Re-inicio

Preparativos

—¿Y? — La adulta del lugar le veía de manera acusadora.

—No sé que le pasa — Admitió Ray mientras miraba hacia otro lado — Está diciendo cosas raras desde que se golpeó la cabeza, y a cada rato quiere estar conmigo — Mamá lo miraba seriamente, sin creer ni una sola palabra de lo que decía.

—¿Qué cosas? — Volvió a preguntar ella.

—Que... — Ray se sonrojó bastante al recordarlo — me ama... y no se cuántas tonterías más — Isabella solo observaba a su niño con algo de gracia, incluso el más serio de sus niños se avergonzaría si le expresaran esos sentimientos de esa forma.

—¿Y qué hay de Norman? — Preguntó ella con interés.

—¿Norman? —Ray lo medito por un segundo —No sé que paso entre los dos, pero ella parece ignorarlo, lo tiene bastante triste — Ray solo cruzó sus brazos— Emma dice que nada paso, y si le insisto con el tema, ella lo cambia rápidamente a decir más tonterías —

Isabella repaso los hechos en su mente una y otra vez, tratando de pensar en la causa del cambio de comportamiento de la más infantil de sus hijas, no podía ser que de un momento a otro entrará en la pubertad, aún no era el tiempo indicado para que eso sucediera con ella, pero la actitud que había tomado indicaba eso.

¿Solo eran cambios hormonales o quizás algo más?

—Como sea, hablando de mi próxima recompensa — Ray cambio el tema rápidamente, la pelinegra lo escuchó atentamente sobre sus exigencias.

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—Tienes que mantenerlo en secreto, ¿entendiste? — Don asentía mientras escuchaba la tarea que la chica le daba.

—¿Estás seguro que Mamá no sospechará? —

—Para eso estoy yo — Emma guiño su ojo — Solo tienes ese tiempo para practicar—

—Emma — Don le llamó de nuevo — Gilda no esta muy segura de involucrar a los demás en esto, dice que deberíamos esperar un poco más — Emma lo miró atentamente, pero negó con su cabeza.

—Tenemos que estar listos, pronto cosecharan a alguien — Don no se veía del todo seguro sobre lo que decía.

—¿Por qué ocultas cosas?, nosotros somos tus hermanos, y en este punto, puedes decirnos lo que sea, todos confiaran en ti — Emma sonrió levemente por lo dicho por él.

—Me da un poco de miedo — Confesó ella mientras borraba su sonrisa —Si todos supieran exactamente el poco tiempo que tenemos, y todas las dificultades que vienen, ¿crees que quisieran escapar?, siento que podrían abrumarse con toda esa carga — Confeso ella mientras Don la veía.

—¿Y cómo sabes lo que vendrá? — Preguntó él algo confundido y devastado.

—Cuando salgamos de aquí, prometo que se los contaré — Don tomó aire, tratando de calmarse.

—Está bien, confiaré en ti — Emma le sonrió complacida por su respuesta.

Ella se volteó para caminar hasta la casa, todo estaba saliendo como ella quería, Ray y Norman estaban confundidos, Mamá también lo estaba, y Gilda y Don actuaba como ella quería, se sentía de cierta manera poderosa, pero no debía olvidar que todo se podría torcer si cometía algún error.

—Mamá — Emma llamó a Isabella quien atendía a los más pequeños —¿Me enseñarías a cocinar? — Preguntó mientras sonreía, Isabella sonrió y asintió levemente.