La indecisión.

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Sofía apenas pudo dormir la noche anterior, sabía que estaba mal tener cambios repentinos de humor, ya que le harían mal al bebé, pero no podía evitarlo.

Se levantó y se puso una bata para bajar al comedor.

Ya todos se encontraban sentados, menos Hugo.

~Buenos días, ¿Dónde esta Hugo? Preguntó intrigada.

~ Salió muy temprano. Contestó el rey Garrick.

Sofía se sentó junto a Axel y comenzó a comer.

~¿Estás bien, Sofía? Preguntó el joven.

~Perfecta...

El desayuno transcurrió con tranquilidad, sin embargo cuando todos terminaron, el rey Garrick pidió a Sofía que lo acompañará a su estudio real. Axel inmediatamente los siguió y se quedó espiando por detrás de la puerta.

~Dime la verdad ¿Qué está ocurriendo?

Los ojos de Sofía se llenaron de lágrimas y se dejó caer frente al hombre.

~Quisiera decirlo ¡Pero no puedo! No puedo hacerle daño a Hugo.

~¿No confías en mí? Tu estado de salud no es el mejor, ¿Qué te dijo el doctor?

~Yo... Tengo estrés. Habló desviando la mirada.

~¡Dime la verdad! A mí no puedes engañarme.

~Estoy embarazada, pero no quiero que nadie más lo sepa, en especial ahora, que mi relación con Hugo no marcha bien.

Axel se llevó las manos a la boca para encubrir un gritó.

~La noticia me hace muy feliz, no te imaginas cuanto. Ahora dime, ¿Qué está pasando con Hugo?

Los labios de Sofía comenzaron a temblar y se sintió acorralada por el rey.

~Ayer... Fui a Encantia a visitar a mi hermana y encontré a Hugo en su compañía, creí que solo era una visita de negocios, pero no fue así. Él la beso, le dijo que estaría siempre a su lado, y yo... ¡Ya no sé que hacer! Quiero escapar, es horrible sentir su indiferencia, ya ni siquiera quiere dormir a mi lado. Tal vez sea mejor que vuelva con mi madre.

~¡Jamás! No importa lo que haya ocurrido antes, tú eres su esposa y esperas a su hijo.

~Por favor no le diga nada, yo no quiero que me odie más, no podría soportarlo.

Axel apretó los puños y se retiró. Tenía que hablar con la princesa Amber y defender a Sofía de sus ataques.

~No le diré nada a mi hijo, pero no te vayas, yo cuidare de ti y de mi nieto. Te aseguro que no te faltará nada. Respetaré tu decisión de no decirle a Hugo, pero tarde o temprano él tendrá que enterarse.

Unas horas más tarde, Axel se encontraba en las puertas de la mansión de Encantia.

A lo lejos observó a la princesa Amber en compañía de su hermano y toda sospecha se esfumó.

Espió desde la ventana y observó las distintas muestras de amor de ambos.

Sus puños se apretaron y de golpe entró a la habitación.
Ambos jóvenes lo observaron con intriga.

~¿Qué haces aquí? ¿Quién te dejo entrar? Gritó Hugo levantándose de su asiento.

~No había nadie en la puerta y me alegra, porque pude comprobar mis sospechas.

~¡Vete Axel! Esto no te incumbe.

~¡Me incumbe! Sofía está sufriendo por ti.

~No menciones su nombre, después de todo lo que me hizo ¿Cómo podría amarla?

~Sé que cometió muchos errores, pero a pesar de todo yo la perdone y me hizo cosas peores.

~Entonces ¿por qué no te conviertes en su esposo? Interrumpió Amber acercándose a él.

~Lo haré, cuidaré de las responsabilidades de mi hermano. ¡De ambos!

Hugo la miró con molestia y se interpuso entre los dos.

~¡Axel vete de aquí! Para ser el esposo de Sofía yo tendría que estar muerto, de otra forma ¡jamás lo serás! ¡No lo permitiré!

~Me iré, pero antes debo decirte algo, Amber.

La rubia lo miró como si estuviera retandolo y el joven quedó cara a cara con ella.

~Todo el tiempo te defendí, sentí empatía por ti y no es algo que pase a menudo. Lamentablemente, ahora me doy cuenta que la verdadera villana siempre fuiste tú. Desde un inicio sabías que Sofía estaba enamorada de Hugo, aún así te comprometiste con él y la llevabas contigo a todas tu citas, haciéndola sufrir y orillandola a hacer cosas malas. Sofía perdió la cordura por ti, todo esto lo habías planeado desde un inicio.

~¡Eso no es verdad! Jamas haría algo tan vil.

~Te le metiste por los ojos a mi hermano, él iba a pedir la mano de Sofía ¡No la tuya!

Amber comenzó a apretar los puños y le dió una cachetada a Axel provocando que él le tomara la mano.

~No vales la pena, eres despreciable. Gritó apretando la mano de la joven ~Hugo, escúchame, ¿Sabes lo que te hará después de destruir a Sofía? Te dejará en la miseria, nadie te querrá y no podrás recuperar a tu esposa.

~Le diré a Sofía que ya no quiero seguir a su lado. Susurró con la mirada baja.

~¡Haz lo que quieras! Yo no puedo darte lecciones de buena conducta.

Axel salió de la mansión siendo seguido por Hugo.

Antes de subir a su carruaje, el pelirrojo le soltó un puñetazo a su hermano, provocando que su labio sangrara de inmediato.

Axel llegó primero a Albuquerque y entró rápidamente a su cuarto.
En la soledad de las cuatro paredes, intentó olvidar todo lo que había visto y escuchado.

~¡Sofía! ¿Dónde estás? Gritó Hugo entrando al castillo.

Sofía apareció al principio de las escaleras.
En seguida, él las subió hasta quedar frente a ella.

~¿Cómo te fue? Intento decir.

~No me fue bien. Contestó con molestia.

~Hugo, no sé qué pasa contigo, pero ya no puedo soportarlo.

~Yo tampoco Sofía, sera mejor que vuelvas con tu madre y nos...nos divorciemos. Dijo con la voz cortada.

Los ojos de Sofía se llenaron de lágrimas en intentó abrazarlo, pero él se hizo a un lado.

~Hugo... ¡No estás hablando en serio! Yo lo sé.

~Jamas había estado tan seguro, me casaré con Amber... ¡Así debe ser!

~Prometiste que estarías conmigo... Qué si caía, me atraparías.

~¡No me interesa protegerte! Ahora debo irme, lamentablemente ella está esperándome afuera. Comentó, mientras era abrazado por Sofía.

Ambos comenzaron a forsejear provocando que la joven perdiera el equilibrio y cayera rodando por las escaleras.
En ese momento el rey Garrick corrió hasta la princesa para sostener su cuerpo inerte entre sus brazos.

~¿Qué acabas de hacer? Sofía está esperando a tu hijo. Gritó el rey tomando a Hugo por los hombros.

~Sofia, ¿Embarazada? Pero nunca me dijo nada. Tal vez se trate de otro chantaje. Exclamó mientras dirigía sus pasos hacia la salida.

La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.Where stories live. Discover now