Good Little Girl [Bubbline]

IX

Sentía mis nervios de punta, debía decirle a Valerie lo que pasó, era obvio que no podía guardar lo que había hecho, y sin duda sabía que allí terminaría lo nuestro.

Di tres golpes en la puerta de su casa, escuché de lejos un "Ya voy", y en menos de dos minutos ella abrió la puerta.

—Hola. —dije tímidamente.

—Hola, Marceline. —se hizo a un lado, para que yo pudiera entrar. —Supongo que sabes que quiero que hablemos.

—Sí, lo sé. —suspiré y entré a la casa.

—Yo... Quería pedirte disculpas por cómo reaccioné cuando tu ex novia nos interrumpió y todo eso, no debí dejarte allí sola, pero realmente me molestó su actitud y me había quedado algo enojada. —cerró la puerta y caminó hacia mí.

Me sentí terrible, ella se estaba disculpando por algo que no debía y yo estaba a punto de soltar que prácticamente estuve con alguien más cuando ella y yo estábamos intentando lo nuestro.

—Val, no te disculpes, la que tiene que disculparse soy yo...

—En realidad la que tiene que disculparse es esa chica. —rió. —Marceline, no te disculpes, ella...

—Val, escúchame. —la tomé de los hombros. —Yo... fui a verla esta mañana.

—Oh. —ella quitó mis manos de sus hombros. —Supongo que sé a lo que va esto. —suspiró y se alejó de mí.

—¿A dónde vas? —la seguí.

—Por un vaso con agua. —y así lo hizo, ella tomó uno de sus vasos, llenándolo con agua y poder beberla. —Bien, solo dilo.

—Nos besamos. —Valerie desvió la mirada, dio un sorbo a su vaso y asintió levemente con la cabeza. —Casi ocurre algo más, pero... —ella alzó su mano, haciéndome parar.

—Marceline, creo que lo nuestro ocurrió demasiado rápido. —bebió todo de su vaso y lo dejó sobre la mesa.

—N-no, Valerie, por favor. —me acerqué a ella, quise tomarla del rostro, pero ella tomó mis manos.

—No, Marceline. Así no es como funcionan las cosas. Ustedes tienen un largo historial juntas, y lo entiendo. —hizo una pausa. —Y al parecer no soy yo la que te ayude a sanar todo lo que pasaron. —ella acarició mis manos. —No te mentiré, es... algo molesto, más aún sabiendo que estábamos a punto de concretar lo nuestro, pero si cada vez que la veas vas a caer de esa manera, creo que te falta mucho por superar.

Me separé de ella sin decir nada, quise llorar mientras ella decía todo aquello, lo había arruinado en menos de un día, y al parecer Valerie es una persona con postura firme y clara.

—¿Quieres que te prepare una taza de té o algo?

—Lo siento mucho, Valerie. —dije bajito, al igual que una niña pequeña que acaba de hacer algo malo. Así me sentía, así de pequeña, y no podía siquiera mirarla.

—Marceline, mírame. —ella hizo que me volteara. Secó algunas lágrimas de mi rostro y besó mi mejilla. —Necesitas tiempo para pensar todo esto. Ahora vas a sentarte en el sofá y te prepararé algo.

Que ella se comportara de esa manera hacía que me sintiera peor; Valerie no merecía estar con alguien como yo, se lo tomaba con tanta madurez y me trataba de una manera tan tierna que me hacía sentir como una completa idiota por lo que hice. Sí lo era.

Hice lo que me pidió y me senté en uno de los sofás. Era cómodo, sentía que podía quedarme dormida con facilidad sobre este. La miraba de reojo, y noté que había secado una lágrima de su mejilla. Era obvio que le había dolido lo que hice, y no tenía perdón alguno.

—Bien, espero que te guste. —en cuanto volvió conmigo me entregó una taza de té, junto con una para ella. Se sentó a mi lado, pero no me miró en ningún momento.

—Val, de verdad lo lamento. —le di un sorbo a mi taza de té.

—Basta de disculpas. Sé que lo lamentas, Marcy... Pero como dije, las cosas no funcionan de esa manera. —alzó su mirada hacia mí. —Me duele, sí. Pero no hay algo que yo pueda hacer para que tú la olvides, y no puedo estar con el miedo de que cada vez que la veas o hables con ella, estas cosas pasen.

—Lo sé, pero por favor, no me dejes sola en este momento.

Ella hizo una pausa para beber de su taza, y seguido volvió a desviar la mirada.

—No lo haré. No te voy a dejar sola, pero no voy a estar como tu posible novia. Estaré como tu amiga, pero insisto en que necesitas pensar bien todo esto.

—Lo haré. Lo prometo.

—No es una promesa que debas hacerme a mí. Es algo que tienes que hacer por ti y decidir qué es lo que quieres. —bebí de mi té, desviando la mirada.

Yo me quedé callada, Val tenía bastante razón. Ella puso su cabeza en mi hombro y nos quedamos un buen rato en silencio, aunque ella lo rompió.

—La amas. ¿Verdad?

—Lo hago. —suspiró pesadamente. —Y ya no quiero hacerlo.

—No puedes negar tus sentimientos, Marceline... Quizás no han cerrado del todo su capítulo.

—¿Tú crees?

—De verdad tienes mucho que aclarar y decidir en esa cabeza. —soltó una pequeña risa.

—Valerie, muchas gracias. —sonreí. —Espero que encuentres a alguien que te quiera muchísimo.

—Cariño, yo no necesito a alguien para complementarme. De verdad lo nuestro fue lindo, pero hay cosas que tienen su fin.

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Perdón lo corto de este capítulo, pero creo que no había más que relatar sobre lo que pasa entre este triángulo amoroso. Además quería que al menos leyeran algo de la historia.💖💖