La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.

Amar es parte de sufrir

Hugo ofreció su brazo a Sofía y juntos salieron del castillo rumbo a uno de los jardines.

~El día está hermoso ¿No crees?

~Realmente lo está, Hugo te noto feliz, ¿Pasa algo?

~¿Recuerdas que te conté que me gustaba una princesa? Es maravillosa, entre más convivo con ella, siento que tenemos que estar juntos para siempre.

~¿Cómo es ella?

~Sus ojos son los más hermosos que he visto, es bondadosa y se preocupa mucho por la gente del pueblo, además tiene un carácter firme. La conoces muy bien.

Sofía se sonrojo pensando que se trataba de ella.

~Dime más...

~Somos amigos desde la niñez... ¿Sabes? me gustaría confesarte algo, pero no sé cómo hacerlo.

~Dimelo entonces, llevas días así.

~¡Te amo!, Eres la persona más importante en mi vida y me gustaría que te convirtieras en mi esposa. Comentó mientras escuchaba el silencio incómodo que había entre ambos.

Los ojos de Sofía se llenaron de ilusión y con felicidad pensó en la respuesta que le daría.

Le diría que ella lo amaba de la misma forma, que había esperado gran parte de su vida por este momento.
Su voz comenzó a tartamudear, intentando articular palabra, estaba a punto de hablar, cuando la voz de Hugo la hizo despertar.

~Así fue como se lo dije a Amber. Sonrió sin quitar la vista del cielo.

~Amber...

~Si, ¿Por qué te sorprende? Pensé que lo sabías.

~Oh... Claro que lo sabía.

~No quise contarte el día del baile, porque aún no estaba seguro de su respuesta, pero debo decirte lo que ocurrió y la razón por la que no me encontraste en toda la tarde.

Flashback:

Apenas la familia de Encantia llegó, Sofía se separó de todos para buscar a Hugo.
No obstante, el joven se encontraba en el lado opuesto del salón.

~¿Y Sofía? Creí que vendría con ustedes. Preguntó Hugo.

~Cuando llegamos desapareció. Mencionó Amber .

~¿Podemos hablar? Tengo algo muy importante que decirte.

~¿De qué se trata? No creo tener mucho tiempo libre.

~Acompáñame al jardín, lo que tengo que decir es privado.

La rubia tomó su brazo y juntos se dirigieron al jardín más lejano.

~¡Hay tantas flores! Son bellísimas. Tienen un color especial.

~Solo crecen en Albuquerque, fue invento de nuestro hechicero real. Tal vez algún día, pueda enviarte un ramo a tu castillo.

~¿Harías eso por mi? ¿O es por Sofía? Mencionó provocando su sonrojo.

~Lo hago por ti, aunque también enviaré algunas a Sofía. Para mis bellas flores de Encantia.

~No es un secreto que siempre has estado enamorado de Sofía, pude notarlo desde la escuela real ¿Es ella la que te hizo volver?

~En realidad no es así Amber, estás muy confundida. Sofía es mi mejor amiga, le debo mi cambio. ¿Sabes quién ha sido mi amor de toda la vida?

~Hugo... No tengo idea.

~Eres tú, sé que has recibido infinidad de propuestas y que la mía puede ser considerada como otra más, pero algo dentro de mi, me dio la esperanza de ser correspondido.

~¡No! Hugo, esto no está bien, estoy segura que Sofía esperaba está declaración, ¿Por qué yo?

~Porque siempre me quisiste, incluso cuando era egocéntrico. Perdonaste mis faltas y te mantuviste siendo mi amiga.

~No puedo darte una respuesta... Dame unos días.

~Te esperaré el tiempo que sea necesario.

Fin del flashback.

~Asi que eso paso... No lo esperaba Hugo.

~Hoy finalmente me dio la respuesta. Después de esto, hablaremos con tu padre y fijaremos una fecha.

Los ojos de Sofía comenzaron a inundarse de lágrimas. Sin embargo trato de encubrirlas con una sonrisa.

~No entiendo ¿Por qué me diste tú la noticia? ¡Ella me lo oculto!

~Le pedí que así fuera. Senti que yo era el más indicado para hacerlo. Eres una parte importante de mi vida.

~Pero no soy la que la compartirá contigo.

~¡Lo harás! Me casare con tu hermana, nos veremos mucho. ¡Ahora acompáñame! Comentó intentando tomarla de la mano.

Sofía apartó su mano, mientras se dejaba caer sobre el pasto. “Adelantate, iré en un segundo"

Hugo se agachó hasta quedar a su altura y la miró fijamente a los ojos.

~¿Segura que estás bien? Pronunció con melancolía.

~Lo estoy... ¡Entra al castillo, ellos te esperan!

El príncipe intentó mantenerse a su lado, no obstante ella lo convenció de que sus lágrimas eran únicamente de felicidad.

Fue así que Hugo entró en el castillo para sellar su destino.

Una vez lo vio lejos. El corazón de Sofía comenzó a latir con rapidez, sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas y un sollozo se escapó de sus delicados labios.

~¿Qué pasa Sofía? Comentó Clover posandose sobre su regazo. ~¿El príncipe ya se te declaro? ¿Lloras de felicidad?

~ No Clover... Fui una ingenua, él quería a Amber...

~Eso no es posible, vi la forma en la que te miraba, incluso cuando no te dabas cuenta.

~ ¿Eso hacia?

~Si, para mí esas miradas no eran de un buen amigo, en sus ojos demostraba un amor que no le trasmite a Amber.

~Quizás está confundido... Y no quiere a Amber, eso puede pasar ¿No lo crees Clover?

~Puede pasar, aunque no es seguro, ¿Por qué no lo olvidas? Entra a esa habitación y celebra con ellos, en ocasiones hay que aprender a perder.

~Tienes razón Clover... Debo seguir ¡Ya lo verás! Él se casará conmigo, no lo sabe aún, pero en su interior, ¡es consciente de que me ama!

Sofía arregló su vestido y caminó hasta el salón.

~¡Que bueno que llegas Sofía! Te estábamos esperando. Sonrió Amber levantando su copa de vino.

~No me lo perdería por nada. Sonrió abrazando a su hermana. ~¿Cuando será la boda?

~En tres meses. Mencionó su padre.

~Es tiempo suficiente.

~¿Perdón? Preguntó Amber.

~Es tiempo suficiente para planear la boda, mi querida hermana se merece la mejor celebración.

~Tienes razón Sofía, mamá y tú deben ayudarme en todo... Además pensamos en esa fecha, porque James volverá de Wei-ling, así toda mi familia estará en la boda y no me sentiré sola. Sonrió abrazándose de Hugo.

Sofía giró un poco los ojos y levantó nuevamente su copa.

~Brindo por la felicidad de los novios y por un nuevo comienzo para todos.