- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Lunes 5:56 PM
Me acerqué a ellos dos un poco, escuchando su conversación. — que linda es tu hermana — lo miré confundida aunque molesta. Kirishima se ruborizó bastante y ví como fruncía el ceño molesto — no es mi hermana... — el señor me miró de reojo y sonrió sonrojado, dejando ver sus dientes un poco amarillentos.
Se rascó la nuca y comenzó a reír — no? Perdona, siempre supongo mal — escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón largo de color azul oscuro con algunas manchas. No dije nada... Ya sabía lo que quería este tipo. Sin decir nada caminé hasta ellos y con mi brazo, tomé el de Eijiro, comenzando a caminar sin nisiquiera mirar a aquel señor, sentía su mirada en mí.
Kirishima siguio mirando con nervios al tipo, le di un leve jalón y volvió a mirarme — solo ignoralo, se irá ense—
Sentí un pequeño golpe en mi trasero. Escuché la risilla de aquel señor...
Ví como Kirishima se dió la vuelta asombrado mientras su brazo poco a poco se volvía duro y firme. — Ey! — llamó la atención del tipo. — tranquilo muchacho... Solo fue un accidente — antes de que Kirishima hablará, tomé su hombro y señalé detrás del hombre. — ¿ya vió eso? — hablé curiosa mientras seguía apuntando detrás de aquel señor.
Se dió la vuelta confundido y lo miré a Kirishima mientras preparaba mi mano. El volvió a mirar al tipo y justo cuando se iba a dar la vuelta para volver su vista a nosotros, Eijiro lo tomó por detrás poniendo sus manos en su espalda y ponía su brazo en el cuello del hombre, activando su don —¡eso no es de hombres! — lo escuché mientras endurecia más sus brazos.
El señor forcejeó molesto, pero Eijiro lo mantenía inmóvil. Me acerqué a él y lo miré inexpresiva — das asco — y por último dí media vuelta, tomando impulso para que mi pie paté directo a sus partes. El hombre de gran altura se arrodilló retorcido de dolor. — creo que eso estuvo de más — escuché a Kirishima mientras lo soltaba.
Estábamos por irnos pero Kirishima se arrodilló enfrente de él y le miró fijo.
— ¡ya basta! — gritó desesperado, sonreí al ver su dolor, pero mientras Eijiro miraba al tipo, me señaló rápidamente, haciendo que el señor le diera miedo y cerrará sus ojos — ¡disculpate con ella! —
Okey, eso me asombró.
El señor se quedó callado lientras se limpiaba la sangre con enojo y nervios. Kirishima extendió más su brazo y se acercó al señor — ¡pidele perdón! —
