Los celos de Sofía.

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Habían pasado solo algunas semanas desde su accidente.
Sofía y Hugo se encontraban a la orilla de un lago.
La joven solo tenía permitido salir del castillo si se encontraba en su silla de ruedas.

~El paisaje es hermoso, aunque me gustaría correr alrededor del lago, jugar con el agua y sentir la brisa en mi cara.

~Puedo llevarte hasta la orilla y ayudar a qué tus pies sientan el agua.

~No sé si funcione Hugo, creo que no tengo sensibilidad.

~Hay que averiguarlo. Comentó guiñandole el ojo.

Sofía extendió sus manos para tomar el cuello de Hugo, mientras esté la tomaba entre sus brazos.

El agua era calida, los peces se acercaban a sus pies y le hacían cosquillas. Sofia sonrió con alegría, era la primera vez en meses que se sentía realmente feliz, que disfrutaba cada instante de su vida.
Giró su vista y observó con detenimiento las facciones de Hugo, su cuerpo estaba relajado, sin embargo su mirada se encontraba fija en un punto específico.

Sofía giró su vista en la misma dirección y notó a una joven de cabellos oscuros remojandose al otro lado del lago.
Inmediatamente sintió como su corazón se encogía, aquella mujer podía caminar con libertad, se lucía, dejaba caer el agua en su perfecto cuerpo definido, demostraba la sensualidad que ella jamás había podido mostrar.

Los celos comenzaron a crecer dentro de sí. Incluso tuvo ganas de levantarse y demostrarle a Hugo que era capaz de caminar como aquella mujer, pero eso solo le haría retroceder en todo lo que había logrado.

~¿La conoces? Comentó de forma relajada.

Hugo se sobresalto y sonrió con nerviosismo.

~Para nada, pero me llama la atención su vivacidad, me recuerda un poco a ti, antes de todo esto.

Sofía bajó la mirada con melancolia.

~Lo siento mucho Hugo, no quiero que pienses que soy una mala persona.

Hugo se acercó a ella y la tomó entre sus brazos.

~Quisiera entender tus razones, pero no puedo hacerlo.

Aquella mujer fijó sus ojos en ellos, observó que ambos estaban abrazados y esperó cruzar miradas con Hugo.
Cuando ésto ocurrió, la joven sonrió de manera seductora provocando que Sofía diera un salto.

~Hugo, creo que es mejor que nos vayamos.

~No te sientas intimidada, eres más hermosa que ella.

~Pero puede caminar, además ¡Mírala! Tiene un cuerpo perfecto, una sonrisa hermosa y la forma en la que te mira hace que mi sangre hierva de celos.

~Eso no tiene ninguna importancia, el físico no lo es todo, sino el interior de las personas, que tenga un corazón puro, que sus sentimientos sean buenos. Una persona que hace el mal no merece nada en la vida.

El agua comenzó a moverse y aquella mujer cayó a la parte honda del lago.

~¡Ayuda! Gritó manoteando.

~¡Se está ahogando! Gritó Sofía con desesperación.

~La ayudaré, por favor no te muevas de aquí, temo que te pase lo mismo.

Hugo se lanzó al agua y nado hasta donde se encontraba aquella mujer.

La sostuvo entre sus brazos y la llevó hasta la orilla.

~¡Esta inconsciente!

~Aprieta su estómago. Así escupirá el agua. Mencionó Sofía.

Hugo se aproximó a ella, y acercó sus manos a su estómago.

~¡Alto! No quiero que la toques, lo hare yo.

Sofía apretó su estómago repetidamente sin recibir el efecto esperado.

~Creo que tendrás que hacerle respiración de boca a boca. Comentó Hugo.

Sofía se acercó con cuidado hasta la boca de la chica, cuando estaba a punto de tocar sus labios, se detuvo y se estremeció.

~¡No puedo besar a una mujer! Es mejor que lo hagas tú, Hugo.

Hugo rápidamente juntó sus labios contra los de aquella mujer y comenzó a soplar, esperando poder ayudarla.

Finalmente el agua comenzó a salir de su boca y poco a poco la chica fue incorporándose.

~¿Te encuentras mejor? Sonrió Hugo.

~¿Tú me salvaste?

~En realidad... fuimos los dos.

La joven se abrazó de su cuello y le dió un beso de agradecimiento en los labios.

Sofía sintió como la maldad recorría su cuerpo, sin embargo Hugo se separó de aquella mujer.

~Quiero pedirte que no vuelvas a besarme, no es correcto que lo hagas, por cierto, tu acento es distinto ¿De dónde eres?

~Soy de Rudistan. Mi nombre es Esmeralda.

~Esmeralda, no debes ir por la vida besando a los hombres, menos si están comprometidos. Intervino Sofía.

~¿Estas comprometido? Un ser tan magnífico como tú ¿Quién es ella? No creo que está chica invalida sea la dueña de tu corazón.

~Pues... Por el momento ella es mi prometida.

~¡Ni siquiera podrá darte hijos! En cambio, si te quedas conmigo, yo podría darte más que eso... Susurró con ironía, recorriendo su pecho con las yemas de los dedos.

Hugo se estremeció y Sofía hizo que ambos se alejaran.

~Aun puedo escuchar lo que estás diciendo, ¿Crees que dejaré que Hugo se vaya de mi lado? Un príncipe ¡jamás! podrá estar con alguien como tú.

~¿Cómo yo? Si no me equivoco tú también eres una niña de pueblo.

~¿Sabes quién soy?

~Te conozco perfectamente y también sé todo lo que has hecho, los he observado desde hace mucho tiempo. Sé que le robaste el prometido a tu hermana.

Los puños de Sofía comenzaron a apretarse.

~¿Te envío Axel o fue Dereck?

~Esos nombres no me suenan, les contaré cómo supe todo. Un día mientras me encontraba vagando por los alrededores de Encantia noté que ustedes estaban discutiendo, me quedé enamorada de los gestos y de la forma tan varonil de expresarse del principe Hugo. Así que los seguí y fui testigo de lo que ocurrió en el campanario. Ese mismo día supe que estabas enamorada del prometido de la princesa Amber y que harías cualquier cosa por mantenerlo a tu lado.

Hugo y Sofía intercambiaron miradas.

~¿Qué quieres? ¿Por qué viniste? Gritó sofia.

~Quiero que me permitas pasar una noche al lado de tu prometido. Una noche es suficiente y no contaré todo lo que sé de ambos.

Hugo se puso rígido y Sofía golpeó el piso con su mano.

~¿Cómo te atreves a pedirnos eso? Lógicamente no acepto tus condiciones.

~Entonces hablaré con tu ex prometido, estoy segura que le gustará escuchar lo que sé de ti.

~Axel está de acuerdo con nuestra unión. Así que no intentes chantajearme. Mencionó sin quitar la vista de sus ojos.

La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.Where stories live. Discover now