KARMA

16. Panqueques

Las noches eran extrañas en ese lugar, pues en diferentes partes podía ser tranquilo y sereno; un lugar seguro para descansar o pasar el tiempo, pero en otras zonas era demasiado peligroso estar, pues de cualquier parte salían sombras y criaturas.

Las parejas de Karma aprovechaban estos momentos para encontrarse, sin que nadie los viera o molestara. Luzu y Auron se encontraban en las noches, para poder estar juntos y ser discretos. Mangel y Lolito peleaban y se arreglaban en cada noche, decidiendo siempre al final quedarse junto al otro. Alex se quedaba estudiando diferentes métodos de curación, cada vez siendo mejor.

Pero los que más estaban disfrutando la noche, eran los de la hermandad Oscura, y el nuevo personaje misterioso, Lobo nocturno.

La Hermandad seguía disfrutando de hacer diferentes travesuras a todos los seres de ese mundo; lograron conseguir trajes negros, y máscaras por lo que si alguien lo viera nunca sabrían que eran ellos.

-¿Qué casa explotamos ahora?-dijo Fargan sonriendo.

-¿La de Vegetta?-rió Willy.

-Eh, pero no las escaleras, esas las hizo mientras todavía estaba envenenado-pidió intranquilo Rubius.

-¿Desde cuándo eso importa?-preguntó Fargan-Luzu ha tenido que construir mil veces lo que le destruimos.

-¿Te has ablandado un poco?-interrogó molesto Willy.

-No, no, que yo soy oscuro-rió nervioso Rubius-Venga vamos a explotarle su casa.

Todos iban en dirección a la casa de su compañero, mientras que Vegetta estaba saliendo en dirección al pueblo; deseaba encontrar cosas nuevas en los puestos y robarlas. No podía controlar la emoción de hacerlo. Corría por las colinas con su atuendo de lobo, sintiendo la brisa y el silencio de la noche retumbar en sus oídos.

Estuvo un tiempo así, cuando empezó a amanecer lentamente, por lo que decidió subir a una roca y verlo. Se quitó el traje y se relajó.

-¿Vegetta?-escuchó detrás de el.

Un Rubius cansado, que estaba de camino a su casa, había encontrado a Vegetta muy lejos de su hogar; ¿Los habría visto? Intentó esconder detrás de su espalda la mochila con el traje de la hermandad, actuando lo mejor posible.

-¿Rubius?-contestó confundido.

Su traje de lobo nocturno estaba tirado cerca de unos arbustos, por lo que se puso muy nervioso, ¿qué hacía el ahí?

-¿No podías dormir?-preguntó Rubius curioso.

-No, no es eso..-titubeó Vegetta-¿Y tu?

-Es que yo..-pensó un poco el chico-Me gusta mucho ver las estrellas...

-¡A mi también!-dijo nervioso Vegetta intentando disimular.

Los dos se vieron nerviosos y sin saber que mas decir, Rubius no sabía si irse o quedarse con el para platicar y que no sospechara más; Vegetta estaba igual sintiendo que él podía atraparlo, así que debía tenerlo cerca para que no viera su traje.

-¿No quieres venirte a ver el cielo acá?-señaló el de ojos morados.

-Claro-sonrió Rubius nervioso.