- mi plus ultra, lo eres tú... -
Obviamente créditos a Kohei Horikoshi por crear tremendo manga.
Pd: ninguna imagen es mía, solo las edito, todos los créditos a su respectivo creador.
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Miércoles 11:00 AM
Izuku tomó tu mano y tú entrelazaste tus dedos con los suyos. Rápidamente el peli verde bajó la mirada avergonzado y comenzaste a abrazarle con ternura, pasando tus brazos por los hombros. Como si fuese una terapia, con una amplia sonrisa suspiraste relajada al sentirlo en tus brazos — te extrañe tanto~ no me conformaba con solo oirte a través de mi modelo — Izuku tomó de tus brazos y curioso te miró con los ojos bien abiertos — ¡entonces si podías usar tu kosei! — ciertamente triste asentiste tomándolo de las mejillas con ternura — gomen ne~ no quise dar aviso de nada a través de mi modelo por que no me sentía en peligro como para llamarlos — esta vez el pecoso aguantó las lágrimas y tomandote de la mano otra vez, con seguridad te llevó hasta la UA.
Ambos se quedaron viendo las puertas de la institución y Deku pudo ver de reojo como mirabas fijamente la Academia sin sentimientos — ¿sigues sin querer estar aquí? — preguntó inseguro pero sus dudas se fueron al ver que mostraste una brillante sonrisa mientras le apretabas levemente la mano sujetada por tí. — se que te refieres a que puedo escapar cuando tengo oportunidad... Pero prefierio seguir aquí un tiempo más para estar con ustedes y contigo, no te molestaría? — dijiste ciertamente burlona y el peliverde sintiendo un cosquilleo de felicidad en sus dedos, asintió con las mejillas rojizas.
— claro que no — respondió a tu pregunta y tú contenta ladeaste tu cabeza mucho más segura ahora que tenías el apoyo de Deku — Nee~ Nee~ arigato, chico lindo! —
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Volviste a ver al frente y luego murmuraste — además... Como no quieres que vuelva después de que te ví ayer en la televisión? — él se sorprendió y luego empezó a verte nervioso — ¡¿m-me viste?! — asentiste mientras caminaban y con la tarjeta de identificación de Izuku, pasaban ambos juntos. — claro! — y luego desviaste la mirada un tanto apenada — se que... Quieres salvar a la gente, Izuku, pero lo siento... — se sorprendió al oirte decaída.
