal vez...

Ruby observaba las fotos en las que aparecían ella y Steve. El chico tenía postales sobre su escritorio. Bufó frustrada. Quería mostrar lo que sentía por él, pero sabía que lo único que recibiría de vuelta era rechazo y no quería seguir arruinando las cosas. Pero si no se arriesgaba...

Se levantó de un salto y caminó en dirección a la cocina, dispuesta a decirle todo a Steve. Pero en cuanto salió por la puerta de la habitación, se topó con el propio Steve. Ambos se observaron por unos segundos. Steve hizo el primer movimiento. Tomó el rostro de Ruby entre sus manos y la besó con delicadeza. Ella aceptó el beso. Se metieron dentro de la habitación sin decir nada, mientras sus labios seguían juntos, pidiendo más del otro. Steve cerró la puerta de una patada y colocó el seguro. Empujó a Ruby con suavidad hacia la cama y luego se colocó sobre ella para seguir besandola.

-¿Qué hay de Nancy?- Preguntó Ruby.

-¿Qué hay con ella? No le des importancia.

Volvió a besarla. Esta vez con más fuerza que la anterior. Ruby llevó sus manos al cabello de Steve, enredando sus dedos en este. Steve se quitó la camiseta y ayudó a Ruby a quitarse la de ella. Luego de caricias y quedarse sin nada más de ropa, Steve entró dentro de la chica, logrando que ambos soltaran un gemido. Steve se movía dentro de ella, logrando que ella clavara las uñas en la espalda de él. Ruby mordía su labio evitando así que los gemidos se escucharan tan fuertes.

Steve se había inclinado y rozaba con sus labios el cuello de la chica logrando que los gemidos se mezclaran con jadeos. Steve aceleró sus movimientos, logrando que un par de segundos después, ambos llegaran al tan ansiado climax. Steve se recostó al lado de la chica.

-Dios mio- Susurró ella. Se volteó a mirar a Steve, quien a su vez la observaba con una sonrisa.

-¿Estuvo bien?- Preguntó el.

-Mas que bien.- Ambos sonrieron. Steve se inclinó y depositó un pequeño beso en los labios de Ruby.

Finalmente ella se recostó en el pecho de Steve, mientras el la rodeaba con sus brazos. Ambos se durmieron.

𝑆𝑡𝑒𝑣𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑟𝑖𝑛𝑔𝑡𝑜𝑛 《𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora