Good Little Girl [Bubbline]

BONUS

Luego del trabajo había ido a la biblioteca pública, quizás leer me despejaría la mente, y luego de lo de Marceline, era obvio que necesitaba un descanso mental. No es que me molestara la situación, más bien yo no acostumbraba a ese tipo de cosas y ella hubiera sido una de las pocas relaciones serias que había tenido. Fue lindo lo que ambas vivimos en tan poco tiempo y nuestra situación amistosa en la actualidad, pero más bien, sus problemas con su exnovia hacían que lo nuestro no funcionara. Lo entendía, obviamente; y no eran asuntos que yo iba a poder arreglar.

Mientras buscaba algún libro de mi interés, sentía una mirada sobre mí. Quise hacerme la tonta, aún así la mirada persistía y hacía que me colocara algo nerviosa. Quizás solo me estaba poniendo paranoica, de igual manera me fui de aquel pasillo y caminé hacia otra estantería. ¿Y si no era paranoia?

—Hola. —di un pequeño salgo por el susto. Me volteé enseguida y fue aún más espeluznante el hecho de que la exnovia de Marceline estuviera frente a mí. —Lo siento, te asusté.

—No es nada. —desvié la mirada de pronto.

Ella pareció desconcertada, pero no pensaba darle atención si era lo que quería.

—Si te lo preguntas, no. No estoy con Marceline. —solté. Tampoco iba a darle el derecho de hacer una escena como la del otro día si aquello buscaba. Debería estar enojada, me fueron casi infiel con ella después de todo. Pero no lo estaba, yo no era esa clase de persona con celos e inseguridades.

—No estoy aquí por eso, yo... Quería disculparme contigo. No tenía pensado hacerlo para ser sincera. —la miré y elevé una ceja. —Digo, a lo que me refiero es que te he visto aquí y era obvio que tenía que hacerlo, no fui del todo correcta metiéndome entre ustedes dos. —susurró.

—No es del todo tu culpa, Marceline también fue responsable de aquello, y sé que debería enojarme y quizás golpearte el rostro. —ella me miró sorprendida, yo solo reí. —Pero no soy esa clase de chica, solo... —suspiré. —Solo quiero que ambas superen ese embrollo amoroso que tienen para al fin decidir qué es lo que quieren.

—Me encantaría, pero pareciera que siempre que estamos juntas estamos destinadas a separarnos. —jugó con sus manos. —Creo que verte con ella me hizo caer en cuenta que esa teoría era cierta.

—O quizás no. Después de todo ya no estamos juntas.

—En serio lamento eso...

—Las cosas terminan y ocurren por algo. ¿No crees? —ella asintió. —Por cierto, qué haces aquí. No es tu parte del reino. —su corona resaltaba en su cabeza.

—Oh, estoy buscando un libro de alquimia, quise venir yo misma por él.

—Marceline mencionó que eras muy inteligente, que admiraba eso de ti. —seguí buscando algún libro para mí mientras la observaba de reojo.

—¿Eso dijo? —sonrió.

—Lo hizo. —tomé finalmente un libro al azar para poder leerlo. —Bien, encontré lo que quería.

—Yo me iré por el otro pasillo, gracias por hablar conmigo. —le sonreí.

—No hay de qué.