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Jade

―Descansa, Jade, tienes mala cara ―insistió Alay.

―Estoy bien ―mentí, aunque me quité los tacones y subí los pies sobre el sillón para abrazarme a mí misma.

―Daremos con ella. No puede estar muy lejos.

―No lo sabes. ¿Y si se la ha llevado alguien?

―Lo dudo, Jade, pero, aunque fuera así, daremos con ella. Ethan es realmente bueno encontrando a gente. Tengo un equipo de lo mejor, no debes preocuparte más.

No respondí. No quería saber la experiencia que Ethan tenía encontrando gente. Suficiente tenía con lo que tenía encima como para preocuparme de delitos. ¿Cómo había acabado allí? Quizá no había sido una decisión muy sabía, pero necesitaba verle. Aunque le había rechazado como una idiota y no me merecía su ayuda, seguro.

Mi móvil vibro entonces, muy brevemente. Me emocioné al pensar que podían ser buenas noticias de Ashley y no respiré hasta que leí el mensaje de Lorcan.

Lorcan: ¿Dónde estás? Con una hermana perdida tengo bastante... ¿Qué ha hecho tu padre ahora? Siento haberte dejado a solas con él.

Me lo pensé un momento, pero acabé respondiéndole. Él no se merecía el mismo castigo que mi padre, sin duda. No quería que se preocupase, pero tampoco iba a volver, así que un mensaje sería lo mejor.

Jade: Estoy buscando a Ashley por mi cuenta, si descubres algo cuéntamelo, por favor.

Respondió muy rápido. De todos mis hermanos Lorcan era, sin duda, el que más acostumbrado estaba al trabajo duro de oficina, y el ordenador y el móvil eran sus herramientas.

Lorcan: Ten cuidado, avisa tú también.

Dejé el móvil sobre la mesita del centro, subiéndole el sonido y me abracé a mí misma para darme calor, de golpe me había quedado helada. ¿Qué iba a hacer si Ashley no aparecía?

En algún momento debí quedarme dormida, porque estaba agotada de verdad, después de apenas dormir las últimas dos noches por el trabajo y por el estrés de todo lo que estaba pasando... En cualquier caso, me desperté por el ruido de alguien llamando a la puerta.

Me puse de pie casi por inercia y una manta cayó hasta el suelo. ¿Quién me había arropado? ¿Dónde estaba? Tardé en centrarme y en recordar que estaba en la suite de Alay. Él seguía en pantalón de traje y descalzo, pero estaba junto a la puerta.

Abrió y Candy entró hablando sin darle tiempo ni a saludar.

―Ya tengo los billetes, el avión sale en tres... ―Guardó silencio de golpe, centrando la vista en mí―. Perdona, no sabía que estaba aquí...

―No importa, Candy ―aseguró Alay―. La hermana de Jade ha desaparecido, y estamos ayudando a buscarla ―explicó.

―Ah.

―¿Billetes de avión? ―pregunté confusa.

―Olvídalo. ¿Quieres que vaya a recepción a reservar un día más la suite? ―se ofreció Candy.

No me había parecido especialmente simpática la última vez, pero en aquella ocasión me dedicó una sonrisa amable y tranquila. Parecía otra chica diferente y me puso un poco sobre aviso.

―En realidad, deberíamos cambiar de hotel, llevamos mucho en este. ¿Por qué no vas a buscar otro, Candy? ―le pidió él.

Casi me pareció que trataba de librarse, pero ella asintió sin discutírselo. En serio, parecía otra chica diferente.

Cuando vueles en alfombra - *COMPLETA* ☑️Where stories live. Discover now