𝙞𝙙𝙤𝙡 | 𝙟𝙟𝙠

𝙬𝙤𝙧𝙡𝙙 𝙩𝙤𝙪𝙧 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙖𝙜𝙤 𝙥𝙩𝟸

El concierto estaba a punto de empezar.
Mi manager me había dicho que habían venido algunos artistas conocidos hoy al concierto.

-3, 2, 1... Sales-. El aviso de unnie me hizo salir al escenario.

Seguí la setlist, la cual dejó enamorados y enamoradas a todos y cada uno de los fans. En la primera parte del concierto fueron 4 canciones y dos bailes.

Ahora tocaba speak time.

-¡Hola!-. Saludé, recibiendo miles de gritos por parte de los fans.

-¿Cómo estais?, espero que os esté gustando el concierto-. Reí nerviosa.

-Antes de seguir con lo planeado-. Todos callaron. -Quiero comentaros una cosa-. Un gran silencio se apoderó del estadio.

-Ayer, de camino a aquí, ocurrió un "accidente"-. Hice comillas con los dedos. -Bueno, creo que ya habréis visto las fotos-. Reí nerviosa, otra vez. -Solo quiero hablaros y, de alguna manera, intententar concienciaros, sobre el espacio vital de una persona. A mi, porsupuesto que no me molesta que me pidais fotos, autógrafos, videos... porsupuesto que no, pero tenéis que entender que nosotros y nosotras, y con esto me refiero a cualquier artista conocido, tenemos los mismos sentimientos que vosotros, nos sentimos cansados como vosotros, nos sentimos hambrientos como vosotros, nos sentimos felices como vosotros, nos sentimos tristes como vosotros... somos iguales al final de todo-. Casi se me rompía la voz. -Lo de ayer no me dolió, se que en las fotos se veía mucha sangre, pero la verdad es que no me dolió, me dolió más ver como mi unnie tuvo que correr hacia mi por miedo a que me hirieran, me dolió más ver como la gente de mi staff, la gente que me ayuda en todo, era aplastada por toda esa multitud de gente...-. Nadie hablaba. -No os toméis esto como una regañina-. Algunos rieron, incluida yo. -Solo como un aviso para próximas situaciones parecidas a estas, y no solo conmigo, sinó con cualquier otro artista o persona conocida. Gracias por entenderlo-. Sonreí un poco apenada.

-Bueno, cambiando de tema, me han pedido que os diga que vigileis vuestras mochilas, bolsos, carteras...y, yo añado, que los que estáis en pista no os empujéis, ni piseis o os agredais entre vosotros o vosotras, por favor. Gracias-. Después del pequeño sermón todo continuó perfecto.

Mientras cantaba una de mis canciones favoritas "Jade", esta canción hablaba de la vida y el poder, me avisaron por el pinganillo que alguien había tenido un accidente en pista y todos habían empezado a moverse. Inmediatamente dejé de cantar, poco después la música también paró. Fuí caminando por la plataforma hasta un extremo.

-¿Estáis bién? ¿Qué ha pasado?-. Un señor fornido de unos 40 años, más o menos, se acercó a mi.

-Una niña pequeña ha vomitado de los nervios-. Se me encogió el corazón.

-Hablad con sus padres y traedla al camerino después del concierto, porfavor-. Él asintió y siguió mis instrucciones. Gesticulé un gracias antes de que se fuera.

Todo el mundo empezó a hablar y a moverse.

-Chicos y chicas, escuchadme, por favor-. Poco a poco fueron callando.
-Una pequeña fan ha tenido un accidente, a causa de los nervios, y ha hecho que su estómago se revuelva-. Todos callaron y me escucharon.

-No os preocupéis, se la han llevado a enfermería. Continuemos-. Gesticulé una sonrisa apenada.

El resto del concierto siguió bien.

Luego de casi dos horas, cuando casi todo el mundo estaba fuera, dieron un par de golpes en la puerta de mi camerino. Yo ya me había cambiado, en cuanto llegara al hotel me ducharía y cenaría.

Una pequeña niña rubia con ojos azules apareció por la puerta. Tenía los ojos inchados y su cara estaba mojada, había llorado.

Ella iba cogida de la mano de su madre, tenía vergüenza.