V

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Él y yo almorzábamos en el patio del palacio, al aire libre y con un hermoso sol, aunque disfrutarlo con Braco se volvió algo insoportable.

Por alguna razón no paraba de pensar en Marceline, a quien no veía hace mucho; ni si quiera sabía de ella, y por esa razón había comenzado a leer el periódico, después de todo, ahora es una celebridad y aparece en él casi todos los días.

Y hablando de eso, hacia mí se acercaba Mentita, con mi edición de hoy.

—El periódico ha llegado. —me lo tendió. Le di las gracias, automáticamente leyendo los titulares.

—¿Para qué lees esa basura? No tiene buena redacción. —soltó Braco.

—¿Qué recomiendas tú? —abría la página con el titular de Marceline, sin prestarle más atención a Braco.

—Cualquier cosa es mejor que eso. —decía mientras escribía es un libro de apuntes. Yo simplemente lo ignoré, debido a que mi mente estaba más preocupada por los rumores sobre Marceline y una chica misteriosa.

¿Está saliendo con alguien quizás? Digo, era de esperarse, dejó en claro que iba a rehacer su vida amorosa. ¿Pero por qué sentía que no era correcto?

—¿Braco? —él al parecer no me escuchó. —Braco, te estoy hablando. —elevé la voz.

—¿Sí? —decía sin mirarme.

—¿Tú alguna vez hablaste con Marceline? Ya sabes, sin que yo estuviera presente. —él me miró.

—¿A qué se debe tocar ese tema?

—Solo quiero saber.

—Bueno, hablé con ella una vez, le dije que te dejara en paz de una buena vez. —lo escuchaba atenta. —Se notaba lo incómoda que te ponía su presencia.

—¿Incómoda? —fruncí el ceño.

—Claro, eres una princesa. Ella solo te distraía de todo, además de forzarte a hacer pública su relación. —bebió algo de agua. —A mi parecer solo era un capricho eso entre ustedes. Pero bueno, es el pasado y nosotros estamos a punto de casarnos.

—Eres un completo imbécil. —me quité su anillo de compromiso y se lo lancé. Me levanté rápidamente y caminaba de manera apresurada lejos de él. Él me siguió diciéndome algunas cosas, aunque yo no lograba identificar qué era lo que me decía.

Subía corriendo la escalera para llegar a mi habitación, mientras el me gritaba que parase, de una manera autoritaria.

Después de todo, ella decía la verdad, Braco se interpuso entre ambas. ¿Para qué? Fui una tonta, lo soy.
Sin darme cuenta, él había entrado junto conmigo a mi habitación, sujetando mi brazo firmemente.

—Suéltame ahora mismo. —le dije, tratando de forcejear, pero él sostenía con fuerza y enojo.

—Sabía que aún sentías algo por esa cualquiera. —decía acercándose a mi rostro, el cual sostenía una expresión que nunca había visto en él, y por primera vez sentí miedo ante su presencia y lo que pudiera hacerme.

Ocurría en cámara lenta, tomó mi otro brazo y en un movimiento me puso contra la pared.

—Comienzas a colmar mi maldita paciencia. —me presionaba con fuerza, no podía hablar, puesto que me encontraba en estado de shock por el miedo, y si no fuera por unos guardias que escucharon tal revuelo, no sé qué más pudo haberme pasado.

Good Little Girl [Bubbline]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ