La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.

Recuerdos del pasado.

Flashback:

Cedric se acercó hasta el estudio del rey Roland.
Un nudo se formó en su garganta, cuando le informaron que el rey quería hablar con él.

~¿Me llamaba?

~Así es, me gustaría discutir algo contigo. Cómo sabes has sido mi amigo desde la infancia y tal vez no lo parezca pero te aprecio.

~Claro, dígame. Sonrió con melancolía.

~Tengo algunos problemas, mis hijas han comenzado a crecer y cada una seguirá su camino. Amber parece estar feliz al lado del príncipe Hugo, en cambio Sofía, demuestra una tristeza inmensa y me preocupa que tome malas decisiones. Sé que es hermosa y delicada, pero es demasiado ingenua y no conoce de la vida.

~Sofia es muy fuerte, no caerá en malos pasos. Creo que es una joven madura para su edad.

~¿Crees que deba casarse con el príncipe Axel? Es un futuro rey y un hombre respetable.

~Creo que sus sentimientos son lo más importante. Titubeó bajando la mirada.

~¿Te ocurre algo?

~Es el hecho de que mi amor nunca se hará realidad.

~¿Amas a alguien? Podría ayudarte a conseguirla.

~No es posible, hay un gran muro entre los dos, pero puedo mantenerme amándola en secreto.

~¿De quién se trata? Nada es imposible.

~Es Sofía de quién estoy enamorado.

~No es posible, Sofía es al menos 20 años menor que tú, además es una princesa... Merece un mejor futuro que solo vivir en una torre, sin ofender tu estilo de vida.

~No pretendo nada con ella. Susurró bajando el rostro.

Ambos hombres hablaron sin notar que Sofía se encontraba al otro lado de la puerta.

Fin del flashback.

Cedric se golpeó la frente al recordar dicha conversación, sabía que Sofía lo tenía en sus manos y podría mentirle a su padre para lograr su conveniencia.

Mientras tanto, Hugo se encontraba leyendo un libro en la biblioteca Real.

Axel se acercó con cuidado para darle un susto.

~¡Te atrapé! ¿Qué lees hermanito?

~La metamorfosis de Franz Kafka.

~Suena interesante, pero ¡Debes dejarlo! Te tengo una sorpresa.

~¿De qué se trata?

~Sé lo mucho que disfrutabas volar papalotes. Así que, traje un par para que pasemos un tiempo juntos.

La mirada de Hugo se iluminó y sin pensarlo, ambos jóvenes corrieron al jardín.

El papalote emprendió el vuelo, permitiendo que Axel y Hugo pudieran sentarse sobre el pasto.

~¿Por qué hiciste esto?

~Tu boda será pronto y no podremos pasar tiempo juntos.

~Cierto... Mi boda será en dos semanas.

~¿Cómo te sientes al respecto, Hugo?

~No muy bien, me gusta Sofía, pero no puedo olvidar el día que me reencontré con Amber, desde aquella vez, me di cuenta que la quería. Y pase lo que pase, no cambiaré. Es cierto que en un inicio mi plan era pedir la mano de Sofía, pero al observar la sonrisa de Amber, todo eso cambio... Ahora no puedo separar mis pensamientos de ella.