Capítulo 23.

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Me siento horrible y eso que es lunes y ya no tengo la maldita resaca. El domingo estuve rompiéndome la cabeza averiguándolo que hice el sábado en el bar, cuando lo descubrí, entre en pánico. Imágenes de Harry y yo bailando se reproducían en mi mente cada cinco minutos, estaba tan apenada que llame a Selena para que me consuele pero en vez de eso, se estaba burlando de mí. Agarro una botella de vino y estuvimos tomando en la noche para olvidarnos de ese desastroso evento.

Una mala decisión que hice, por eso me levanté tarde y ni siquiera pude pasar por Starbucks para el café y el muffin de Harry. Me dolía la cabeza, el sol me estaba molestando y moría de hambre porque no había desayunado. Cuando llegue a la empresa, la oficina de Harry estaba cerrada pero veía su sombra en su escritorio. Suspiré y me senté en mi propio escritorio tratando de no pensar que Harry estaba molesto conmigo. Era la primera vez en todo el tiempo que estaba trabajando en este lugar y llegaba tarde. No creo que este tan enojado conmigo ¿no?

Seguí trabajando tratando de pensar en una excusa si él me pregunta sobre lo que paso el sábado porque estoy segura que en algún momento del día, saldrá de su oficina y me pedirá que haga algo por él. En ese momento, no sé cómo actuaré, lo mejor será improvisar, no parecer nerviosa y ni tampoco avergonzada.


—Pero miren que ven mis ojos.— Saque los ojos de la computadora para ver a Logan caminando sonriendo hacia mi escritorio. En sus manos tenía un periódico doblado. —¿Qué tal, preciosa?

—¿Qué quieres Logan?— suspiré. —No estoy de humor.

—Oh, está bien, lo comprendo. ¿Mala noche?

—Ni te imaginas.— Mis ojos se dirigieron a la computadora de nuevo y seguí trabajando.

—Puedo entrar a la oficina de Harry ¿no?

—Claro, déjame que le aviso.— Quise agarrar el teléfono pero él me detuvo.

—No, quiero que sea sorpresa.— Sonrió y yo acepté solo porque estaba cansada.


Entro a la oficina y yo seguí tecleando sin parar, podía escuchar las risas y luego maldiciones de toda la oficina de Harry. Trate de que eso no me distraiga y seguí trabajando hasta que escuche como la puerta de la oficina de Harry se abría, desee con todo mi alma que sea Logan quien salga por esa puerta pero no podía evitar lo inevitable.


—¿Me puedes explicar que es esto?— y por el tono de su voz, me paré asustada, como si hubiera cometido un delito. Lanzo el periódico en mi escritorio y lo agarre desdoblándolo, me sorprendí al ver en la primera plana una foto mía y de Josh en el desfile. Leí el artículo rápido y hablaban de una supuesta relación entre los dos y de lo perfectos que nos veíamos juntos. Leer eso me dio asco.


Lo miré sin saber que decir, solo vi detrás del hombro de Harry como Logan salía de la oficina de Harry riéndose y viéndonos. Por eso él vino a verlo, quiso mostrarle eso. Puto.


—Logan se acaba de ir.— Murmure sin saber que decir.


Rose, eres asombrosa evitando conversaciones.


—Oh, gracias por la notificación.— Sonrió pero su sonrisa era falsa. Agarro mi muñeca y me jalo hasta su oficina. Cerró la puerta fuerte haciendo que me estremezca. —¿Ahora si me vas a explicar?— pregunto. Respiraba fuerte y rápido, estaba molesto y yo no le veía el por qué.

The Proposal. {h.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora