02. Atención a los Detalles

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Por fortuna, para Scorpius, las mazmorras eran poco vigiladas por los prefectos, así que la segunda vez que se topó con ese chico de Hufflepuff, lo llevó a ese lugar, a ninguno parecía importarle que tenían que verse en lugares poco vigilados, cuando claramente el castaño era abiertamente gay, era su secreto.

Uno que llevaba un mes y medio, las vacaciones estaban próximas y Scorpius a pesar de lo mucho que le gustaban las sensaciones que le provocaba estar con él, no era suficiente como para hacerle permanecer ahí más tiempo, posiblemente la emoción y adrenalina se estaba perdiendo.

Después de un gran rato, se despidieron y cada uno fue a su sala común, Scorpius se sentó junto a su amigo, que estaba de un humor peor que de un colacuerno en celo sin pareja.

—Lo odio, no puedo esperar porque deje el maldito colegio, o se muera –bramó Albus.

—No comprendo –argumentó Scorpius, confundido.

—James –dijo el nombre de su hermano, como si fuese la palabra más horrenda y desagradable –por su culpa, papá no me dejará ir a tu casa en las vacaciones –bramó.

—No comprendo que hizo el amargado de tu hermano para arruinarte las vacaciones –observó al moreno.

—Yo tampoco, pero le pedí permiso a papá, y me contestó que no, que eras bienvenido en casa, pero que no pasaría vacaciones lejos.

—Vaya malvado plan –sonrió perverso Scorpius –creo que merece un doble problema ¿no lo crees?

—Tienes razón, pero ¿cómo lo joderé yo?

—Primero que nada ¿me invitas a tu casa en vacaciones? Ya tengo un plan, pero necesito estar en tu casa.

—De acuerdo –sonrió Albus –más que invitado.

El rubio no prestó más atención a las quejas de su mejor amigo, estaba bastante consumido en sus propios pensamientos y deseos, si chico Hufflepuff ya había perdido la magia, debería buscar alguien más, aquello era demasiado emocionante, así que observó sobre su hombro, él era tan genial, guapo y atractivo, que no le costaría ni dos segundos levantarse a cualquier chico, estaba bastante seguro de sus virtudes físicas, si bien, chico Hufflepuff había sido su primer experiencia, había aprendido bastante rápido al respecto, y quería seguir en el camino, no estancarse.

Se burló, posiblemente si seguía así, se volvería la versión masculina de Violet Zimmermann, el solo pensamiento le hizo estallar en carcajadas, y reafirmó la forma en que ayudaría a su mejor amigo.

—X—

La lengua de chico Hufflepuff se adentró en la boca de Scorpius, mientras sus cuerpos se rozaban con más intensidad, los ojos grises estaban atentos al techo, esperando el momento en que aquel beso terminara, sin duda la magia se había terminado.

—Oye –murmuró –conoces a Violet Zimmermann ¿no es cierto?

—No creí que las chicas fueran lo tuyo –se burló –nunca te he visto besar a una de tus noviecitas con tanto interés como a mí.

—No me interesa –negó –pero a alguien que conozco sí, por eso aprovecho que son de la misma casa.

—Bueno, suelo verla besuqueándose con quien se deje en la sala común, no sé si le interese a tu amigo Potter, pero no creo que ni siquiera la diferencia de edad le moleste –se encogió de hombros.

—Él no es mi amigo –frunció el ceño.

— ¿No hablamos de Albus Potter?

—No, él sale con alguien, es otra persona, dime ¿qué es lo que más le gusta a Violet?

Love Too Much || JamiusOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz