𝙞𝙙𝙤𝙡 | 𝙟𝙟𝙠

𝙫𝙖𝙡𝙚𝙣𝙩𝙞𝙣𝙚'𝙨 𝙙𝙖𝙮

San Valentín, un producto del capitalismo para hacernos comprar y gastar.

Renegué al levantarme del sillón de la sala de estar de la agencia. Esta mañana había estado ensayando un par de coreografías ya que el comeback se acercaba.

–Puedes irte ya ___– Unnie entró al salón mientras estiraba mis huesos y los hacía crujir. –¿Has quedado con tu enamorado?–

Dejé de estirarme y me quedé estática, con una mirada asesina en la cara y fulminándole el rostro a unnie.

–Ja, ja, me parto y me mondo– Pasé por su lado, dándole una palmadita en una de sus nalgas.

–¡Oye!– La oí regenar desde fuera del salón, mientras ponía rumbo a la pequeña habitación que me pertenecía.

Recogí mis cosas y salí, no sin antes cerrar las luces y luego la puerta. Subí al ascensor, encontrándome con Jihyo, de Twice.

–Buenas tardes– Hizo una reveréncia y la imité. Pareció nerviosa a mi lado, como si quisiera decirme algo.

Una suave melodía resonaba por el ascensor. Entonces la chica que tenía al lado aclaró su garganta.

–___ sunbaenim– Giré mi cabeza hacia ella.

–¿Si?– Pregunté con una sonrisa en mi cara.

–¿Vas- vas a pasar San Valentín con...?– Puse una mueca de confusión.

–¿Con...?–Pregunté ahora yo.

–Ya sabes, él– Él. Pude hacerme una idea de quién era él.

–Aah, ya, él– Me puse recta, en direción a la puerta. –No, no creo–.

Jihyo me imitó y asintió. Cuando el ascensor nos dejó en la planta que ella había picado Jihyo abandonó el espacio, no sin antes decirme algo.

–Oye, te entiendo, se que quieres estar con él pero te preocupa lo que pueda pensar la gente. Solo te puedo decir que no dejes de hacer lo que tú de verdad quieres por culpa de lo que la prensa pueda decir. Estamos en la flor de la vida ___, si no lo hacemos ahora ¿cuándo?– El ascensor cerró sus puertas, dejándome sola y con cara de estúpida.

Jihyo tenía razón.

Al salir de la agencia eran casi las seis de la tarde.

¿Debería llamarlo? Seguramente está ocupado, mejor no molesto.

¿Y si no está ocupado? Me habría llamado ¿no?

Cállate ___.

Andé con la cabeza agachada para que no me viera nadie, no me apetecía crear un escándalo. Para llegar al apartamento y que no me vieran tuve que ir por las calles interiores.

Resoplé y chuté una piedra que había en el suelo.

En diez minutos llegué a mi apartamento. Abrí la puerta con ansias, deseaba tumbarme en el sofá y no levantarme hasta el día siguiente.

Al entrar busqué el interruptor de las luces y las encendí.

–¡Hola!–

–¡Joder!–Me llevé una mano al pecho y retrocedí unos cuantos pasos, quedando pegada a la pared. –¿Qué cojones haces aquí Taehyung?–

–Magia– Lo miré extrañada. Él no despegaba su sonrisa de la cara.

Entré finalmente al apartamento, dejando por el suelo mi mochila y quitándome los zapatos.

–¿Por qué estás aquí?, si se puede saber, claro–

Se acercó a mí y yo me asusté.

–Tengo una misión– Susurró en mi oído.