Capítulo CXXIX: Mi historia

291 41 20
                                    

Domingo 02:35 AM

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Domingo 02:35 AM

...

Haruka estaba estupefacto, no podía creer lo que veía.

La casa de la niña que tanto cuidaba y curaba todas las semanas al llegar a su tienda en la que trabajaba por las tardes, era una basura, literalmente.

El mediocre jardín que podía llegar a tener ese terreno, si es que así podía llamarse ese pastizal tan largo, tenía entre ellas escondida bolsas de basura, botellas de vidrio, cajetillas de cigarros, ropa rota, latas mal cortadas y plagas.

La casa era un poco grande, una de buen espacio, pero de muy mal mantenimiento. De primera, ya no se podía nisiquiera ver las ventanas, estaban cubiertas por maderas y éstas estaban bien puestas con clavos.
Cortinas llenas de agujeros o rotas por la mitad en algunas ventanas en medio de la madera. Todo al rededor, la cerradura, el marco y las persianas no daban más al estar oxidadas, el color marrón claro que desprendía, no daba buena espina.

Igualmente, Haruka dedujo que algo no andaba bien al ver por las calles que le guiabas tomando del borde de su abrigo para llevarlo contigo. Las casas a su alrededor no eran las mejores, pero si y por diferencia a comparación con la tuya.

— ¿y por dónde sales? — señalaste la parte trasera de la casa, aunque estuviera medio visible. Haru no pudo evitar sorprenderse al ver cristales rotos alrededor en una ventana, que era por la cual entrabas y salías, mientras se movían de un lado a otro unas cortinas llenas de suciedad.

De allí, salía humo de cigarrillo, siendo la única "ventilación" Que tenía esa casa. El tabaco no tardó en empezar a darle náuseas a Haru, pero acostumbrada a ello, tú solo arrugaste la nariz, mientras soltabas el borde de sus ropas.
Mirabas fijamente el humo, pensando con desganas, el olor a tabaco que obtendría tu conejo de peluche, ya que lo habías dejado en el comedor cuando te dieron el dinero para ir a comprar.

...

— desde entonces, Haruka no paró de llamar y llamar a los de servicio social, constantemente... Una y otra vez — pensaste en aquellos días que parecían ser eternos para ambos.

 Una y otra vez — pensaste en aquellos días que parecían ser eternos para ambos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
My Plus Ultra  (Chicos De Bnha y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora