XCIX Espacio y tiempo

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No estoy dormida, pero tampoco despierta. Creo que podría decirse que estoy en el medio, atrapada en mi cuerpo, donde mi consciencia se ha atrincherado, asustada, herida y débil.

No duele.

Huele a medicamentos y productos de limpieza. En la oscura niebla a mi alrededor oigo a mi tía llorar. Pasa algo de tiempo, no sé cuánto.

El tiempo es relativo.

Alguien acaricia mi mejilla. Se siente tibio. Esa tibieza baja ahora hasta mi mano. No siento el brazo, no hay un brazo, sólo una mano aferrando la mía al final de la nada, rozando suavemente mis dedos.

Está oscuro y silencioso, pero no estoy sola. Nunca estaré sola si hay alguien que sostenga mi mano.

El silencio se desvanece como la bruma, interrumpido por su voz. Pronuncia mi nombre desde tierras lejanas, como si jamás pudiera alcanzarme, como si nos separara el tiempo y el espacio. Un espacio inmemorial y un tiempo que se estira por la eternidad.

Oírlo es un sueño dentro de un sueño, donde no sé si estoy despierta o dormida.

El tiempo es relativo y su relatividad se ha vuelto más absoluta que nunca, y su voz, lejana como las estrellas, cuya luz tarda tanto en llegar, que sentimos su calor aun cuando la estrella pudo haber muerto hace mucho.

Y su voz me llama a su lado, clamando que despierte. Y no hay nada que quiera más en el mundo que volver a verlo.

~🦇~

Cuando por fin despierto, una intensa luz ciega mis ojos por un momento. Estoy en una pequeña habitación de hospital, con la sensación de que alguien acabara de soltar mi mano. La miro con atención. Se ve borrosa y extraña, me sobran dedos.

Oigo un tintineo y reparo en la delgada pulsera que llevo. Yo no suelo usar joyas. Alguien la ha puesto allí, alguien que sostenía mi mano.

La puerta se abre y espero que la persona que entre sea Jason.

No es él.

Él médico me hace varias preguntas, que respondo sin problemas. Ilumina mis ojos con una linterna y me hace seguir su dedo.

—¿Tendré que usar gafas? Veo doble.

Dice que estaré bien, pero que me harán un escáner para comprobar que no haya secuelas por el golpe. Me cuenta que estuve en coma una semana y yo pienso que debo tener un aliento terrible. Y que tendré que ponerme al día con mis materias. Y que ya no podré pedirle los apuntes a Brenda.

Me llevan a una sala para el escáner y me quitan mi pulsera. Le digo al enfermero que la cuide, que me la dio alguien a quien quiero mucho.

Alguien que sostuvo mi mano en la oscuridad.

—¡Cariño! ¡Al fin despiertas! Gracias al cielo, he rezado tanto por ti.

Mi tía me abraza y siento que en cualquier momento mis huesos crujirán. Llora, reprochándome que no haya confiado en ella y que haya cargado con todo el peso yo sola. Le digo que no deseaba que estuviera triste por mi causa.

—Isabel, preciosa. Las familias están para compartir las alegrías, pero también las penas, o si no ¿Cuál sería el sentido de tenerlas? ¿Cómo podré cuidar de ti si no me entero de lo que te pasa? No vuelvas a hacerlo.

Me cuenta que sancionaron a Brenda por lo ocurrido. La cambiarán de curso y tendrá que quedarse a ayudar con las labores de limpieza después de clases por todo lo que resta del año. También resultó que Roy sólo fue una víctima más del engaño. Brenda le dijo que me gustaba y que lo vería en la sala para confesarle mi amor.

Kory habría recibido el mismo castigo de Brenda si no me hubiera atacado. Además, una chica la acusó de provocar el incendio en el auditorio. Finalmente la expulsaron de la secundaria y mi tía interpuso una denuncia en la policía. Ella no puede acercarse a mí o irá a una correccional.

Supongo que mi tía tenía razón, ahora todo estará bien.

—¿Y Jason? Quiero verlo.

Fue mi primer pensamiento al despertar y el único deseo durante mi inconsciencia.

La expresión de mi tía se entristece aún más.

—No sé dónde está, cariño. Nadie lo ha visto desde que esa chica te atacó. Él... Desapareció.

¿Cómo?

No puede hablar en serio. Él estuvo aquí, él sostuvo mi mano y me dio esta pulsera. Es real porque la estoy tocando, porque veo al pequeño pajarito azul que cuelga de ella.

¿Dónde está la persona cuya voz me hizo despertar y regresar aquí?

¿Dónde está la persona a quien tanto quiero? 

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Los culpables han recibido su sanción.

Tras el coma, los sentimientos de Isabel parecen más claros...

Pero...¿Dónde está Jason?

¡Gracias por leer!

Sobre tus alas [Jason Todd]Where stories live. Discover now