Huyendo por el bosque

1.7K 172 113
                                    


El mundo era nuevo para la mayoría de los niños, todos solo tenían el pensamiento de que debían correr por su vida, correr hasta que ya no pudieran más, correr para que nadie los atrapara, todos movían sus piernas lo más que pudieran, pasaron las última semanas preparándose para ese momento, no debían de rendirse, aunque por el momento no sentían que los persiguieran, pero sabía que lo hacían, no los iban a dejar ir tan fácil, ellos sabían que la muerte les soplaba en la nuca.

—Chicos, es suficiente — Emma alzó su voz mientras los chicos le miraron asustados y agitados, sus cuerpos ya no daban para más, pero la adrenalina aún seguía en su sistema, no querían parar por el miedo de que aparecieran sus captores para llevarlos de nuevo.

—Si, debemos descansar, lo han hecho bien — Ray sonrió hacía ellos, y los niños pudieron desplomarse en el suelo para poder tomar aire y dejar que sus músculos reposaran por un momento.

—Es in-increí-ble — Norman sonreía, mientras jadeaba para tomar más aire.

—¿Estás bien? —Ray se acercó hasta su mejor amigo preocupado de que se desmayará en ese instante, después de todo, Norman era un chico realmente frágil.

—Si, estoy bien, no te preocupes por mí, ¿y tú? —Norman le miró aún sonriendo —¿Cómo está tu oreja? — Ray llevó su mano a su oreja.

—Empezó a doler, pero por ahora esta bien — Ray sonrió junto a él, miró hacia la chica de cabellos naranjas que visualizaba su alrededor.

—Ray — La voz de su hermana menor le llamó.

—¿Qué sucede Anna? —El pelinegro se dio la vuelta para mirarla, ella le sonrió levemente y Ray observó su cabello que ahora estaba atado con dos pequeñas coletas a cada lado, y recordó que ella había donado su cabello para hacer su sustituto que se quemo con Grace field.

—Gilda y Don están preocupados por tu herida, ¿quieres cambiar el vendaje? —Y ella se acercó hasta el chico con un par de vendajes en la mano.

—Si, gracias — El pelinegro se sentó en un tronco que había cerca y la chica rubia le ayudo a cambiar los vendajes y a hacer la asepsia y antisepsia —Anna... —Él susurró su nombre, ella se inclinó un poco para aparecer en el campo de visión del pelinegro — Perdóname por lo de tu cabello — Ray se disculpó con ella mientras bajaba su cabeza.

—Eso no importa ahora, lo importante es que estás vivo y con nosotros — Anna realmente se veía aliviada de que Ray siguiera con ellos, cuando Emma le pidió su cabello y le dijo la razón, Anna no lo dudo ni por un segundo, su hermano mayor era más importante que un poco de pelo—Volverá a crecer algún día — Ella soltó una ligera risa.

—Chicos, aprovechemos para comer algo — Gilda llamó a los niños para que reunieran, ellos se iban a sentar debajo de un árbol, pero Emma puso una mano en el hombro de su hermana menor.

—Gilda, allí no, me da mala espina el árbol — La chica de lentes le miró confundida, pero ya que Emma le decía aquello, asintió mientras le sonreía.

—Chicos, nos sentaremos por allí — Y los chicos se reunieron para comer algo de comida que habían robado cautelosamente.

Emma aprovecho para tomar algo de agua, estaba realmente sedienta, pronto se le acercó Norman quien se sentó a su lado.

—¿Está tu herida bien? — Preguntó él albino realmente preocupada por ella.

—Si, no te preocupes — Emma respondió cortante, y Norman borró su sonrisa en ese instante, estaba confundido por la actitud de ella.

Re-inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora