Ojalá todas las promesas se cumplieran.

El castillo quedó en completo silencio, parecía que todos estaban de luto por la partida de la luna roja y el heredero. Ellos eran muy especiales para todos los vampiros.

En la mañana siguiente, volvió a pasar lo mismo. Varios guardias muertos con sus cuerpos despedazados, pero esta vez habían dejado un mensaje en el suelo con la sangre de sus hombres.

"Cuídense"

La mayoría de sirvientes estaban asustados y algunos decidieron dejar el castillo para cuidar su integridad dejando a menos de la mitad ahí. Solo uno cuantos se quedaron acompañando al conde hasta el final.

-Estén alertas el día de mañana.

Pasaron días y no ocurrió nada, luego de días semanas. Ya habían pasado tres meses y no hubo ni un ataque. No tenían idea de lo que les esperaba, eso solo había sido una distracción y vaya que había funcionado.

-Pueden ir a descansar.

-Pero conde...

-Ha sido suficiente, tomen un descanso. -el grupo de guardias lo pensó un rato, no les parecía una buena idea, pero al final terminaron aceptando por la insistencia de su líder.

-Conde, ¿de verdad está seguro?

-Sí, Taeyong, anda ve.

Fueron a sus habitaciones y solo unos guardias se quedaron afuera para cubrir su turno, eran un blanco fácil para cualquier enemigo. Ya era tarde y todos estaban cansados tanto mentalmente como físicamente. El castillo estaba en completo silencio y ni las hojas de los árboles del jardín, se escuchaban moverse. El viento corría lentamente y la luna con las estrellas brillaban en el oscuro cielo.

Todo estaba tranquilo hasta que se escuchó un fuerte sonido seco.

La puerta principal había sido derribada.

Se escucharon gritos de dolor y el olor a sangre empezaba a florecer a una velocidad increíble. Los guardias luchaban con todas sus fuerzas, pero varios de ellos caían muertos.

Todo era una masacre en tan solo unos segundos.

El conde bajó a defender su territorio con colmillos y garras. No se sorprendió mucho cuando sintió un olor familiar más fuerte que el de los demás. Sabía bien que era el líder de los antiguos.

Se miraron a los ojos y su contrincante, con una sonrisa metió su mano en el pecho de un guardia quitándole el corazón. Sacó su colmillos y aquel órgano, recibió una gran mordida. En ningún momento ambos vampiros despegaron sus ojos del contrario como si tratasen de matarse con la mirada.

-Un gusto volver a verte, hermanito. -sonrió cínicamente mostrando sus colmillos llenos de sangre.

-No puedo decir lo mismo, Ulises. -los dos caminaban en círculos como si se tratara de una película de acción mientras los demás guardias se mataban entre ellos.

-Es hora de quitarte el trono. -el antiguo fue el primero en atacar botando a Vlad al suelo.-Uh, ¿tan rápido? -dijo con sorna, viendo como el conde debajo suyo trataba de quitar sus manos del cuello.-Encontraré a Mina y a tu estúpido hijo... los mataré a ambos. -solo bastó decir eso para que el evolucionado, de una patada, lo mandara lejos haciendo chocar a su hermano con la pared.

-Considérate muerto. -alzó su mano con garras, pero antes de poder matarlo recibió una estaca en la espalda, haciéndolo retroceder de dolor.

Taeyong, quien no había notado a su líder, subió las escaleras y al ver tal escena, sin pensarlo, se acercó rápidamente a defenderlo matando al antiguo que atacó al conde. Luego se abalanzó contra el hermano, pero este se liberó muy fácilmente de él dejándolo tirado.

-No creí que fueras tan débil. -rio, acercándose al conde.

-Oh, tú no sabes de lo que soy capaz de hacer. -sacando sus colmillos y garras, lo atacó rompiéndole el brazo izquierdo para luego darle una fuerte patada en la espalda. Se sacó la estaca de la espalda y miró a los ojos por última vez a su hermano.-Sabía que debí haber hecho esto hace mucho tiempo.

-Espe... -Vlad clavó la estaca en el pecho contrario perforando la piel y músculos sintiendo que ya había llegado el corazón, ahí lo aplastó más fuerte hasta hacerlo explotar. Dejó el cuerpo inerte de su hermano en el suelo y se acercó a su guardia de confianza, su mano derecha.

-Taeyong, ¿puedes seguir? -el mencionado asintió con una mueca en el rostro.

-No dejaré solos a mis compañeros.

Regresaron al campo de batalla a luchar. El olor a muerto era repugnante, pero eso no les impidió continuar. Uno peleaba por su familia y el otro por sus compañeros los cuales eran considerados como sus hermanos.

No se rendirían tan fácil.

Y al final lo lograron.

Perdieron a varios guardias, sí, pero todo su esfuerzo no había sido en vano. Sus cuerpos fueron honrados por su fiel trabajo y lealtad al conde.

Debido a la cantidad de muertos de los antiguos, se desarrolló una enfermedad letal contagiando a los pocos que quedaban en el castillo incluyendo al conde.

-Taeyong...

-¿Necesita algo, señor? -preguntó levantándose rápidamente de la silla la cual estaba al lado de una cama.

-Cuida a mi hijo si algo le pasa a mi esposa.

-Señor...

-Promételo, Taeyong, p-por favor...

-Lo prometo, conde. -tomó su mano formando una especie de pacto.-Cuidaré al heredero y él estará en su lugar, será tan fuerte como usted. Es una promesa.

-Gracias... -segundos después, el más joven sintió que su líder ya no hacía fuerza para sostener su mano.

Vlad había muerto.

-Encontraré al heredero, todo esto no habrá sido en vano.

hasta ahora no estoy cambiando bastantes cosas, creo que es más que todo la narración

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hasta ahora no estoy cambiando bastantes cosas, creo que es más que todo la narración

vampire; hyuninWhere stories live. Discover now