𝙘𝙖𝙠𝙚

2.3K 145 23
                                    

Hoy llovía a mares por lo que aproveché mi día libre para quedarme en casa y limpiar un poco.

Puse el reproductor de música en aleatorio y dejé que mi cuerpo bailara a la vez que barría, fregaba, limpiaba los cristales... Al acabar eran casi las cuatro de la tarde.

Me hice un paquete de fideos instantáneos y los acompañé con un poco de kimchi. Mientras veía tik tok y comía, mi móvil empezó a sonar, una llamada entrante.

–¿Uhum?– Contesté mientras masticaba.

–¿No tienes teléfono?– Un Jungkook con un tono enfadado contestó.

–Estamos hablando, claro que tengo teléfono.

–Eres tonta– Escuché como resoplaba y reía. –Venga ábreme la puerta que voy cargado.

–¿Cómo?

Me levanté corriendo del sofá para ir a la entrada de mi piso. Abrí la puerta y pude ver a un chico de piernas largas parado delante de mi casa.

–¿Que ashes aqui?– Yo, que aún tenía fideos en la boca, lo miré confundida.

–He venido a pasar la tarde, ¿puedo?– Puso una sonrisita cómplice.

Me lo quedé mirando asombrada, no era la primera vez que hacía esto pero, normalmente avisaba.

Se acercó a mí y achuchó mis mejillas con una de sus manos, seguido, depositó un beso en mi frente.

–¿Por qué...

–Te he mandado más de diez mensajes ___, no se que es lo que haces con el móvil, pero prestarme atención seguro que no.

Como Pedro por su casa, Jungkook se quitó los zapatos y se dirigió a la cocina, abrió la nevera y guardó algunas cosas que había traído.

–¿Qué es eso?– Me había vuelto a sentar para acabarme los fideos mientras lo veía moverse por mi cocina.

–Vamos a hacer pasteles.

Escupí algunos fideos cuando escuché lo que dijo. Una gran carcajada se apoderó de todo el comedor.

–¿Pa-pasteles? ¿Tenemos doce años?

Yo seguí riendo. Jungkook se acercó a mí y se puso de cuclillas, quedando a mi altura.

–No, tenemos 23 pero, lo vamos a hacer igual.

Pasó uno de sus dedos por mis labios y se lo llevó a la boca.

–¿Kimchi?

Su gesto hizo que mi corazón acelerara su ritmo tres veces más. Me levanté del sofá y lo seguí a la cocina.

–Bueno, ¿por dónde empezamos?– Sonreí mientras lo miraba.

Fue un total desastre. Las paredes estaban llenas de huevo y harina, la encimera llena de trocitos de chocolate y el lavavajillas lleno de platos y recipientes.

Jungkook y yo estábamos sentados delate del
horno.

–¿Crees que estará bueno?– Pregunté sin apartar la vista

–No– Contestó él. –Almenos lo hemos intentado.

Ambos reímos y yo apoyé mi cabeza en su hombro. Amaba estos momentos, en los que sólo éramos él y yo, ni prensa, ni fans, ni mánagers, sólo él y yo.

–¿Hacemos un frosting?

Me reí por su propuesta. Estaba muy cocinero.

Decidí dejarlo a él hacer lo que quisiera y darme un descanso. Me senté en un taburete mientras lo veía mezclar azucar, mantequilla y varios ingredientes. Llavaba una camiseta negra de manga corta, dejándome ver sus musculados brazos y sus preciosos tatuajes. En la parte de abajo llevaba unos jeans ajustados que marcaban sus muslos. Y, por último, sus botas negras, nunca podían faltar.

𝙞𝙙𝙤𝙡 | 𝙟𝙟𝙠Where stories live. Discover now