Re-inicio

Epilogo: Seguir adelante

La noche era silenciosa, mientras Yuugo se levantaba por el toque de la puerta, Sienna dormía a su lado profundamente mientras él se sobresaltaba, ¿quién sería?, ¿un ladrón?, no podría tocar la puerta para eso. Se levantó con sueño, cuando llegó a la puerta y la abrió se encontró con un policía.

—Buenas noches, señor — Yuugo se enfocó que el policía venía con la niña antena —¿Es esta chica su hija? — Yuugo la miró de pies a cabeza, estaba en un estado terrible.

—Si — Respondió con duda.

—La encontramos en el riachuelo a mitad de la noche en medio del agua, parece que perdió algo importante, pero es muy peligroso salir a esta hora y ese riachuelo también es peligroso ya que podría haber crecientes inesperados — Le habló en tono serio.

—¿Qué?, ¿y tú que hacías allí? — Yuugo frunció el ceño, mientras Emma bajaba más la cabeza.

—No sé, pero hable con ella —

—Si, gracias — Contestó él con duda.

Emma entró a la casa, mientras se veía su pantalón realmente sucio, estaba empapada de pies a cabeza mientras hacía un puchero con su boca, al parecer arrepentida.

—¿Y bien? — Yuugo cruzó sus brazos, mientras esperaba una explicación.

—Yo... no sé que decir — Ella realmente estaba avergonzada.

—Emma... sé que eres algo impulsiva, pero no haces estupideces sin ninguna razón — Yuugo le habló con calma —Cuéntame, ¿qué paso? —

—Tiré mi anillo allí — Ella le explicó.

—¿El que siempre usabas? — Emma asintió levemente —¿Por qué hiciste eso? – él le miró con duda dibujada en su rostro.

—No sé, Oliver me estaba molestando con el anillo, y pensé que era estúpido tenerlo en ese momento— Ella le explicó rápidamente — Pero no puedo quitarme esa sensación de vacío en el pecho cuando pienso en ese anillo, no sé por qué, es tonto, es incoherente, pero era algo importante para mí, pero no puedo explicar porque lo era — Emma soltó un suspiró, mientras llevaba una mano enlodada hasta su cabello — No me entiendo en absoluto, pero quiero recuperarlo —

—Eso ya no se puede, Emma — Yuugo le comentó — Ya oíste al oficial, es peligroso estar en ese lugar, no vas a arriesgar tu vida por un objeto material y sin importancia — Yuugo vio como las lágrimas de Emma bajaron por sus mejillas.

—Lo sé... — Ella dijo con voz desanimada.

—Sube arriba, date un baño y acuéstate a dormir — Emma asintió, mientras realizaba su petición.

Yuugo soltó un gran suspiró, mientras veía el suelo. Emma no solía ser así de irracional, así que estaba algo consternado. Tomó los implementos para limpiar el suelo por donde ella había pasado y dejado una gran huella de barro, cuando estuvo listo fue a dormir junto a su novia otra vez, evitó despertarla para no preocuparla.

Cuando amaneció, Sienna hizo el desayuno, era la primera mañana que pasaban juntos como una familia, Yuugo pensó que era algo ridículo si se ponía a pensar que hace unos años jamás pensó que al llegar al mundo tendría un nuevo amor y una hija adoptiva, la vida podía dar muchas vueltas, pero él se alegraba de que todo hubiera resultado para él, y le agradecía en especial a esa niña que había ayudado a cumplir su sueño.

Los minutos siguieron pasando, y Sienna se preocupó porque Emma no bajaba a desayunar. Ella sabía que a Emma no le gustaba mucho su presencia en el hogar, pero debido a su gran corazón, Emma estaba haciendo lo máximo posible por aceptarla a pesar de sus errores del pasado. Yuugo al ver su preocupación le contó lo que había pasado la noche anterior mientras ella dormía, así que Sienna fue a mirar como estaba Emma, que seguramente seguía dormida por la falta de sueño, pero al acercarse se dio de cuenta que Emma jadeaba bastante y al poner una mano en su frente se dio de cuenta de que tenía fiebre.