The Proposal. {h.s}

Capítulo 36.

—L-lo siento. —Murmure recogiendo del piso la agenda. —Fue la impresión. — Me reí nerviosa. —Felicidades por el compromiso.

No llores, no dejes que te vean llorar. No pueden verte débil.

Harry seguía mirándome serio, sin ninguna expresión como siempre, fije mi mirada en el señor Moore. Sentía mis ojos picar pero me resistía a que caigan lágrimas.

—Ella debió haber llorado cuando le dio el sí. —Hable para matar este silencio que había entre los tres.

—Harry todavía no le ha pedido la mano; como todo un caballero, hablo conmigo y mi mujer para que le demos la bendición. —Hablo el señor Moore.

—Si, todo un caballero. —Susurré haciendo pequeños dibujos en la libreta. Quería que hable rápido para que pueda irme de su vista.

—¿Crees que podrías acompañarlo a comprar el anillo de compromiso?

—Uh, claro. —Acepté.

—Tienes que ir hoy, Harry. —Le habló al de rulos. —Mañana viene Ángela y no quiero que sospeche nada.

—Bien. —Fue la única palabra que le he escuchado hablar desde que dijo que se iba a comprometer.

—Cuando tengas el anillo, quiero que organices una linda velada para que le pidas la mano y luego ya veremos con los preparativos de la boda. Estoy seguro que Ángela querrá participar en todo eso. —Hizo una pausa. —¿Crees que puedas organizar la boda, Rose?

No.

—Confié en mi, señor, todo estará perfecto.— Mentí dándole mi mejor sonrisa.

—Perfecto, los dejo solos para que se pongan de acuerdo.— Miro su reloj. —Ya tengo que irme.

Se despidió de Harry con un abrazo muy cálido y a mí me dio un leve asentimiento de cabeza. Apenas vi las puertas del ascensor cerrarse, miré a Harry, él me estaba mirando impasible.

—Yo...

—Necesito ir al tocador.— Lo interrumpí, no deje que él me responda porque salí casi corriendo hacia el baño más cercano pero no logre mi objetivo porque me encontré con Louis y Selena.

—¿Rose?— pregunto Louis.

—¿Qué tienes?— preguntó Selena.

—Lo siento.— Murmuré pero mi voz salió ronca y entrecortada, luego me arrepentí porque sé que mis ojos ahora están muy brillosos porque quiero llorar.

—Oh Rose ¿Qué pasó ahora?— preguntó Selena, al parecer cansada de la situación.

Negué con la cabeza y le señale el baño para que vayamos allá. Entramos al de mujeres y cuando revise que nadie más estaba ahí, cerré con seguro la puerta

—Ahora dime porque tienes ganas de llorar.— Los dos me miraban con cara acusadoras.

—Harry se va a casar con Ángela.— Murmuré y no pude aguantarlo más, lágrimas empezaron a caer por mis ojos.

Me tape el rostro porque no quería que ninguno de los dos me vea en este estado, me parecía muy bochornoso que haya llegado a este extremo, nunca pensé que una noticia así me impactaría de esta manera.