Capítulo 04

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Advertencia!

Este capítulo está dedicado 100% a Aphelios y contiene mucho diálogo.   

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Aphelios finalmente había arribado a Nerimazeth y pese haber llegado muy adentrada en la noche, algunos lugares continuaban abiertos al público, tales como tabernas, herrerías y posadas.
Moría de hambre aquel joven, así que se adentraba mejor entre las calles de aquella pequeña ciudad polvorosa hasta que afortunadamente encontró una posada, pero primero necesitaba ir algún establo en donde pudiera dejar a su bolor para pasar la noche. Para su buena suerte en ese momento, un viejo vendedor le daba indicaciones del establo más cercano y no dudó en ir a ese sitio.

El establo estaba cerrado, por lo cual tuvo que interrumpir a la casa que se encontraba a un costado y tocar la puerta, esperando que ahí viviera el dueño del establo

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El establo estaba cerrado, por lo cual tuvo que interrumpir a la casa que se encontraba a un costado y tocar la puerta, esperando que ahí viviera el dueño del establo.
Un hombre adulto finalmente abrió la puerta, renegando le habla a Aphelios.
— Muchacho, ¿no ves las horas que son estas para andar molestando? —
— Mil disculpas por irrumpir en su hogar, me preguntaba si usted es propietario de aquel establo — Aunque Aphelios no hablara mucho fuera del efecto de la noctum, era muy propio con su vocabulario y el tono en que se comunicaba.
— Ah, sí, pero es muy noche, vuelve mañana temprano, ¿sí? — Aquel hombre estuvo a punto de cerrar la puerta hasta que Aphelios interrumpió sujetando la puerta.
— Espere, es que necesito un lugar para dejar a mi bolor — Con su mano libre, apuntaba tras de si con su pulgar.
Aquel hombre miraba de mala gana hacia el lugar que el lunari señalaba, pero su gesto se llenaba de asombro al ver semejante criatura, no todos los días se podía apreciar a un bolor y menos domesticado.
— Eso... es... — Y sin dudarlo le pidió Aphelios que fuera aquel bolor y le siguieran. Aphelios sin dudarlo tomaba la correa de aquella criatura y lo escoltaba hasta aquel establo, un lugar adecuado con techo y el suficiente espacio para que se echara.

—Oye, muchacho... ¿si no es mucho inconveniente preguntar hacia donde te diriges con ese bolor? — Cuestionaba aquel hombre mientras inspeccionaba a la criatura.
— Estoy de viaje a Nashramae — Mencionaba Aphelios mientras ataba la correa al poste de madera cercano.
— ¿A Nashramae en bolor? — Preguntaba aquel hombre algo exaltado.
— Sí, ¿por qué? — Aquella reacción confundió al azabache.
— ¿Estás loco?, ¿quieres que tu bolor se muera de un golpe de calor?, esta criatura es para climas fríos, no calientes como Shurima — Aphelios al escuchar aquel comentario abrió los ojos con asombro, nunca se le cruzó por la mente que los bolor son débiles en climas cálidos.
— ¿Eres de Targón, cierto?, sígueme dentro de la casa. —

Aphelios siguió aquel hombre de regreso a casa y, aunque estuviera callado, por dentro se estaba maldiciendo por lo tonto que fue al creer que iba a viajar en bolor hasta Nashramae, ahora parecía perdido, pero esos pensamientos se esfumaron cuando su estómago rugió por hambre.

Tras haber entrado a esa humilde y cómoda casa, la señora del hogar había despertado. El hombre enseguida le pidió a su esposa que le sirviera algo de comida al muchacho y lo invitaba a sentarse a la mesa con él.
Aphelios se negaba al buen trato de aquella pareja, pero la insistencia del señor y la amabilidad de la señora terminaron que accediera con toda la vergüenza del mundo.

[ ETERNUM ] (Sett x Aphelios)Where stories live. Discover now