Juegos de amor [Camila Cabello y Tú]

XIII

Pov _____

No podía decir ni una sola palabra, había olvidado el como hablar, pero tampoco era como si supiera que decir estábamos en un silencio, ella me miraba esperando alguna respuesta, al menos una señal pero yo no podía ni hablar.

Camila: Por favor, di algo. - yo abría y cerraba la boca sin poder emitir algún sonido.

De nuevo nos hundimos en un silencio, hasta que dos toques se escucharon para después ser abierta la puerta por Karla, confundida entró a la habitación y cerró la puerta.

Karla: ¿Pasa algo? - dice al notar nuestra actitud.

Camila: Le he pedido a _____ que elija entre las dos, creo y hablo por ambas al decir que necesitamos una respuesta. - yo miro como interactúan mientras pienso en que decir, en mi decisión.

Karla: Camila, no es el momento. - se acerca a su hermana. - ella ha pasado por mucho esta noche.

Camila: Por favor, Karla, necesito que lo haga, no puedo seguir más con esto, siento que me hundo.

Karla: ¿Y crees qué yo no me siento así?, que me encanta verlas juntas y ver como te mira. - estaban dando inicio a una discusión.

Camila: No es lo que he querido decir. - dice un poco bajo y niega. - si tan solo no te hubieras metido. - me sorprendió su comentario.

Karla: Te lo dije, Camila, nadie manda el corazón, yo no elegí pasar por esta situación. - se tranquiliza. - creo que estás un poco pasada de tragos hermana, por favor dejemos esto para otro día.

Camila: ¡No!, no lo entiendes, no soportaría otro día más en esta situación, yo la quiero y mucho, cada vez que la miro quiero decírselo pero sentía que no tenía derecho alguno, he intentado ignorarlo y fingir que no pasa nada, que no me duele el estar peleando contigo por ella. - empezaba a alzar la voz.

Karla: No haré menos tus sentimientos, así qué no hagas menos los míos, hace unos momentos me habías dicho el que renunciarías a ella. - al escuchar aquello siento que mis pulmones contienen todo el aire, no podía respirar. - porque sabias que también a ella le destruía el elegir, el salir con las dos y sentir algo, ¿qué cambio?, ¿por qué le estás pidiendo que elija si ya te habías apartado?

Camila: Te miré con ella afuera, se besaron y sentía que no podía dejarla ir así sin luchar.

Karla: Sabía que te arrepentirás de la decisión, pero déjame decir que te he visto tomar demasiado esta noche, por favor lo hablaremos otro día con más calma. - ella trata de sujetarla pero ella le avienta.

Camila: No me toques.

- ¡Basta ambas! - grite desesperada y me miraron. - sabia desde el principio que esto estaba mal, no quiera meterme entre ustedes y causar conflicto y por ello lo lamento. - Karla niega y se disponía a reprocharme. - por favor déjame terminar. - asiente y guarda silencio. - las quiero a ambas como no tienen idea, cada una de ustedes tiene lo suyo, son como el Sol y la Luna para mi, Camila ese Sol que siempre me hacía sonreír, que siempre se encontraba para cuando yo le necesitaba, con su linda sonrisa amable. - miro a la nombrada para después cambiar mi mirada hacia Karla. - Karla es mi Luna, tiene su faceta oscura, una que te hace sentir la necesidad de obtener más de ella, una embriagante manera de ser, protectora y seductora. - suelto un pequeño suspiro para después continuar hablando. - me piden que elijan y eso es algo que no puedo hacer, pero se que quiero mantenerlas unidas y no crear rencor entre ambas, elijo el bien de ambas así que mi decisión es apartarme y no estar con ninguna de las dos.

Ellas se miran sorprendidas entre sí, por mi parte me sentía un asco, quería romperme a llorar pero si lo hacia ellas de igual manera lo harían.
El lugar había vuelto a ser tenso, pude mirar a ambas gemelas y se encontraban igual que yo, con unas inmensas ganas de llorar.

Karla: _____, Derek a llegado por ti, creo que deberías irte. - dice muy apenas, tenía su voz entrecortada.

- Espero que se den cuenta de que fue la mejor decisión, no por mi, sino por ustedes, de igual manera espero que me lleguen a perdonar. - me giré viendo los regalos que Camila me había dado, ya sentía que no me pertenecían, había roto el corazón de esa maravillosa chica así que no podía tomarlos. Salgo de la habitación sin más y siento lágrimas salir, trato de impedir que salgan y las limpio para después ir a encontrarme con Derek.

Derek: ¿Estás bien? - pregunta cuándo estoy ya afuera con el, yo niego simplemente. - mi princesa, le llevaré a casa y ahí podrá contarme si quiere todo lo que ha sucedido. - asiento y subo al vehículo de copiloto.

Pov Camila

Me desperté con un dolor de cabeza, estaba en mi habitación y sentía mis ojos sumamente hinchados. Me lave la cara y me miré al espejo, uno podría suponer que me estaba mirando detenidamente pero en realidad mi mente se encontraba recordando los sucesos.
Bajé al comedor donde mi familia se encontraba feliz compartiendo menos Karla, se encontraba con la mirada baja comiendo.

- Buenos días. - me senté y miré mi almuerzo.

Alejandro: ¿Qué tal dormiste hija? - le miré.

- Bien. - no quería hablar en este momento, no tenía fuerzas para hacerlo.

Sinueh: ¿Les gustó la fiesta?, ¿se la pasaron bien? - yo solo asentí igual que el resto de nosotros.

Sofía: Mamá, había dos hermosas princesas igual que en un cuento. - empieza a hablar emocionada. - me dijeron que yo podría ser igual una princesa.

Alejandro: Sofía se que te refrieres a la princesa Samantha, pero ¿quién es la otra? - se encontraba igual de confundido que yo.

Sofía: No puedo decirlo, me dijo que era un secreto. - mira después a mi hermana Karla. - ¿no es así Kaki?

Karla: En efecto, Sofía. - levanta su mirada y sonríe un poco. - te aseguro que ella debe de estar muy agradecida por cuidar de su secreto.

Alejandro: Ya veo, así que las dos saben de las existencia de otra princesa y no lo quieren decir. - levanta la ceja. - por otra parte, me alegra que se llevan bien con gente sumamente importante, nos beneficiará.

El resto del almuerzo por mi parte fue callado, Sofía nos decía con entusiasmo lo que había recibido de regalos, Karla trataba de sonar convincente en que estaba bien, al menos lo trataba, pero por mi parte no podía hacer lo mismo.
Cuando terminé me disculpe y subí de nuevo a mi habitación, cerré la puerta y me quedé mirando un solo punto fijamente, mi mirada se posó a una caja sabía cuál era su contenido.
Me deslicé por la puerta hasta estar por completo en el piso abrazando mis rodillas y sin evitarlo empecé a llorar, ¿alguna vez te han roto el corazón?, apestaba, sentía que me dolía y demasiado, recordaba cada momento a su lado, como nos conocimos hasta cuando le pedí que me eligiera, supongo y no están tan borracha al final de todo porque recuerdo cada palabra que dije.

- Elígeme, porque te quiero lo suficiente como para dejarte ir si así me lo pides.