capitulo 6

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Cerca de las seis de la tarde, cuando pasé cerca de la casa de Ashley. Las ventanas estaban abiertas y las cortinas se ondulaban con gracia ante el tacto del viento que se infiltraba en el lugar, no podía vislumbrar ninguna silueta humana, solo el contorno de los muebles que adornaban la sala de estar.

Busqué en el extremo izquierdo del chalé una pista que me revelara la presencia de la rubia. Pero la quietud reinaba en toda la morada. Podría encontrarse en cualquier punto de esa construcción.

Quería disculparme con Ashley por mi comportamiento del otro día. Lo medité durante una noche de insomnio, en la cual me arrepentí de haberla tratado de esa manera, cuando ella sólo quería ayudar.

Me maldije cuando caminé dos pasos, huyendo de allí, alejándome de la posibilidad de esclarecer la situación. Pero es que no sabía cómo hacerlo, no tenía un plan y mucho menos las palabras adecuadas, estaba falto de valor y desprovisto de fortaleza emocional. Era tan patético, tan cobarde, tan inútil. Pateé un vaso que estaba en la calle de pura frustración.

— ¿Oliver?- La voz de Ashley me sobresalto como un ladrón en pleno robo.- ¿Qué haces aquí?

Tenía una camiseta ajustada, rosa y con encaje en forma de ondas, encima de unos vaqueros oscuros. Lleva unas Converse blancas y su cabello ondulado y rubio cayendo en cascada sobre su cintura, además de cero maquillaje y aún así está hermosa.

— Oh, Ashley, disculpa pensé que estabas en casa.

— Eh... fui a la casa de Sam, necesitaba aclarar algunos asuntos. ¿Qué te trae por aquí?

— Bueno...- Aclaré mi garganta.- Ashley, quería disculparme por mi comportamiento la otra noche. Lo siento, solo trataba de ayudar y yo... yo.

— Oliver, está bien.- Sonrió. - Yo provoque que actuarás así.

— No no...

— Oli, te perdono ¿sí?- Lamió sus labios y me abrazó.- Me alegra que hayas venido.

Sonreí al sentir su cálido tacto y le devolví el abrazo.

— Ahora que estás aquí podríamos conversar un rato. ¿Quieres entrar?

— Pensé la respuesta un momento.- Porque no mejor nos quedamos aquí afuera, hace buen clima ¿no?

Asintió y acto seguido se dirigió a su casa a buscar unas bebidas. Nos sentamos frente a su casa. Por suerte, la hierba no está mojada y no necesitamos una manta.

—Lo que pagaría por saber qué pasa en esa cabecita tuya —Dije tras notar su silencio.

—Es que no pensé que vendrías de haberlo sabido te esperaría en casa — Me dice con un hilo de voz, mientras arranca briznas de hierba del suelo.

Le sobresale el labio inferior, que es de un rosa increíble y mucho más atractivo de lo que yo quisiera. Por lo visto, Ash acaba de convertirme en un fetichista de los labios.

De sus labios para ser más exactos.

—No pasa nada, yo fui el que vine sin avisar como tal ladrón—bromeo, y ella se ríe conmigo

—Y qué, ¿Como fue tu día? —pregunta cuando terminamos de tomar el batido.

Me inclino hacia atrás, con el peso del cuerpo apoyado en los codos, y levanto la mirada hacia el cielo estrellado. Ahora mismo no me apetece hablar de mí día a día y mucho menos, de Alison. Aquí, en mi propia burbuja, solo quiero relajarme y no pensar en los problemas que asuelan mi vida.

— Normal, ¿como fue el tuyo?

— Estaba aburrida y decidí ir a la casa de Sam, al parecer los chicos estaban reunidos allí también y tú no estabas. ¿Por qué?

Mas Allá De Lo Que Siento Por TiWhere stories live. Discover now