[ ETERNUM ] (Sett x Aphelios)

Capítulo 14

Sett estaba en problemas entre la gente bajo sus pies y el dragón que no dejaba de hacer de las suyas; no encontraba la manera de avanzar sin causar daños y ya había intentado dialogar con los Ra'Horak. Sin embargo, el dragón al ver el mecha frente de si y la gente aglomerada, sus instintos salvajes hicieron que terminase escupiendo una gran masa de fuego contra esos solari. Sett por su parte, hizo lo posible por defender a los habitantes, pero algunos desafortunadamente fueron calcinados y otros, lograron escapar gravemente heridos.

En cuestión de segundos, lo que era una protesta de solari, se volvió un mar de fuego y muertos por doquier; gritos agonizantes y un caos total. Sett al ver semejante panorama le hicieron entrar en shock, los flashbacks de su infancia llegaron a su mente como un rápido flechazo y prontamente Eternum comenzó a desestabilizarse. Manejar aquel colosal de acero se volvió una tarea pesada y en ese momento Sett supo que necesitaba concentrarse en la batalla y no en aquellos dolorosos recuerdos.

Con gran pesar, tuvo que dejar de proteger a los pocos sobrevivientes de aquel ataque y lanzarse al ataque contra aquella bestia. A gran velocidad, prontamente Sett acertó un duro puñetazo al dragón; este evidentemente rugía en dolor, pero sus duras escamas amortiguaron parte de aquel impacto, por lo cual no fue un golpe mortal.
Recuperando el equilibrio, el dragón ahora extendió su inmenso cuerpo y acertó un zarpazo en las vestiduras metálicas de Eternum. A partir de ese momento, Sett y el colosal dragón dieron comienzo a una rigurosa pelea.

Mientras tanto Aphelios, cuando había regresado finalmente con su tribu, estos no dudaron en comenzar a cuestionarlo; había estado fuera por un mes y justo cuando llega, se desata un gran escándalo allá afuera.
En ese momento Aphelios no tuvo oportunidad de siquiera darle detalles a la sacerdotisa lunari, el rugido del dragón y el calor de las llamas llegaron al escondite y necesitaban desalojar el lugar sin ser vistos por los solari.
Ciertamente algunos lunari se sorprendieron al ver a un Aphelios más expresivo, pues en el gesto de éste chico, se reflejaba una clara preocupación y desesperación para guiar a su tribu a un lugar seguro.

No hubo tiempo siquiera para tomar algo de la noctum y apoyarse en el poder mágico de su melliza, por lo cual tuvo que defenderse con la clasifica cimitarra lunari. No podía darse el "lujo" de perder su voz, su gente necesitaba escuchar sus indicaciones.
Y por un camino relativamente seguro, guiaba a los lunari y al verse amenazados por los impactos de rocas de diversos tamaños volando por todos lados, fue cuando Aphelios miró hacia atrás y vio a Sett peleando fieramente con aquel gran dragón.
— Sett... El terror en ese momento hizo que Aphelios muy a penas pudiera susurrar el nombre del vastaya. Quería ir a ayudarlo, pero ver a los solari por todos lados hizo que priorizara la seguridad de los lunari y evitar que estos los encontraran.

Por otro lado, Sett trataba de atacar los posibles puntos vitales del dragón, sobre todo la garganta para evitar que este siguiera escupiendo fuego, pero era inútil, la dura piel de la bestia lo protegía demasiado, así que tuvo que hacer uso de las habilidades que Eternum poseía.
A diferencia de hace poco, los puñetazos ahora iban cargados con parte de la energía pura que la Lágrima de la Diosa otorgaba al mecha y definitivamente, estos golpes de verdad comenzaron a causarle un daño verdadero al dragón, pues había ciertas zonas en las que finalmente aquella bestia comenzaba a sangrar.

El dragón al verse ahora amenazado cambió el sentido de sus ataques. Sus grandes alas se extendieron por lo largo y ancho y con agresivo aleteo, se desprendió del suelo para ahora atacar vía aérea.
Sus llamas ahora no atacaban en una sola dirección, sino que desde los cielos se expandía por una gran área al punto en que las faldas del gran monte se vieron afectadas; las cuevas ahora comenzaron a incendiarse y los refugiados en ese lugar tuvieron que evacuar a otros lugares.