Viajando En Recuerdos (Paperhat)

1. Carta

Black Hat o mejor conocido como Lord Black Hat. Un ser respetado por todos y temido por igual. Ningún ser vivo es capaz de sobrepasarlo; él, habiendo conquistado dimensiones y mundos enteros, provocó una reputación de puro terror. Y nisiquiera se sabe la naturaleza de la maldad encarnada. ¿Será que realmente es el mal de manera materializada? ¿Existen otros como él? ¿Él lo sabe?

Esa pregunta se la han hecho villanos y héroes. ¿Existirá otro demonio que pueda alcanzar el poder de Black Hat? ¿Él no está solo en el universo?

Flug, un joven científico que trabaja para este dichoso ser; todo gracias a un accidente de avión que cambio su vida para siempre; se hacía estás preguntas de manera constante y de manera extraña. Maldito cerebro que le hacía pensar en cosas sin importancia; él no tenía que meterse en la vida de su jefecito y nucho menos sabiendo como lo trata, de seguro que si su señor quisiera lo mataba por tan siquiera pensar en alguen que pueda llegar a tener un poder similar a él. Nisiquiera sabía el porqué se cuestionaba una tontería como esa...era solo que...

¿Era lástima? No, imposible, estaba pensando en Black Hat, ese ser sin corazón que es incapaz de sentir algo o al menos algo de empatía por algo que no sea él...a esa criatura no le importaría ser la única en su especie. Si se ponía a pensarlo mejor...de seguro que ser único le hace enteramente "feliz".

"¿Osea que simplemente apareció y ya?"

Y ahí una nueva pregunta para la mente del doctor que comenzaba a dudar de su buen funcionamiento. Lo peor de todo es que siempre es así, siempre aparece el ser de la maldad en sus pensamientos...ya no sabe que hacer. Es mas, perdió tiempo buscando información de la posible naturaleza de su amado jefecito cuando tivo tiempo libre...

Espera...

¿Consideraba "amado" a su jefecito?

Bueno, eso no es el problema ahora, el problema actual del doctor son esas máquinas que debe terminar y por estar pensando en preguntas que jamás tendrán respuesta estaba todo su labor atrasado.

Un eldritch...

¿¡Por qué siempre termina pensado en tonteras!?

Frustrado se recuesta mas en la silla dejando escapar un sonoro y pesado suspiro. Lo mejor sería ponerse las pilas y terminar con todo el trabajo atrasado. Todo esto fue por culpa de la "inocente Demencia", que en un día "normal" preguntó al aire que que era Blacky. En fin, él hizo caso omiso, pero le resultó intrigante esa cuestion de su experimento Demencia.

-¡¡DOCTOR, RAPIDO A MI OFICINA!!-   Retumbó la gruesa y endemoniada voz del jefe. Con el corazón fuera del pecho el joven queda dando carrera hacia la oficina de su jefe. Sinceramente, no sabía que pasaba o la razón de la ira en la voz de su jefe, por lo que tardarse no era opción si quería permanever en una sola pieza.

En menos de unos minutos este estuvo de pie con ambas manos en las rodillas buscando recuperar el oxígeno a sus pulmones. 

-¡¡Avance doctor!!-   Ruge desde el otro lado de la puerta provocando que el joven instantaneamente se adentre a la oficina sin saber cual sería el destino de su vida actualmente. 

-¿Pa...pa...pasa algo jefecito?-   El pobre doctor estaba caminando con piernas tiezas hasta quedar frente al escritorio del ser que volteaba la silla para quedar de frente con el joven científico que al ver su expresión de fastidio total se encoge en su lugar temiendo que el demonio decida partirlo en dos de un zarpazo.

-¿Como están los inventos que le encargué doctor?-   Cuestiona con una voz escasa de cualquier tipo de emoción.

-Yo...yo...es...estaba por...-