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Al llegar al estacionamiento del hospital universitario.


Ambos estamos en absoluto silencio, aunque sé que vamos pendiente del otro. Apague el motor y nos quedamos aquí, sentados sin saber qué hacer.


Maldita sea, Bang Chan. ¿Qué te pasa? No soy de ponerme nervioso, callado y mucho menos inseguro junto a un chico guapo que he abordado en la noche y que me hace sentir sumamente excitado.


De repente Felix se puso de lado y me miro, como venía haciendo desde que me hablo, con su hermosa sonrisa.


-Pues... entonces... muchas gracias, hyung. Eres un chico amable, además de guapo. –me dijo y sin más, se subió sobre mi regazo y tomando mi rostro con suavidad, me beso apenas rozando nuestros labios, pero haciéndome sentir tan caliente.


Cuando Felix terminó, lo mire ahí, elevado sobre mi sonriendo. Cuando lo vi girándose para salir lo detuve del cuello de la camisa, y lo acerqué a mí de nuevo, juntando su boca con la mía, en un beso completamente profundo y necesitado.


Es una sensación algo violenta, pero excitante, tener a este joven entre sus brazos besándolo sin contenerse.


Al fin nos separamos y nos miramos. Está vez siendo yo el primero en hablar.


-Cuando vayas a besarme, hazlo bien, mocoso. –le susurré


Felix sonreía feliz. Veía el efecto que había causado en Chan y se sentía más que satisfecho.


-¡Oh Chan, en verdad sabes besar! –se burló, con una aparente tranquilidad.


En lugar de contestarle, volví a besarlo con fuerza, sin querer realmente que él se aleje y tuviera que dejar de besarlo y de tenerlo cerca. Afiance mi mano en la cadera de Felix.


-Hyung. Te quiero enseñar un par de cositas. –me dijo Felix, abrazándome contra su cuerpo. Sus manos traviesas se deslizaron por encima de mi camisa y debajo mi abrigo, recorriendo mi espalda, haciéndome sentir pequeñas descargas que solo me hacen desearlo más y más.


-Felix... -susurre en su oído, dejando que haga lo que quiera con mi cuerpo. Lo pegue más a mí y comencé a frotar mi entrepierna con la de él, logrando que, por fin, Felix cierre los ojos y gima excitado.


-Vamos... vamos a otro lugar, hyung. Un lugar... -pero no puede hablar, pues suspiros repentinos lo interrumpen. –Privado. –suspiro y luego me beso ansiosamente.


-Vamos. –le conteste, pesando en el diván de mi consultorio, que estará vacío a esta hora. Simplemente me siento alucinado con Felix, quiero seguir sintiéndolo por un rato más.


Salimos del auto y caminamos lentamente, sobre todo porque de repente nos detenemos a continuar besándonos, y al fin logramos llegar hasta el edificio donde está ubicado mi despacho. Cuando estoy por entrar, recibo una llamada en el celular.

Dark Side - ChanLixWhere stories live. Discover now