[ ETERNUM ] (Sett x Aphelios)

Capítulo 05

Mientras tanto en Nashramae

El segundo barco que habían tomado Jax y su discípulo, ahora en compañía del profesor Heimerdinger y su joven aprendiz había atracado hace no mucho. Las pruebas finales del entrenamiento de aquel medio vastaya estaban a punto de comenzar, pues ahora sus entrenamientos no iban a ser cuerpo a cuerpo con el maestro Jax, sino con aquel mecha para probar ser digno de pilotarlo.

Maestro y alumno permanecieron en aquella ciudad portuaria por algunos días mientras que el profesor Heimerdinger inspeccionaba los últimos detalles que faltaban para terminar de construir aquella máquina.
Esos días le dieron el tiempo casi suficiente al pelirrojo para pensar en las cosas que iba a ser una vez probara ser digno de ser llamado "Piloto mecha", los lugares que recorrería y las vidas jonianas que iba a poder ayudar.

Y finalmente, el tan esperado día llegaba. Jax y Sett se dirigían a la base piltoviana a las afueras de la ciudad para que el medio vastaya finalmente subiera al mecha. Era imponente para el pelirrojo, verlo ahí aguardando le llenaba de gran entusiasmo.
Jax acompaño a Sett en todo momento, inclusive subieron juntos a una plataforma para llegar a la cabeza del colosal de acero.
— ¿Listo, Sett? — Mencionaba Jax en un tono firme y con las manos tras la espalda.
— Listo, maestro — En ese momento Sett mencionaba muy seguro. Caminaba hasta el borde de la plataforma, el casco de la cabeza automáticamente se abría, dejando ver un asiento y los controles para el piloto.

Dando un pequeño salto de la plataforma hasta el interior de la máquina, Sett se sentaba en aquel amplio asiento, luego se colocaba los cinturones y antes de cerrar el casco del mecha, miraba a su maestro, quien permanecía ahí de pie ahí en la plataforma.
¡Cuando gustes iniciar, muchacho! — Gritó el profesor Heimerdinger desde abajo del mecha, pues se iba a encargar de inspeccionar todos los parámetros de aquella primera prueba y el aprendiz de aquel profesor, se encargaba de inspeccionar la sala de comandos.

Sett confiado cerró el casco y tras dar un gran suspiro, presionó los botones de encendido.
Aquella máquina se ilumino con unos tonos de colores naranja y amarillo, los propulsores comenzaron a andar y el ambiente prontamente se llenó de una brisa caliente.
El pelirrojo colocó sus manos en las dos palancas y tras empujarlas con cuidado, aquella maquina dio sus primeros pasos.

La puerta de la gran base estaba abierta, su labor en esa primera prueba era sacar al mecha de la base y probar sus habilidades cuerpo a cuerpo y todo marchaba en orden, pero una vez el mecha salió de la base, la mente de Sett divagó un momento. Aunque había estado seguro hace unos instantes, una terrible desconfianza lo inundó. Las imágenes de cuando su pueblo fue víctima de aquel ataque de los dragones le asustaron, sus manos temblaban y la máquina comenzaba a desestabilizarse.
Jax de un salto bajó de la plataforma y junto al profesor, corrieron hacia donde estaba Sett.

— ¡Muchacho, tranquilo! — El yordle gritaba lo más posible que su pequeña garganta le permitiera.

— ¡Sett, debes buscar la paz en tu mente! — Jax gritaba esperando que su alumno lo escuchara.