- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Miércoles 09:01 PM
Tardaste un momento, pero justo cuando estaba por hablar, agarraste el tazón lleno de galletas que estaba frente a la mesa y empezaste a darles un bocado — sigue —ordenaste con las mejillas rellenas y tus amigos suspiraron relajados al saber que no perdías tu toque.
— bien... Empecemos por lo primero — le viste de reojo insegura y él sonrió amigable — bueno, sabes que no debes de omitir detalles de nada y tenemos suficiente confianza, así que dime las reglas que impondrás — acotó Nezu en un tono sereno, conociendote e inmediatamente sabiendo que recalcarias algunas cosas de ésto. Sonreíste de lado con ironía al notar que leyó tu mente por un momento pero tan pronto como tomaste tu taza de té, tu rostro se volvió poco felíz, regresando a tu seriedad, sin sentimientos en tu voz — la única condición... Es que no diré nada de información acerca de la Liga de villanos —
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Todos callaron. Los pelos se le pusieron de punta y Toshinori giró a ver a sus estudiantes. Todos miraban con asombró tu mirada sin emoción, al oirte tan monótona decir aquello sin pensartelo dos veces. Nezu asintió — veo que no cambiaré tu decisión — le viste de reojo desafiante y luego asintió, afirmando lo dicho.
— entonces... Empieza por favor, que pasó cuando te llevaron por ese portal hecho por el Kosei de Kurogiri de la Liga de villanos — un pequeño escalofrío recorrió tu espalda al recordar aquel sentimiento de adrenalina en ese entonces. — pues... Me enojé porque de ahí no me dejaron escapar, entonces empecé a intentar pelear, pero me durmieron y me encadenaron en un sótano. Me dieron comida de perro, casi muero de sed, después me iban a visitar de vez en cuando... — agragabas cosas cada vez peores, sumando con los dedos de tus manos, pero luego al verlos tan poco motivados a seguir escuchando, seguiste — pero golpee a Dabi quien era el encargado de darme comida, entonces sali del sótano... Y hablé con ellos... No fue tan difícil hacer eso ahora que lo pienso — bajaste la cabeza al mismo tiempo en que Kirishima triste por tu confesión te miraba aferrado al costado de su pantalón por la rabia.
