28. Sorpresa

301 32 30
                                    

Scorpius estiró el cuello cuando vio entrar a los de primer año al gran comedor, ubicó a Lily por el espantoso moño que tenía puesto, ni siquiera comprendió de donde había sacado algo tan espantoso, pero avanzaba tan entera y orgullosa como solo una digna heredera del apellido Potter.

—Pero ¿qué es esa basura que tiene en la cabeza? –Preguntó Albus –voy a tirarle esa porquería en cuanto la tenga cerca, van a burlarse de mí el resto del colegio por su culpa –bufó.

—Sí, es de bastante mal gusto.

La fila comenzó a hacerse más corta, cuando Lily pasó al banco, todos comenzaron a cuchichear, Scorpius no prestó mucha atención a nada, estaba demasiado concentrado pidiendo a Merlín que la colocaran en Slytherin, en realidad, no tenía ni la menor idea de porque ella le caía tan bien, estaba obsesionado con caerle bien a ella, que se esforzaba demasiado, y nunca le funcionaba.

Albus se removió cuando dieron unos minutos más, sin que su hermana fuese colocada en ninguna casa ¿habría algo malo con ella?

— ¡Gryffindor! –Gritó el sombrero seleccionador.

James Sirius y Alex se pusieron de pie a aplaudirle y vitorearla, la niña se arrojó feliz a los brazos de su hermano.

La ceremonia pasó más relajada después de eso, aunque Scorpius estaba un poco decepcionado, siempre había pensado que con el carácter y personalidad, Lily terminaría en Slytherin, y ahí se daría su grandiosa amistad.

Vaya decepción, observó a la mesa de Gryffindor, James Sirius parecía bastante orgulloso de que su hermanita fuese de su casa, y no podía culparlo, él estaría igual de ser al revés.

—Supongo que al final de cuentas, era de esperarse –argumentó Albus.

—El sombrero tardó demasiado, a mí a penas me lo pusieron, ni siquiera sentí que me tocara la cabeza y gritó Slytherin, pasó lo mismo contigo –lo golpeó –pero con ella ¿pasaría con ella lo que te comentó tu padre?

— ¿Qué le dieron a elegir? –Lo observó –Lily hubiese dicho en el primer instante Gryffindor, no quería ser la burla de la familia.

—Es bastante raro –admitió.

La cena fue deliciosa, no se había dado cuanta hambre tenía, hasta que el pollo, el pastel de hígado y todo lo demás aparecieron ante sus ojos.

Se dedicó a comer lo suficiente para satisfacerse, pero al final, terminó comiendo tanto, que sentía que los botones de su camisa saldrían volando en todas direcciones, rompiendo su chaleco.

—No entiendo por qué estaba tan hambriento –se quejó Scorpius.

—Porque no compraste nada en el camino, te quedaste idiotizado por el aparato que te dio Alex, que ni siquiera te diste cuenta cuando te hablamos.

—Sí, debió ser eso, aunque, admito que la música muggle no es tan mala, tiene buenas canciones aquí.

—No me interesa la música muggle –informó –somos magos, nuestro mundo está aquí, no con los muggles.

—Nunca pensé que te avergonzaras de las raíces muggles de tu padre.

—El abuelo debió elegir mejor, solo eso –se estiró sobre la mesa por un poco más de pastel de higo.

—Ten en cuenta, que entonces, tú no estarías aquí.

—O quizás sí, pero con la sangre completa, y no a medias tintas.

Scorpius frunció el cejo, nunca se había detenido a pensar mucho en cuánto le importaba a él el estatus de sangre, si había llamado a Alex sangre sucia, había sido por celos, pero solo por eso, nunca antes le había interesado su procedencia, incluso ahora, no le interesaba en absoluto que James Sirius fuese mestizo, tampoco se había interesado en eso cuando se hizo amigo de Albus.

Love Too Much || JamiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora