My Plus Ultra (Chicos De Bnha y tú)

Capítulo LVII: Expectativas

Viernes 09:28 PM

— hay un intruso? — apareció rápidamente spinner lo más rápido posible, saliendo de su habitación mientras acomodaba la funda de su arma — ah? — Magne y Himiko mientras llevaban vasos y pequeños platos hacia el bar, voltearon a ver al alborotado lagarto de piel verdosa, donde éste miraba a todo su alrededor — y por qué todo está... Limpio? — bajó sus brazos curioso, dejando su posición de batalla y comenzado a husmear en los mínimos detalles de la habitación que ahora brillaban de lo relucientes que estaban — porqué tendría que haber un intruso? — acercó su dedo índice la menor hacia su barbilla mientras miraba al muchacho, que volvía a verlas con duda — nunca hay olor a comida, seguro en un kosei de ilusión o engaño de un pandillero de segunda... — empezó a quejarse entre dientes, sacando su espada de múltiples cuchillas, mirando a todas partes mientras alguién abría la puerta que conducía al bar, Spinner se sobresalto un poco y se dió cuenta que se trataba de tí, sudando por la frente levemente.

— te dije que prepararas la mesa, Toga — y justo al ver al cuerpo alto de cabellos cortos, logró que levantaras la mirada curiosa mientras limpiabas un poco, restos de migajas de pan molido que tenías en tu muñeca — tú también vas querer? — la apuntaste con interés, esperando su respuesta ya que determinaba cuanto más debías de preparar Katsudon y demás extras.
La de cabellos rojizos oscuros se alzó de hombros un tanto sorprensida y luego asintió con las mejillas rosadas por la leve pena de tu amabilidad de cierta manera — si, por favor — y asentiste segura ahora sí, volviendo mientras dejabas abierta la puerta y gritabas a lo lejos, mientras caminabas otra vez a la cocina lejana — por cierto soy _______! — a la lejanía alzaste la voz con intensidad, tratando de que escuche la de aspecto musculoso — yo Kenji Hiikishi, pequeña — se presentó rápido Magne apurada ya que casi se le caía un vaso, pero poco te importó ese pequeño apodo, ya el único que te fastidiaba era el "Aho-chan" Y solo porque al principio no lo habías entendido, sontiendote estúpida al no comprenderlo a la primera, pero quien te culpaba, no eras la más perfecta en el japonés.

Se quedaron otra vez solos esos tres en la sala de estar, mientras Spinner miraba una y otra vez la puerta sorprendido e incrédulo — ella es la que cocina? — ambas asintieron para después pensara un poco más en frío el reptiliano  — Y LIMPIÓ?! — otra vez asintieron las restantes, ahora con una cara fastidiada por lo ruidoso del muchacho. — esperen, yo también tengo hambre — empezó a correr hacía donde estabas dirigiéndote con desespero, le gruñia el estómago y era una de las cosas que más odiaba, tener hambre y que haya olor a comida a pocos metros de él.

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— porqué se tarda tanto?! — Twice golpeaba los palillos contra una de las pequeñas mesas del bar con brusquedad y casi nula sutileza, frunciendo el ceño, hasta que de la nada tus pasos se hicieron presentes — Nee~ Nee~ no soy tu jodida esclava — aclaraste un tanto molesta y de mala gana, para que el contrario que no hacía más que mirarte con intriga junto con los demás a ver si traías la comida — gomen, pequeña ________... — bajó la cabeza sumiso mientras suspirabas cansada, para después llamar a Himiko, dando una señal con los dedos — ayudame a traer la comida — ordenaste tranquila mientras te dirigías otra vez a la cocina pasando por aquel pasillo solitario — hai~ — y comenzó a levantarse de la pequeña mesa que compartía con Twice con hambre y deseo de aunque sea arroz caliente, dejando en el bar a Spinner, Magne y Twice como niños de preescolar aguardando por su lonchera que debía de entregárselos su maestra.