El corazón atrofiado.

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Dereck se sorprendió al observar que  Hugo caminaba hacia él, era cierto que en su niñez habían sido buenos amigos, pero en la adolescencia, no habían coincidido en la mayoría de las cosas.

~Un gustó Dereck, escuche que planeas hacer negocios con Encantia.

~Así es Hugo, también supe que estás comprometido con Amber, te deseo mucha suerte, créeme que la necesitarás. Ella no es una mujer fácil de tratar.

~Tenemos una percepción diferente de ella, pero no me sorprende, nunca estamos de acuerdo.

~Escuche que tu padre pronto nombrará a Axel como rey de Albuquerque. Realmente aplaudo su decisión, tú no mereces gobernar un reino.

~Hugo no necesita el trono de Albuquerque, ya que gobernará Encantia a mi lado. Intervino Amber tomando el brazo de su prometido.

Dereck giró su vista para encontrarse con la mirada perdida de Sofía.

~Eso lo veremos, mi preciada Amber. Nada está escrito aún. Contestó antes de seguir de largo.

~¿Cómo pudiste salir con él? Es odioso. Le reprochó Hugo.

~Era muy joven, aunque ¿Te soy franca? Siempre te quise a ti, aunque yo pensé que amabas a Sofía.

Hugo bajó la mirada y pensó en su niñez, en sus sentimientos de ese momento y en como había cambiado su perceptiva hasta el momento.
Un ruido lo sacó de sus pensamientos y una voz conocida lo llamó con insistencia.

~¡Hermanito! No esperaba verte aquí, esta mañana saliste muy temprano y no dijiste a dónde ibas. Comentó Axel bajando de su carruaje.

~¿Qué haces aquí? Creí que odiabas Encantia.

~Escuche que Dereck estaba aquí; es un buen peón para mí, así que intentaré hacerme su amigo. Mencionó con altanería.

~¡Las personas no son peones, que puedes usar a tu antojo! Intervino Sofía.

~En este mundo, solo los mas listos ganan, las personas como tú que buscan el bien de los demás, ¡jamás llegarán lejos!

Sofía apretó lo puños y se acercó a él de manera dominante, de tal forma que sus respiraciones chocaron.

~No olvidarás mi nombre Axel, me verás muy a menudo.

~Estoy seguro que así será.

La princesa dió media vuelta y le sonrió a Hugo de una manera brillante. Axel notó esto y se llevó la mano a la barbilla con interés.

~La pequeña Sofía está enamorada del prometido de su hermana, que ilusa. Me preguntó ¿Cómo podrá serme útil? Comentó para sí mismo.

El poder y la riqueza siempre habían sido parte de la vida de Axel y a diferencia de su hermano, él si quería convertirse en el único gobernante del Eterny reino. Así tuviera que declararle la guerra a todo reino que se interpusiera en su camino.

~Bueno hermanito, me iré a buscar a Dereck, hay un par de cosas que quiero discutir con él.

~Puedes quedarte con él, el tiempo que quieras. Mencionó Amber con hipocresía.

Axel siguió su camino y entró al palacio. Mientras caminaba por los pasillos se topo con el rey Roland, que charlaba tranquilamente con su mayordomo.

El joven le hizo una reverencia e intento portarse lo más educado posible.

~Es un gusto verte de nuevo, no sabía que nos visitarias.

~Vine en compañía de mi hermano, muy pronto seremos familia y quería ofrecerle un saludo de mi parte.

~Definitivamente eres un muchacho excepcional, la mujer que se convierta en tu esposa será muy afortunada.

~Me halaga, rey Roland, lamentablemente, aún no he encontrado a la mujer que compartira mi vida, Hugo es muy afortunado, pues se casará con la princesa más bella y educada del Eterny reino.

~Amber se sentiría muy feliz con tus palabras, siempre te ha apreciado mucho, aunque si te soy franco, siempre creí que se casaría contigo y que Hugo desposaria a Sofía.

~Nos tomó por sorpresa también, nunca sabré que piensa mi hermano. Él siempre mencionaba a Sofía, era su mundo y un día, sin más, llegó con la noticia de que desposaria a Amber. No soy quien para decirlo, pero creo que dado el caso, de que no podrá convertirse en rey y siempre ha buscado el poder, está usando a Amber para lograr sus planes.

~No lo creo, Hugo es un muchacho muy bueno, puedo notar el amor que le profesa a mi hija.

~Pero, asomese a la ventana y vea usted mismo. Su mirada está perdida en los ojos de Sofía, a pesar de que Amber está a su lado.

El rey Roland observó con asombro y confirmo las palabras del pelirrojo. Efectivamente, Hugo miraba a Sofía de una forma distinta.

~Él la admira, es su mejor amiga. Intento convencerse.

~Ya cumplí con avisarle, su majestad. Yo más que nadie conozco como es Hugo.

Sofía entró en ese momento a la habitación y sus ojos se clavaron en los de Axel, para posteriormente hacer un gesto de molestia.

~Príncipe Axel, pensé que ya se había retirado, pues Dereck acaba de salir.

~Tenía cosas importantes que hablar con tu padre.

~¿Tendría la amabilidad de acompañarme al jardín? Habló entre dientes Sofía.

Axel le ofreció su mano y ambos salieron del palacio.

~¿De qué hablabas con mi padre?

~Definiré mi futuro.

~Espero que no hagas nada despreciable o yo misma acabaré contigo.

~Terminaste con tu cortesía y dejaste salir tu verdadero yo.

Axel hizo una sonrisa descarada y tomó con fuerza la mejilla de Sofía.

~Ni tú ni nadie me detendrán, cuando comienzo algo ¡No suelo desistir!

Roland caminó hacia su hija y Hugo.

~Hugo, ¿Puedo hablar contigo?

El joven asintió y juntos caminaron rumbo a su estudio.

~¿Pasa algo su majestad?

~¿Por qué pediste la mano de mi hija?

~Porque la he querido desde que tengo memoria.

~¡No es así Hugo! ¿Por qué si amabas a Sofía decidiste pedir la mano de Amber?

La cara de Hugo se torno de un color carmesí. El joven bajó la mirada e intento ignorar la pregunta.

~El día está hermoso, ¿No le gustaría tomar una taza de té? Yo mismo podría traerla.

~No quiero té, quiero que seas franco conmigo.

La tensión comenzó a sentirse en el lugar. El joven príncipe sabía que no podía escapar de su destino, pero no podía responder a su pregunta, porque había intentado olvidar lo ocurrido en el pasado.

La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.Where stories live. Discover now