𝙖𝙘𝙘𝙞𝙙𝙚𝙣𝙩 pt1

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Volvía del centro comercial, había comprado un regalo para el cumpleaños de Hoseok, éste estaba a la vuelta de la esquina.

Al parar en el paso de cebra escuché la conversación de un estudiante.

–¡Claro! Estaré allí en cinco minutos– Su voz sonaba animada. Giré mi cabeza hacia su dirección. Llevaba uniforme de estudiante pero parece pequeño para su edad. Deducí que acababa de empezar la secundaria.

El chico colgó, llevaba una bolsa de plástico transparente, dentro dos helados, pude reconocer cuales eran ya que era mi sabor favorito.

Cuando el samáforo había cambiado su color a verde, todos los que esperábamos cruzamos la calle.

El chico se avanzó corriendo. De lejos escuché un fuerte motor.

Y entonces pasó. La motocicleta chocó contra el niño, haciendo que este avanzara unos metros.

Avancé corriendo asustada.

–¡Ey, ey, ey!– Grité poniéndome de cuclillas a su lado. El chico tenía los ojos cerrados. Un pequeño río de sangre empezó a esparcirse por el asfalto.

–¡Ayuda! ¡Ayuda!– Cogí la cabeza del niño, la más afectada, y la puse en mis rodillas. Puse mis manos en sus finas mejillas e intenté que se despertara.

–¡Porfavor!– Mi voz sonó desgarrada, casi en llanto. Unas lágrimas nublaron mi vista.

–¡¿Qué ha pasado?!– Una voz masculina me preguntó mientras se agachaba tambien.

–Yo- yo, una moto ha- ha pasado y...– Mi voz no salía, hacía mi máximo esfuerzo.

–Ambulancia– Pronuncié. –¡Ambulancia!–

Obseevé el cuerpo del estudiante, había rasguños en sus rodillas, una de ellas sangraba. Revisé sus articulaciones buscando otros rasguños o heridas. Parecía que todo el daño se lo había llevado la peor parte, la cabeza.

Seguí con su cabeza en mis rodillas y mis manos, ahora llenas de sangre, en sus mejillas o rodeando su cuerpo.

El chico no era muy pequeño de constitución pero sí lo suficiente como para poder atraerlo a mí.

De fondo escuché una ambulancia.

–Si, ya están aquí, vas a ponerte bien– Susurré sólo para él.

Estaba tan centrada en el chico que no me di cuenta de la gente que se encontraba alrrededor. Jóvenes, hombres y mujeres la mayoría grabando la escena.

Cuando los enfermeros alzaron al pequeño chico en la camilla me levanté.

–¡Parad!– Grité. –¡No grabéis estas cosas, está en peligro la vida de una persona!–

Inmediatamente subí a la ambulancia.

–¿Es usted familiar del paciente?–

Negué con la cabeza. El hombre que estaba a mi lado escribía algunas cosas en una hoja.

Durante todo el trayecto no solté la pequeña mano del chico.

Al llegar al hospital corrí al lado de la camilla.

–No puede pasar aquí, señorita–

–Pero...–

–No– La voz del enfermero anterior sonó fuerte.

Asentí y me senté en una de las sillas del hospital.

Entonces llamé a unnie.

–¿___-ah, dónde estás?–

𝙞𝙙𝙤𝙡 | 𝙟𝙟𝙠Where stories live. Discover now